El regreso de los muertos vivos
El Bicentenario no nos encuentra unidos ni dominados, sino peleados con el espejo El Pacífico no es tan pacífico como parece: da nombre a la guerra que, entre 1879 y 1883, libran Chile, Perú y Bolivia. Esa guerra deja tantos muertos como cicatrices. Cada tanto afloran los traumas. Bolivia, privada de mar, observa cómo Chile y Perú, privados de diálogo, aún mantienen un contencioso por la frontera marítima en la Corte Internacional de Justicia de La Haya. En el máximo tribunal de las Naciones Unidas también dirimen sus entuertos la Argentina contra Uruguay; Nicaragua contra Colombia, y Ecuador contra Colombia. En 2007, Honduras y Nicaragua resuelven en ese ámbito sus disputas territoriales. La hermandad latinoamericana, más creíble en la voz de Mercedes Sosa que en la coherencia de sus gobiernos, no suelda políticas comunes; amontona voluntades esporádicas. Evo Morales ve a Alan García “muy gordo y poco antiimperialista”. García sospecha que Morales ha suscripto “un acuerdo bajo la mesa” con Michelle Bachelet para obtener la salida al mar. Bachelet, a punto de coronar su presidencia, (leer más)