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Política

Castillos de arena

Los ejércitos no combaten contra ejércitos, sino contra fuerzas militares que, a veces, son más poderosas que ellos mismos En la biblioteca de su casa de campo de las afueras de Londres, Tony Blair se sentó en la alfombra y, en mangas de camisa, desplegó entre sus piernas un mapa de Medio Oriente. Estaba por emprender un viaje a la región más conflictiva del planeta. A su lado, Bill Clinton procuraba orientarlo sobre el derrotero y, en cada sitio en el que detenía el índice de su mano hábil, la izquierda, sobre las personas que debía ver. Testigo de ello, Fernando Henrique Cardoso, aún presidente de Brasil, concibió la idea de que su par de los Estados Unidos, comprometido como nadie en el proceso de paz durante sus ocho años de gestión, fuera el secretario general de las Naciones Unidas después de Kofi Annan. En eso quedó la idea: en nada. George W. Bush, el día y la noche con su antecesor en la visión de Medio Oriente, no iba a apoyarla. Era descabellada, en (leer más)

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Política

Se dobla, pero no se rompe

Más allá del acercamiento de Vázquez a Bush, los otros países no renunciaron al bloque por sus acuerdos con los EE.UU. En rigor, Hugo Chávez nunca perdonará a George W. Bush. Sobre todo, desde que denunció que había estado detrás del efímero golpe de Estado de abril de 2002, razón del silencio norteamericano frente a la condena de la Organización de los Estados Americanos (OEA), y que, en realidad, había pretendido deshacerse de él. Liquidarlo. Frente a ello, el primer embajador de los Estados Unidos en Caracas de la era bolivariana, John Maisto, propuso una fórmula conciliadora: reparen en sus manos, no en su boca; es decir, no juzguen sus palabras, sino sus acciones. Era la única forma de evitar que la confrontación pasara a mayores. El entonces secretario de Estado, Colin Powell, no creía en ello: entendía que la democracia perdía su esencia cuando un líder elegido por el pueblo usaba métodos cercanos a la autocracia. De ahí, su renuencia a aplicar la fórmula de Maisto y su rechazo a admitir la resaca de (leer más)

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Política

Suicidio en defensa propia

Problemas entre los hermanos «mayores» y los «menores» Por apenas un mes de diferencia, Luiz Inacio Lula da Silva no coincidió con Néstor Kirchner en una visita a China. Viajaron en mayo y en junio de 2004, respectivamente. En mayo de ese año viajó a China, también, el presidente de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos. Si Jorge Batlle, aún presidente de Uruguay, hubiera ido, el anfitrión, Ju Hintao, habría tenido una postal completa del Mercosur. Debió armar un rompecabezas, empero. O atender por separado a cada uno de ellos, socios de un club, a veces prenda de hermandad, a veces factor de desunión, con más predicamento en el vecindario que fuera de él. ¿Era una locura que viajaran los cuatro juntos (Batlle incluido) o que, al menos, Brasil y la Argentina, orgullosos en apariencia de una remozada alianza estratégica signada por la presunta afinidad ideológica entre Lula y Kirchner, aterrizaran en el mismo avión en el país que, con su apertura comercial y sus compras de materias primas, iba a ser vital para la recuperación económica (leer más)

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Política

Los medios justifican el fin

En el peor momento de Bush y de su equipo, Ahmadinejad se ufana de haber descubierto el embrión de la bomba atómica Si Saddam Hussein hubiese sido tan provocador y peligroso como Mahmoud Ahmadinejad, la comunidad internacional habría apoyado a George W. Bush en una hipotética guerra contra Irán con tanta firmeza como contra el régimen talibán en Afganistán, nido de Al-Qaeda. Escogió mal el objetivo, empero. O, en el léxico de la Guerra Fría, oprimió el botón rojo antes de tiempo. Y, más allá de las razones internas y externas del apuro, convirtió a Irak en la antesala del infierno con argumentos morales, no con premisas terapéuticas. Ni los neoconservadores de su gobierno, alias neocons, aprobaron el resultado: idealista en los fines y realista en los medios, definieron con entusiasmo escaso. En la piel del iraquí de a pie, sometido al yugo de la dictadura depuesta, la inyección de democracia que lograron inocularle bajo presión lejos estuvo de aliviarle el dolor. Le dio alguna que otra esperanza de parecerse a los otros, no de (leer más)

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Política

Te solté la rienda

América latina, con Colombia como único foco de conflicto, es la región más inofensiva y menos problemática del planeta  Cada vez que George W. Bush miró a América latina pensó en China. La región por sí misma iba a ser inseparable del destino común con los Estados Unidos. Lo iba a ser hasta que el Siglo de las Américas, anunciado en su primera campaña electoral como anzuelo para los latinos radicados en su país, se hizo escombros con las Torres Gemelas. Desde entonces, la presencia precaria del continente en la agenda norteamericana se debió a su escaso potencial de riesgo. Mientras el eje viraba  de Afganistán a Irak, la competencia asiática en un territorio considerado propio no alcanzó a despertar el interés dormido, o anestesiado, por las guerras preventivas contra el terrorismo. Prioridad tampoco tenía América latina al comienzo de la gestión de Bush. La presencia de China, cual correlato de su bonanza económica y de sus ansias de expansión, creó suspicacias en los Estados Unidos, pero, al menos antes del 11 de septiembre de (leer más)

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Política

Una fortaleza que nació de la exclusión

Con rencores ancestrales y posiciones de izquierda, el presidente de Bolivia coronó el ciclo de Marcos y Rigoberta Menchú LA PAZ.– Por exceso de diagnósticos y ausencia de terapias, Evo Morales cerró un ciclo. El ciclo de las plegarias no atendidas, o de los gritos desoídos, que inauguró el 1° de enero de 1994 el subcomandante Marcos en las montañas del sur de México. En ese momento, la globalización no detenía su marcha frente a la cruda realidad de tzotziles, tojobales, tzeltales y choles mientras Rigoberta Menchú, campesina de la etnia maya quiché cuyos parientes habían sido torturados y asesinados por militares y escuadrones de la muerte en Guatemala, insistía en su campaña de denuncias de violaciones de los derechos humanos después de haber sido reconocida con el Premio Nobel de la Paz en 1992, quinto centenario del Descubrimiento de América. En un continente dominado, y doblegado, por la desigualdad, la pobreza y la exclusión, Morales halló otra fórmula, emparentada con su rechazo epidérmico a los Estados Unidos, por haber intentado erradicar los cultivos de (leer más)

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Política

El Estado soy yo

Ni Bolívar toleraba la concentración del poder en manos de uno solo, pero Chávez suele omitir esa inoportuna premisa En Luiz Inacio Lula da Silva, más que en Néstor Kirchner, confiaba George W. Bush en que iba a mantener a raya a Hugo Chávez. Que despotricara contra los Estados Unidos, que edulcorara la estampa y figura de Fidel Castro, que se pavoneara con Diego Maradona, que se ufanara de su amistad con un radical iraní como Mahmoud Ahmadinejad o que enseñara como punta de lanza el remozado socialismo latinoamericano no era tanto problema como una eventual expansión de su revolución bolivariana. En la franja andina, sobre todo, dominada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el líder cocalero boliviano Evo Morales, así como por movimientos afines de raíces indígenas en Ecuador y en Perú, contrarios, todos ellos, a los intereses norteamericanos. Y en América Central, expectante de la suerte de Daniel Ortega y su prédica urgente para Nicaragua. Lula, empero, cayó en desgracia por el escándalo de corrupción que afectó a su Partido (leer más)

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Política

La cumbre de las polémicas

La mayor presencia de España y la irrupción de China navegan en el mar de fondo de las discusiones entre mandatarios Con la decisión de encabezar con los Estados Unidos y Gran Bretaña la cruzada contra el régimen de Saddam Hussein, el ex presidente español José María Aznar rompió con un prejuicio y con un paradigma. Rompió con el estigma de gobernar el país más antinorteamericano de Europa después de Turquía, más allá del recelo cultural de los franceses ante las amenazas imperialistas de Hollywood, McDonald’s y asociados. Rompió Aznar de ese modo con un rencor arraigado entre los suyos por razones más históricas que histéricas: la Guerra Hispano-norteamericana, de 1898, por la cual España perdió Cuba, Puerto Rico y Filipinas; el respaldo de los Estados Unidos a Franco después de la Guerra Civil (1936-1939); el Pacto de Madrid, de 1953, por el que se instalaron bases norteamericanas en la península; el escaso entusiasmo de los Estados Unidos por la transición democrática después de la muerte del generalísimo, en 1975, y el apoyo de Ronald (leer más)

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Política

Cuentos de la selva

La región, en general, no acierta en la fórmula para salir de su propio laberinto, fuente de una frustración galopante MAR DEL PLATA.– Temía que estallara la guerra entre Honduras y El Salvador. Por la radio hondureña había oído que matar salvadoreños como él era hacer patria. Salomón Vides creyó que iba a ser la siguiente víctima. Huyó y, en el apuro, fue dejándolo todo: mujer, hijos, casa. Halló refugio en la selva tupida de Guatemala. En ella, aislado, estuvo desde 1969 hasta 2001. Lo descubrió, apenas vestido con un taparrabos de cortezas y lianas, un grupo de cazadores furtivos. Pensó que había llegado el final. Su final. Supo entonces que la guerra entre Honduras y El Salvador había durado sólo 100 horas. Y que, por ella, había vivido oculto 32 de sus 72 años. Oculto y librado a su suerte, con semillas, palmitos silvestres y pequeñas tortugas como únicos alimentos. De una avioneta estrellada, que encontró después de mucho caminar en zigzag por una frondosa e inquietante vegetación, extrajo un cuchillo y algunos metales. (leer más)

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Sociedad

La pelota no dobla

En América latina, el deporte más popular refleja sus problemas más frecuentes: corrupción, violencia y secuestros Tres a uno batió Independiente Santa Fe a Millonarios. En la cancha estuvieron los jugadores, el árbitro y los jueces de línea. Fuera de ella, más allá de los entrenadores, los suplentes, los auxiliares, los dirigentes y los periodistas, nadie. Ni un alma. Por primera vez en la historia, el clásico de Colombia se disputó a puertas cerradas, mudas las tribunas, enrolladas las banderas, aplacadas las pasiones, como si se tratara de un asunto entre 22 a los cuales Borges hubiera regalado con gusto una pelota a cada uno de modo de no verlos correr detrás de una sola. Por los continuos enfrentamientos entre hinchas, el alcalde de Bogotá, Luis Garzón, concluyó que el estadio El Campín, en donde ambos equipos se alternan la condición de local, era más riesgoso que los enclaves de los guerrilleros de izquierda y de los paramilitares de derecha. Exageró, pero decidió cerrarlo al público. Aceptó de ese modo una derrota más amarga que (leer más)

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Política

El reformatorio

En un suspiro, el huracán Katrina demandó más dinero que la guerra contra Irak. En un suspiro, también, el huracán Bush arrasó con la mayoría de las reformas en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que pretendía su secretario general, Kofi Annan. En un suspiro, a su vez, el huracán Al-Qaeda cometió la peor masacre en Irak desde que estalló la guerra. En un suspiro, pues, tres huracanes chocaron entre sí. Por ellos, la fiesta inolvidable no pudo ser más que la siesta olvidable. Y las reformas en la mole de Manhattan, cuyo fin suelen ignorar sus vecinos norteamericanos, terminaron siendo, a seis décadas de su fundación, apenas un intento fallido. Un capricho de los países de recursos escasos, quizá. Bush, acosado por el huracán Katrina, se cobró de ese modo el vano afán de legitimar la guerra en el Consejo de Seguridad. Más no pudo hacer Annan, acorralado por el resultado desprolijo del programa Petróleo por Alimentos, diseñado por la ONU para Irak. Lapidarias habían sido las conclusiones del comité independiente de investigaciones, (leer más)

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Política

Corrupción, mentiras y video

La crisis en el gobierno de Lula viene a ser otro eslabón de la cadena de escándalos que sacuden a menudo a la región Por la compra de voluntades, y de votos, cayó un símbolo de la corrupción: Alberto Fujimori. Por ello y, también, por fraude en las elecciones de 2000, después de haber permitido que Vladimiro Montesinos, jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), triangulara fusiles soviéticos importados de Jordania a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC); iban a ser para el ejército peruano, en principio. Los vladivideos, en los cuales legisladores y particulares recibían dólares a cambio de favores, terminaron con su gobierno. Y, por cierto, con sus mentiras. ¿Falló la democracia? No. Definitivamente, no. El hallazgo de las cuentas bancarias secretas de Augusto Pinochet en los Estados Unidos demostró que la corrupción no repara en gobiernos civiles o militares, sino en las tentaciones de los hombres. Acrecentadas por las oportunidades que abrieron las reformas, de las cuales Chile ha sido el pionero. Por esas tentaciones, más presas de los afanes de poder (leer más)

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Política

¿Y dónde está el piloto?

La resolución transitoria del conflicto no da certezas sobre el futuro, acosado por el fantasma de la ingobernabilidad Más allá de su petróleo, Hugo Chávez puso énfasis desde el comienzo de su gestión en un rasgo común con vastos sectores de Venezuela y de la franja andina: ser mestizo. Decía que no lo toleraban por ello. Era un toque distintivo, casi folklórico, respecto de otros presidentes, gracias al cual, repartiendo arepa y compartiendo penurias, iba ganándose la simpatía de quienes se identificaban con él. Ser mestizo era, en definitiva, como ser indígena; algo así como ser marginado a pesar de haber heredado los títulos de propiedad de las naciones originales. En el discurso de Chávez abrevaron varios líderes de movimientos indígenas de Bolivia, Perú y Ecuador, así como aquellos que, al filo de los noventa, empezaron a resumir el estigma de la década en un enemigo común: el neoliberalismo, pregonado por los Estados Unidos. Apareció entre ellos un tal Evo Morales, líder cocalero que, a diferencia del presidente peruano Alejandro Toledo, de tez tan cobriza (leer más)

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Sociedad

Fronteras calientes

Más allá de los recelos de la Argentina por el liderazgo de Brasil, la región está signada por enfrentamientos bilaterales En resumen, Lula no pudo monopolizar la cumbre de la cual era anfitrión por la actitud políticamente incorrecta de Hugo Chávez y, a su vez, Néstor Kirchner se mostró tan sensible ante las palabras emotivas de su par peruano, Alejandro Toledo, que, en medio de su discurso, prefirió atender una llamada por teléfono celular mientras iba al baño en lugar de aprobar con aplausos el papel de líder regional que había asignado a Brasil. Tan sensible se mostró, convengamos, que apuró el regreso a Buenos Aires por estrictas razones de tedio, no de agenda. La postal de la I Cumbre de Países de América del Sur y la Liga Arabe, realizada en Brasilia, exhibió algo más que rencillas entre Lula y Kirchner. Exhibió rencillas múltiples entre varios presidentes de la región, independientemente, en su mayoría, de los vínculos entre sus respectivos países. Y exhibió, también, una ola de conflictos bilaterales, generados por heridas no cicatrizadas, (leer más)

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Política

Bananas

En la conducta de los gobernantes, así como en la solidez institucional, reside a veces la fortaleza de la democracia En aquel tiempo, entre susto y golpe, crecía el malestar por las arbitrariedades de Abdalá Bucaram, del Partido Roldosista Ecuatoriano. Su edecán, o ayudante de campo, Lucio Gutiérrez, había desoído la orden de proteger, por la fuerza si era necesario, el Palacio de Carondelet, sede del gobierno. La muchedumbre ganaba la calle en Quito. El presidente, trasladado a Guayaquil para mayor seguridad, iba a ser dejado cesante por el Congreso. ¿La causa? Insólita e inaudita a la vez: incapacidad mental. Una imputación más lapidaria, y menos elegante, que la demencia senil de Augusto Pinochet después de haber purgado 503 noches en las afueras de Londres por violaciones de los derechos humanos. Era el primer acto de desobediencia de Gutiérrez, de oficio apropiado en el sitio apropiado: militar en una república bananera. A mucha honra, aclaro: Ecuador es el principal exportador mundial de bananas. Mote nacido y depreciado, sin embargo, en el racimo de países de (leer más)