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La deriva venezolana

En apenas una semana, el régimen de Nicolás Maduro aporreó por enésima vez el frágil sistema de protección de los derechos humanos en Venezuela. El periodista Omar Lugo, director de elestimulo.com y corresponsal internacional, desglosa en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV, la delicada situación de su país en vísperas de elecciones de fecha incierta. La arbitraria detención de la abogada y experta en seguridad Rocío San Miguel y la consecuente expulsión de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, con sede en Caracas desde 2019, cerraron un círculo. El del autoritarismo de cara a elecciones presidenciales en las cuales, a juzgar por las encuestas, la opositora María Corina Machado llevaría las de ganar. Si la dejan, porque está inhabilitada para ser candidata. Machado capitalizó en octubre el descontento con el chavismo. En las primarias de la oposición participaron más ciudadanos que en el referéndum por el Esequibo, territorio de casi 160.000 kilómetros cuadrados, rico en recursos naturales, ocupado por Guyana desde hace más de 125 años. (leer más)

Política

Tres poderes en un puño

¿Quién le quita a Nayib Bukele la legitimidad de su victoria a pesar de haber puesto a parir a la democracia liberal? Poco parecen importar los derechos humanos y las libertades civiles. El salvador de El Salvador, llamado a sí mismo “el dictador más cool del mundo mundial” o, últimamente, “el rey filósofo”, recibió felicitaciones. Inclusive del gobierno de Estados Unidos sin esperar el escrutiniio, más allá de su reclamo sobre las garantías judiciales para los detenidos. La política de mano dura de Bukele, exhibida en videos de TikTok como una saga de Netflix, llevó a la cárcel a 76.000 personas en condiciones deplorables, la mayoría sin sentencia. Su compañero de fórmula, el vicepresidente Félix Ulloa, no tuvo empacho en confesar en una entrevista con The New York Times que no están desmantelando la democracia, sino eliminándola y sustituyéndola por algo nuevo. Lo nuevo no es nuevo a la sombra de alumnos avanzados como Nicolás Maduro en Venezuela y Daniel Ortega en Nicaragua. Derechas e izquierdas aplican el mismo manual del autócrata. Espejo de la (leer más)

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Maratón electoral 2024

“Es probable que los votantes recompensen a los líderes que responden a sus necesidades más fundamentales, aunque en algunos casos sin necesariamente importar si valoran la democracia, un gobierno limpio o el Estado de derecho”, dice Tamara Taraciuk, directora del Programa de Estado de Derecho Peter D. Bell en Diálogo Interamericano, en un artículo titulado El superciclo electoral de América Latina dependerá de un factor clave. Por derecha o por izquierda, la concentración de poderes en un solo puño predomina en algunos países. Lo explica de este modo en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV: “Bukele hizo en dos años lo que a Chávez le llevó diez”. Taiwán, en Asia, y Comoras, en África, dieron el pistoletazo de largada del superaño electoral. En 2024 habrá casi 100 elecciones, de las cuales la mitad serán presidenciales. Entre ellas, seis en Iberoamérica: El Salvador, México, República Dominicana, Uruguay, Panamá y Venezuela. Y otras cruciales más allá de sus fronteras, como las de Estados Unidos, Rusia, India y el Parlamento Europeo. Esto significa que el 49 (leer más)

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El año de las urnas y de las armas

«El sistema político que conocemos como democracia ha mostrado una enorme capacidad de adaptación a los nuevos momentos históricos», afirma Aníbal Pérez-Liñán, profesor e investigador de Ciencia Política y de Estudios Globales en la Universidad de Notre Dame, de Estados Unidos, durante una entrevista en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV. No es un programa más, sino el número 100 de este ciclo de 15 minutos semanales y monedas, como solemos decir, que comenzó el 5 de febrero de 2022. Coincide con los primeros albores de un año signado por las urnas y por las armas. ¿Qué marcará 2024? Será un test de estrés para el sistema democrático por la cantidad de elecciones. Casi medio mundo irá a las urnas. Y, también, un enigma sobre el impacto que podrían tener en ellas y en las sociedades en general los conflictos en curso. «Hay que hacer una diferencia fundamental entre la capacidad para llegar al poder y la capacidad para gobernar» En especial, el de la Franja de Gaza después de la masacre cometida (leer más)

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Medio mundo va las urnas

Casi la mitad de la población mundial acudirá o estará llamada a acudir a las urnas en 2024. ¿Será el año de la democracia? Lamentablemente, “la salud de la democracia no es tan rozagante” como parece, expone Marcelo Cavarozzi, doctor en Ciencia Política por la Universidad de California en Berkeley, durante una entrevista en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV. Habrá elecciones en India, el país más poblado del planeta después de haber superado a China, y en Estados Unidos, el más influyente, así como en Rusia, donde Vladimir Putin buscará ser reelegido. En Iberoamérica, El Salvador, México, Panamá, República Dominicana, Uruguay y Venezuela también tendrán su cita con las urnas. Cavarozzi, consejero académico de CADAL especializado en política comparada de Iberoamérica y en la relación entre el capitalismo y la democracia, observa: “Las sociedades cambiaron tan radicalmente que la política quedó desubicada». En más de 70 países, los ciudadanos elegirán mandatarios y legisladores en un contexto marcado por las guerras en la Franja de Gaza y en Ucrania y, en todo el (leer más)

Política

La derrota de los gobiernos

La toma de posesión de Javier Milei en Argentina tras su victoria en el balotaje forma parte de un ciclo. El de las derrotas de los partidos de gobierno en Iberoamérica. Con una excepción: Paraguay, donde el inoxidable Partido Colorado revalidó títulos más allá de que el nuevo presidente, Santiago Peña, no haya sido bendecido por su antecesor, Mario Abdo Benítez. En total, según Latinometrics, el 73% de los oficialismos mordió el polvo en la última década, marcada en su tramo final por la pandemia del malhumor, la guerra de Rusia contra Ucrania y economías que no respondieron a las expectativas de la ciudadanía. La epidemia de sinsabores excluye a regímenes que se codean con el rancio epitafio del autoritarismo, como la Cuba de Miguel Díaz-Canel, la Venezuela de Nicolás Maduro y la Nicaragua de Daniel Ortega. Tres modelos del mismo cuño, más allá de que celebren elecciones. Periódicas y amañadas, inclusive en la isla. El caso peculiar resulta ser Brasil, gobernado de 2003 a 2010 por Luiz Inácio Lula da Silva, luego por Dilma (leer más)

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Emergencia e incertidumbre en Venezuela

Desde 2016, la ONU reconoce que Venezuela padece una emergencia humanitaria compleja. Es decir, una crisis multicausal y multidimensional con efectos devastadores sobre todas las esferas de la sociedad y el Estado. En palabras de la historiadora venezolana Margarita López Maya, doctora en Ciencias Sociales, “mientras Nicolás Maduro sea presidente, es difícil que Venezuela regrese al mundo occidental». Lo dice desde Caracas en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV. El análisis de la situación de Venezuela representa un desafío por la ausencia de datos oficiales. El régimen de Maduro suspendió la difusión de estadísticas. “El gobierno venezolano tiene un aparato propagandístico formidable», repone López Maya, profesora emérita del Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela, miembro del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello y presidenta del Latin American Studies Association. En un meduloso informe titulado Venezuela: entre emergencias e incertidumbres, López Maya pone el acento sobre el achicamiento de la economía con una inflación galopante y una dolarización de facto; un negocio, el del petróleo, (leer más)

Sociedad

Alarmante baja de la libertad de prensa

El promedio de libertad de prensa y de expresión en América descendió a su escalón más bajo en los últimos cuatro años, reveló la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en su 79ª Asamblea General, realizada en la ciudad de México. Los 22 países auscultados experimentaron por primera vez un descenso por debajo de los 50 puntos en el Índice Chapultepec, medición anual de variables de libertad de prensa y expresión. La región obtuvo su peor calificación desde la primera edición, en 2020: 47,84 puntos sobre 100 posibles. Un llamado de alerta, como indica el informe elaborado por la SIP en alianza con la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), de Caracas, con expertos en libertad de prensa y expresión, metodología y estadística. En un año fueron asesinados tres periodistas en México, dos en Guatemala, uno en Colombia y otro en Haití. Siete, en total. Entre las razones del declive figuran en el informe las frecuentes amenazas a la vida y la seguridad de los periodistas, semillas de la autocensura, así como los arrestos, los secuestros y (leer más)

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Maduro carga contra la oposición

El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ) dejó sin efecto la candidatura presidencial de la exdiputada María Corina Machado, obtenida por amplio margen en una elección primaria autogestionada el 22 de octubre. El régimen de Nicolas Maduro, en realidad, “está tratando de construir una posverdad que genere una duda razonable en la opinión pública venezolana para quebrar esa legitimidad o esa relegitimación de la oposición”, señala Piero Trepiccione, politólogo y consultor en opinión pública, en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV. Machado resultó ganadora con más de 2,25 millones de votos emitidos tanto en el país como en el exterior, pero el TSJ, dominado por el chavismo, admitió una denuncia por presunto fraude electoral que interpuso José Brito, diputado de la Asamblea Nacional elegida en 2020, y recordó que la candidata está inhabilitada por 15 años para ejercer cargos públicos, así como otros aspirantes que finalmente no participaron de la interna, Henrique Capriles y Freddy Superlano. “Hay una amplia y legítima mayoría descontenta con el gobierno de Maduro”, añade Trepiccione, subdirector de (leer más)

Política

La experiencia de un novato

Sin partido ni práctica en el manejo del Estado, Daniel Noboa se convierte a los 35 años en el presidente más joven de la historia de Ecuador. Un aviso para las organizaciones políticas, encapsuladas en estructuras antiguas que miran el futuro con el espejo retrovisor. El magnate bananero Álvaro Noboa, uno de los más ricos del país, intentó arribar cinco veces al Palacio de Carondelet. No pudo. Su hijo, con la edad mínima para ser candidato, pasó de ser invisible en las encuestas de las elecciones del 20 de agosto por no confrontar con sus siete rivales a ganar el balotaje frente a Luisa González, alfil del expresidente Rafael Correa. A Noboa, con apenas dos años de experiencia como legislador de la Asamblea Nacional, le toca completar el mandato de Guillermo Lasso. El actual presidente, acorralado por un juicio político que iba a derivar en su despido por presunta corrupción, activó el 17 de mayo por primera vez en la historia la muerte cruzada. Un recurso constitucional, acaso un método de supervivencia, introducido durante el (leer más)

Política

Presidentes, hijos y entrenados

A menudo los hijos se nos parecen, canta Serrat, pero no siempre nos dan satisfacciones. El primer presidente de izquierda de la historia de Colombia, Gustavo Petro, cumplió su primer año de gobierno envuelto en un escándalo que involucra a su hijo mayor, Nicolás Petro Burgos, el único que ha seguido sus pasos políticos. Petro Burgos, diputado de la Asamblea Departamental del Atlántico, el más rico del Caribe, está en prisión domiciliaria después de haber sido detenido por enriquecimiento ilícito y lavado de activos. La trama involucra a su exesposa, Day Vásquez, también arrestada, y a narcotraficantes. No se trata de un caso excepcional. Como no todo se resuelve en familia, el presidente Petro enfrenta las sospechas de la Fiscalía General de Colombia sobre el financiamiento ilegal de la campaña de 2022. Está en duda si utilizó dinero de procedencia dudosa y si se excedió en los gastos permitidos. Antes del arresto de su hijo, Armando Benedetti, exjefe de su campaña, exembajador en Venezuela y expresidente del Senado, había insinuado en audios que cobraron estado (leer más)

Sociedad

La mano dura en Iberoamérica

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, encarna con su lucha sin cuartel contra las pandillas aquello que, en el ideario popular, representaba el dictador chileno Augusto Pinochet en 1973. Pasó medio siglo. La mano dura, más allá de los excesos, se ha convertido en una moneda de cambio en Iberoamérica. Dos de cada diez jóvenes de 16 a 25 años que no vivieron los años de plomo están de acuerdo y un 13 por ciento de los mayores de 61 años también. Son porcentajes bajos, pero ambas generaciones se dan la mano en la encuesta anual de Latinobarómetro, que ausculta el pulso de la región desde 1995. Bukele, en el gobierno desde 2019, anunció en julio que pretende ser reelegido en 2024. No puede. En teoría. La letra constitucional de su país solo permite la reelección no consecutiva. Dice el informe: “La gran diferencia con la ola de recesión democrática de los años sesenta del siglo XX es que no hay militares. Esta vez, todos los dictadores son primero civiles elegidos en comicios libres (leer más)

Actualidad

Ucrania queda lejos o Putin está cerca

Detrás de los encuentros y de los desencuentros de toda cumbre internacional siempre quedan dudas. Los 27 de la Unión Europea (UE) mantienen una posición más o menos unánime sobre la invasión de Rusia a Ucrania. En otros términos, la guerra no es en Ucrania, sino contra Ucrania. Quizá porque la padecen en carne propia cerca de sus fronteras y asimilen a simple vista el dolor de los refugiados. En la otra orilla del Atlántico, los 33 de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC) muestran diferencias. Matices. E, inclusive, visiones opuestas, como las de Nicaragua, Cuba y Venezuela, o sesgadas, como la de Brasil. El régimen de Daniel Ortega bloqueó el comunicado conjunto y quedó fuera de la firma, renuente a condenar los estragos provocados por Vladimir Putin en Ucrania. Que tampoco figuraron finalmente. Alzó la voz el presidente de Chile, Gabriel Boric, ante la posibilidad de que cualquier país podía ser blanco de una agresión similar. En vano. Su par de Colombia, Gustavo Petro, forjado en la guerrilla, admitió que (leer más)

Política

Entre un extremo y el otro

Dice el diccionario de la Real Academia Española (RAE) sobre el significado de la palabra autocracia: “Forma de gobierno en la cual la voluntad de una sola persona es la suprema ley”. Sinómino de Cuba, Venezuela, Nicaragua, El Salvador y siguen las firmas en una región, América Latina y el Caribe, en la que regímenes diversos con credenciales democráticas dudosas amagan con defender la multipolaridad, al mejor estilo de Rusia y de China, en desmedro de la unipolaridad, espejo del predominio de Estados Unidos. Entre un extremo y el otro, la tribuna, polarizada, no admite un término medio. Un discurso doméstico para amansar a las fieras, las antiimperialistas, y otro externo para acallar a los acreedores, los imperialistas, en un siglo, el XXI, en el cual izquierdas y derechas confluyen en una maraña de negocios despojados de ideologías. Sonaba mejor hace un ratito, no más, la pertenencia a la izquierda, sinónimo de resistencia y de rebeldía, que a la derecha, emparentada con el nefasto legado de las dictaduras militares y, últimamente, con los gobiernos autocráticos (leer más)

Actualidad

La propaganda del siglo XXI

Umberto Eco llamó populismo mediático a una rutina de Silvio Berlusconi cuando estaba al frente del gobierno de Italia: anunciaba sus proyectos por televisión para evaluarlos en sondeos de opinión antes de enviarlos al Congreso. Con esa fórmula se ahorraba el disgusto de un rechazo, así como una muestra de debilidad política. Berlusconi, dueño de un imperio de medios de comunicación, movía los hilos a su antojo e inspiró a autócratas de derecha y de izquierda. En América Latina, Hugo Chávez fue un poco más allá con su Aló Presidente. En el programa, emitido por la televisión estatal de Venezuela, tendió un puente hacia la gente. Logró su cometido: concentrar a los otros poderes del Estado en un puño, el suyo, base del desteñido socialismo del siglo XXI. Hablaba, cantaba, hablaba, protestaba, hablaba, reía, hablaba, hablaba y hablaba durante tres horas o más. Prescindía de ese modo de situaciones incómodas en terrenos peligrosos en los cuales no se sentía el dueño de la palabra. En breves intervalos, rodeado de guardaespaldas, picoteaba su plato favorito, arepas (leer más)