La experiencia de un novato

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Sin partido ni práctica en el manejo del Estado, Daniel Noboa se convierte a los 35 años en el presidente más joven de la historia de Ecuador. Un aviso para las organizaciones políticas, encapsuladas en estructuras antiguas que miran el futuro con el espejo retrovisor. El magnate bananero Álvaro Noboa, uno de los más ricos del país, intentó arribar cinco veces al Palacio de Carondelet. No pudo. Su hijo, con la edad mínima para ser candidato, pasó de ser invisible en las encuestas de las elecciones del 20 de agosto por no confrontar con sus siete rivales a ganar el balotaje frente a Luisa González, alfil del expresidente Rafael Correa.

A Noboa, con apenas dos años de experiencia como legislador de la Asamblea Nacional, le toca completar el mandato de Guillermo Lasso. El actual presidente, acorralado por un juicio político que iba a derivar en su despido por presunta corrupción, activó el 17 de mayo por primera vez en la historia la muerte cruzada. Un recurso constitucional, acaso un método de supervivencia, introducido durante el gobierno de su archirrival Correa, refugiado en Bélgica para evitar una condena de ocho años de prisión por haber recibido sobornos. Eso significaba la disolución del cuerpo legislativo y el adelanto de las elecciones, previstas para 2025.

Eran las vísperas del crimen que ensombreció la campaña y, en cierto modo, ahondó aún más la fenomenal crisis de inseguridad que padece Ecuador a causa del narcotráfico. Siete colombianos asesinaron a tiros al candidato presidencial Fernando Villavicencio. Faltaban 11 días para las elecciones. Un magnicidio comparable con los de Jorge Eliécer Gaitán en 1948 y Luis Carlos Galán en 1989 en Colombia o el del excandidato presidencial mexicano Luis Donaldo Colosio en 1994. Seis de los siete sicarios murieron misteriosamente en la Penitenciaría del Litoral, la mayor cárcel del país. El otro fue baleado en el atentado.

Ecuador es el mayor exportador mundial de cocaína. Las mafias, vinculadas con cárteles colombianos y mexicanos, pelean entre sí. Las cárceles, como ocurre en Argentina y otros países, se han convertido en los cuarteles de los capos de la droga. Lo había denunciado en 2019 el difunto Villavicencio, de profesión periodista, en el libro Arroz Verde, la industria del soborno, escrito con Christian Zurita. Una investigación a fondo sobre el gobierno paralelo montado durante la gestión de Correa para gestionar coimas de millones de dólares provenientes del narcotráfico y de los sobreprecios de gran parte de la obra pública.

Noboa se define como socialdemócrata, pero contó con el apoyo de la derecha frente a un eje bolivariano que perdió el tren con fallos judiciales por corrupción contra expresidentes y descarriló en Venezuela, su cuna, y Nicaragua

Poco antes de la muerte de Villavicencio habían matado a Rider Sánchez, candidato a asambleísta de Esmeraldas. Luego fueron liquidados el alcalde de Manta, Agustín Intriago, y Pedro Briones, de Revolución Ciudadana, el partido de Correa. También intentaron matar a Estefany Puente, candidata a la Asamblea Nacional. Y asesinaron a los candidatos a alcaldes de Salinas, Julio César Farachio, y de Puerto López, Oscar Menéndez. En ese contexto de violencia inaudita, con extorsiones, secuestros y homicidios, los candidatos debieron protegerse con cascos y chalecos antibalas.

¿Por qué un tapado como Noboa, tildado de outsider, último en los sondeos, se alzó finalmente con la victoria? ¿O por qué las fichas puestas por Correa, en el poder entre 2007 y 2017, engrosaron por segunda vez la caja de empleados en las presidenciales? Noboa se define como socialdemócrata, pero contó con el apoyo de la derecha frente a un eje bolivariano que perdió el tren con fallos judiciales por corrupción contra expresidentes y descarriló en Venezuela, su cuna, y Nicaragua. La remontada, después de ir último en los sondeos, se debió a su propuesta de cambio en una sociedad polarizada y hastiada. O viceversa.

Noboa, al igual que Lasso en 2021 frente a Andrés Arauz, otro alfil de Correa, le ganó por cuatro puntos a González. ¿Cuál fue su estrategia? Conectarse con las nuevas generaciones. En eso influyó su esposa, Lavinia Valbonesi, nutricionista, 25 años, famosa por sus videos sobre vida sana y alimentación en las redes sociales. El trato de tú a tú sin reparar demasiado en Correa le permitió diferenciarse de González, atada a la sombra del expresidente. También tuvo mucho que ver su edad con códigos de comunicación ajenos a la política clásica, la tradicional.

¿Quiénes apoyan a Noboa, con apenas 50 de los 137 escaños de la Asamblea Nacional? Una alianza entre el Movimiento Pueblo, Igualdad y Democracia, que se inscribe en la izquierda moderada, y el partido Mover, del expresidente Lenín Moreno, desmarcado de Correa después de haber sido su vicepresidente. ¿Qué propone Noboa para sus 17 meses de gobierno? Libertad de empresa y liberalismo económico. Un signo del agotamiento de un modelo. El de Correa. En su beneficio insiste en la extenuante teoría del lawfare como vacuna contra la impunidad. Juventud, divino tesoro. O cambio y fuera. La experiencia de un novato.

Jorge Elías

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