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Política

Los tuyos, los míos, los nuestros

En coincidencia con la asunción de Kirchner se ha planteado la necesidad de fortalecer la democracia en América latina De regreso a Lima, después de haber asistido a la asunción de Néstor Kirchner, Alejandro Toledo dio de bruces contra la realidad. La cruel realidad, digamos: por huelgas, disturbios y carreteras bloqueadas debió apelar por segunda vez en su presidencia, iniciada en julio de 2001, al estado de emergencia. La primera había sido por las protestas, o los cortocircuitos, de mediados del año pasado contra la privatización del sector eléctrico en el sur de Perú. En mente tenía Toledo el estado de emergencia desde el lunes, al parecer, mientras apuraba el desayuno, temprano y rápido, casi en silencio, con el canciller Allan Wagner en el bar del hotel de Buenos Aires en el que estaban alojados. Mejor no le había ido con la privatización del sector eléctrico al presidente de México, Vicente Fox, convengamos. Con reacciones, también. O neoparlamentarismo, según el presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada. Con la sangre en el ojo, en su (leer más)

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Política

El porvenir de mi pasado

Bush no disimula su disposición con los que apoyaron a la coalición y su malestar con los que reprobaron la guerra En ese momento, dramático, la consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, recordó que los hombres del viejo Bush habían resuelto con excesiva rapidez la guerra de 1991. Entre ellos, el vicepresidente Dick Cheney, entonces secretario de Defensa, y el secretario de Estado, Colin Powell, entonces jefe del Estado Mayor Conjunto, empeñados en cumplir con la resolución de las Naciones Unidas: expulsar a las tropas iraquíes de Kuwait. Y ya. Sobre todo, en vísperas de elecciones. Nada de ir detrás de un ejército destrozado ni de destrozar a un gobierno extranjero. Que, según los partes de inteligencia, iba a caer por su propio peso. Como Galtieri después de Malvinas, llegaron a pensar. El primer Bush no resultó reelegido en 1992, empero. Y el rais, con sus cuatro dobles y sus siete vidas, superó los dos períodos de Clinton. Incluidos 650 bombardeos, y otros tantos misiles, como consecuencia de haber echado a los inspectores de armas (leer más)

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Sociedad

Relato de un náufrago

La decisión de Duhalde de abstenerse, después de haber condenado a Castro, es otro valioso aporte a la confusión general Tres náufragos habían decidido la suerte de otro náufrago en una isla del Atlántico. La canciller española, Ana Palacio, desgranaba con su par argentino, Carlos Ruckauf, en Nueva York, aspectos de la cumbre entre Bush, Blair y Aznar en las Azores mientras, en Buenos Aires, el embajador británico, Robin Christopher, sondeaba al subsecretario de Política Exterior, Fernando Petrella, sobre el virtual apoyo político del gobierno de Duhalde a la coalición. El fracaso del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas era tan inminente como el comienzo de la guerra. En el revuelo, o aprovechándose de él, otro náufrago, Fidel Castro, decidía la suerte de 75 náufragos (disidentes y defensores de los derechos humanos) en otra isla del Atlántico, imponiéndoles penas de hasta 28 años de prisión por conspirar con el jefe de la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, James Cason. Era la guerra dentro de la guerra mientras Bush estaba (leer más)

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Política

Por la izquierda a mano derecha

Entre los vaivenes de la resistencia y la aceptación de algunas pautas ha surgido la réplica al modelo dentro del modelo Todo chévere, salió diciendo Chávez de su reunión con Lula. No tan chévere, chico. El desayuno a punto estuvo de convertirse en la merienda por una demora de casi una hora que alteró la agenda, y los nervios, del nuevo presidente de Brasil mientras otros visitantes, como el primer ministro de Suecia, Goran Persson, y el heredero del trono de España, Felipe de Borbón, procuraban descifrar las causas de la enigmática, y frecuente, impuntualidad latinoamericana. En la sala de espera, como si tuvieran turno con el dentista. El plantón de Chávez en el Palacio de Planalto tuvo un motivo: había estado departiendo hasta las cuatro de la mañana con Fidel Castro, amigo y aliado de la causa. De la causa de ellos, en realidad, cada vez más huérfanos de imitadores, o de seguidores, en una región que no ve en sus gobiernos mejores resultados que en otros de signo opuesto. Diametralmente opuesto, en algunos (leer más)

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Política

Cuesta abajo en la rodada

Pudo con los partidos tradicionales de Venezuela, pero, después, no pudo consigo mismo ni con el yugo de su palabra Tez oscura, sonrisa blanca, Chávez quiso marcar la diferencia desde el comienzo. Sin máscaras, a diferencia de Marcos, ni fusiles, a diferencia de Tirofijo. Con trajes de corte italiano, como el último Fidel, y discursos de tono agresivo, como el primer Fujimori, atribuyendo a factores tan superficiales, y triviales, como su aspecto mestizo y su origen periférico las causas del rechazo de la oposición venezolana. Tan mestizo y periférico, quizá, como Toledo, su posterior par peruano, pero, a diferencia de él, sin formación en Stanford ni entrenamiento en el Banco Mundial, sino en los cuarteles. Vozarrón en cuello, ceño fruncido, ese Chávez, el outsider mediático, con programas de radio y de televisión propios, así como un periódico, era un paracaidista en el balcón de Miraflores. El balcón del pueblo, como supo llamarlo, que, cual nariz, hizo construir Carlos Andrés Pérez para su amante, según él. Un símbolo de la corrupción en América latina, recurrente la (leer más)

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Política

Estados unidos contra los Estados Unidos

En la mayoría de los 44 países relevados para un sondeo, la gente mostró antipatía hacia la actitud belicosa de Bush Mejor idea, o peor gusto, no pudo tener: quería llamar a su hijo, recién nacido, Osama ben Laden. Con todas las letras. ¿Qué culpa tenía el bebé? El padre, de origen turco, residente en Alemania, insistió. En vano procuró llegar a las últimas consecuencias, convencido de que el terrorista más buscado del planeta y alrededores era un buen ejemplo para su pueblo y para su cultura. Un gran hombre, decía. Un dechado de virtudes. Como Hitler, replicó la oficina del Registro Civil de Colonia, renuente inscribirlo con un nombre tan provocador. Rara anécdota. Como el fervor, al borde del absurdo, de Mehmet Cengiz, padre primerizo, 30 años, camionero, por una causa tan poco edificante como el terrorismo. O por la causa de un terrorista en especial. Sólo dejó en claro con su anhelo frustrado que no iba a tolerar que, en lugar de Osama ben Laden, como pretendía, su hijo se llamara George ni, (leer más)

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Política

Y, de pronto, nos levantamos con el pie izquierdo

Bush sigue sintonizando otro canal mientras el patio trasero reacciona en contra de una guerra que no cree propia Otra vez George W. Bush ha fallado en sus cálculos. O ha confiado demasiado en sí mismo: creyó que iba ser fácil obtener el respaldo de Vicente Fox, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para la resolución contra Irak. Pero no. México, con más cautela que osadía, ha optado por la fórmula, o la posición, de Francia: autorizar el uso de la fuerza sólo si el régimen de Saddam Hussein no cumple con su promesa de permitir el ingreso de los inspectores de armas en los palacios de Bagdad. En otro contexto, la respuesta de Fox en Los Cabos, México, durante la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), pudo haber sido una réplica individual, más allá del efecto dominó en la región, ante la falta de apoyo de Bush para solucionar su problema más acuciante como vecino inmediato: la inmigración ilegal de mexicanos en los Estados Unidos. En el actual contexto, con la (leer más)

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Política

Todo tarda más de lo que crees

Muchos ven en la victoria de Lula en la primera vuelta de las elecciones una cuña entre el neoliberalismo y el estatismo En Dios confiamos (In God we trust, como rezan los dólares), y que los otros paguen en efectivo. Los otros, sin embargo, han asimilado la potencial, o casi, victoria de Luiz Inacio Lula da Silva en Brasil como una ráfaga de aire fresco. O una fórmula: todo candidato que critica el consenso de Washington,  modelo común de democracia, libre comercio y privatizaciones de compañías públicas que rige los destinos de América latina menos Cuba desde comienzos de los 90, está más cerca de ganar elecciones que aquel que insiste en prodigar loas a la llamada política neoliberal, despreciada, y depreciada, en un principio por Hugo Chávez y, antes, por Fidel Castro. Un militar golpista, uno; un dictador oxidado, el otro. Que, lejos de la versión light de Lula diseñada y esculpida con fines proselitistas por Duda Mendonça, han radicalizado sus discursos, endureciéndolos. Al punto de tensar las cuerdas de la democracia, uno, Chávez, (leer más)

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Política

Un poco de insatisfacción

La inclinación de los brasileños hacia el líder antisistema refleja, en cierto modo, el descontento regional con el modelo Somos como somos: demócratas insatisfechos, define Marta Lagos, directora de Latinobarómetro, sorprendida con el consenso negativo en la Argentina. Y estamos como estamos: insatisfechos con la democracia. Mucho más que América latina en su conjunto: nueve de cada 10, contra seis de cada 10 en otros 16 países, desaprobamos, o estamos insatisfechos, con la democracia, pero, a la vez, el 65 por ciento, contra el 56 por ciento en el resto, opta por ella frente a otra alternativa de gobierno. O aventura autoritaria, caracterizada por la mano dura y por la obediencia indebida como en años no tan pretéritos, mientras, presas y presos de la crisis, desconfiamos más que ninguno. De los partidos políticos. Del gobierno de Duhalde. De los bancos. Del Congreso. De la Justicia. De las municipalidades. De las compañías privadas. En ese orden; en este desorden. Desconfiamos hasta de nosotros mismos. Vacilación, tendencia en el fondo, que no comenzó en 2001, con la (leer más)

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Política

Se me olvidó otra vez

La distancia de los Estados Unidos con México ha sido el reflejo de una relación más dura con la región en general Eran cuates. Amigos, en mexicano básico. Cuates, o amigos, ligados por rasgos e intereses comunes, más allá de diferencias puntuales en asuntos puntuales. Hasta que la gota desbordó el vaso: George W. Bush desoyó los pedidos de clemencia de Vicente Fox para su compatriota Javier Suárez Medina, ejecutado el 14 de agosto en Texas por el asesinato de un oficial antinarcóticos de Dallas. Otro pedido soslayado, digamos. Uno más entre los 150 que formaron la llamada fila de la muerte, prólogo de la inyección letal, mientras Bush era gobernador del Estado. Sordo, entonces, a los reclamos del Papa. Sordo, ahora, a los reclamos de Fox. Quien, indignado por la decisión de su cuate de no mediar ante los tribunales, suspendió una visita al rancho de Crawford, Texas. Señal de enojo ante el cerrojo. Rubricó, en cierto modo, la presunción general de sus pares de América latina sobre la muralla levantada desde el 11 (leer más)

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Política

Cosecharás tu siembra

Están todos de acuerdo con los diagnósticos, pero como sucede en las crisis económicas, las soluciones parecen panaceas EN órbita desde 1977, las naves Voyager I y II portan varios mensajes. Alguno que otro, medio confuso. Ambiguo, en apariencia. «Amigos del espacio –dice uno de ellos–. ¿Cómo están? ¿Han comido ya? Si tienen tiempo, vengan a visitarnos.» Vengan, muchachos, pero, consejo sano, no olviden traer el sustento de los racionales: la vianda. En este cascote desprendido del Big Mac (perdón, del Big Bang) hay alimentos más que suficientes para todos, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero 18 de cada 100 terrícolas padecen hambre. Condición, o debilidad, tan humana como el miedo. Definida, o resumida, en las estadísticas hechas al calor del asfalto de Manhattan como aquellos cuyos ingresos provienen de sus cultivos. Si no rinden, no pueden comprar alimentos producidos por otros, deducen. Baja la productividad agrícola, como consecuencia del deterioro del suelo, e invaden bosques, pastizales y humedades, provocando, por necesidad y urgencia, una mayor degradación del medio ambiente en forma (leer más)

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Haz lo que digo, no lo que hago

Casi sin inhibiciones, los Estados Unidos imponen condiciones frente a instancias capaces de perjudicar sus intereses DESPUES del 11 de septiembre, George W. Bush preguntó: “¿Por qué nos odian?” No obtuvo más respuesta que el silencio. Piadoso, en algunos casos. Prudente, en otros. Fraguado, como los escombros de las Torres Gemelas, en rencores, y en reproches, soslayados por las circunstancias. No era momento, ni lugar, para meter baza en la razón, si pudo existir, del atropello contra la razón. Unánime el silencio, pues, frente al duelo de un pueblo laborioso, devoto, optimista, más propenso a la ingenuidad que a la ironía y menos inquieto por el mundo exterior que por la vida extraterrestre. Convencido del mérito de haber nacido, y crecido, en el país más grande, más civilizado, más justo, más democrático y más poderoso del universo y alrededores. Invulnerable, hasta aquella mañana, creía el norteamericano medio que era su país. Más concentrado en los asuntos del condado que en los asuntos estatales y federales. Menos sensible al proteccionismo del acero, los subsidios a la (leer más)

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Es un monstruo grande y pisa fuerte

Creen en Wall Street que la virtual victoria de Lula en Brasil provocaría un descalabro regional, pero nadie sabe cómo evitarlo Esta vez no hubo mano de Dios: volvimos con la frente marchita de Corea-Japón. Pero, consuelo al fin, podemos sentirnos satisfechos. Por la entrega de los muchachos. Y, en cierto modo, por haber hecho escuela en copas anteriores, pregonando la viveza como un arte: Rivaldo se tomó la cara con las manos después de recibir un pelotazo en el costado derecho, debajo de la cintura, del turco Hakan Unsal, de modo de que fuera expulsado. Lo logró. Y Brasil se aseguró la victoria. Dos a uno. Al filo de un partido difícil. Frente a un rival que ya tenía un jugador menos. Táctica y estrategia, sin jogo bonito ni fair play, cada vez más frecuente. Que excede el Mundial. El fútbol mismo. Por más que las simulaciones, o las pantomimas, sean presuntamente castigadas por el FMI. Por la FIFA, digo. Así como los penales inexistentes. Cobrado, en ese caso, por el árbitro indio Anoop (leer más)

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La venganza será terrible

Castro aprovechó un error de Fox con tal de defender su régimen, condenado por despreciar los derechos humanos Ya había convalidado Fidel Castro un encargo, casi una súplica, de Vicente Fox: no discutir la relación bilateral durante la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el Financiamiento para el Desarrollo, realizada en Monterrey. Pero el presidente de México, el primero en siete décadas ajeno al parque jurásico del Partido Revolucionario Institucional (PRI), cometió un exceso. De confianza, tal vez: «¿Te puedo pedir otro favor? –sondeó por teléfono–. Bueno, básicamente, no ataques a los Estados Unidos o al presidente Bush». Obtuvo una respuesta a la altura de las circunstancias: «No tenga la menor duda de que sé cómo decir la verdad con decencia y elegancia». Eran 43 años de unicato de un lado y uno y medio de gestión del otro. Eran sutilezas: el tuteo en Fox, frecuente entre mandatarios, y su reverso en Castro, frecuente entre negociadores. Eran, en definitiva, la astucia y la inexperiencia, grabadas secretamente en La Habana, el 19 (leer más)

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Política

¿Quién me ha robado el mes de abril?

La rara parábola de un golpe de Estado que ha terminado siendo un boomerang, fortaleciendo a un presidente resistido Pensándolo bien, Hugo Chávez tuvo su 17 de octubre. No es Perón, aclaremos. Ni Allende, tampoco, por más que haya ido, derechito y cuesta abajo, hacia un 11 de septiembre. Un golpe de Estado. Como en Chile, en 1973. Que se veía venir en Venezuela, cual amenaza, desde la huelga general del 10 de diciembre. Y que iba a derivar, cuatro meses y un día después, en los arrebatos de un Pinochet. O, sin insignias militares, de un Pinochet light, como supieron llamar a Pedro Carmona durante su breve interinato en el Palacio de Miraflores. Menos de 40 horas en las cuales demostró que, como remedio, era peor que la enfermedad, disolviendo la Asamblea Nacional, suspendiendo la Corte Suprema, desatando una caza de brujas y arrogándose poderes hasta en la liga nacional de béisbol. Rara parábola que, por primera vez desde el 2 de febrero de 1999, dejó a Chávez fuera de juego. O de fuego. (leer más)