Test de inteligencia
En Washington, por los informes falsos, renunció George Tenet a la CIA; en Londres, su par Scarlett ha sido ascendido Los perseguía la inteligencia, pero demostraron que eran más rápidos que ella. Y demostraron, también, que una guerra no se libra en un solo escenario, sino en varios, más sutiles y delicados, en los cuales poco vale la voluntad popular. Si no, George W. Bush y Tony Blair no hubieran podido ignorar a más de la mitad de sus compatriotas, convencida de que exageraban, o mentían, sobre el peligro que representaban las hipotéticas armas de destrucción masiva en poder de Saddam Hussein y sus difusas conexiones con Osama ben Laden. Ni hubieran podido ser exonerados después de las investigaciones sobre la labor de los servicios secretos encaradas en sus respectivos dominios. Bush y Blair salieron ilesos. Con raspones, apenas, después de haberse tirado sin paracaídas desde un avión. En Washington dimitió George Tenet, director de la CIA, por mentiras deliberadas, negligencia dolosa y distorsión de los hechos. En Londres, como correlato de un estudio superficial (leer más)