El bumerán de la censura

Poco antes del comienzo de un festival de cine independiente cubano en Buenos Aires, la dictadura, propensa a la censura, señaló que era una operación pagada por la CIA




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Horas antes de que comenzara en Buenos Aires la cuarta edición del festival de cine independiente cubano, organizada por el Instituto Nacional de Artivismo Hannah Arendt (INSTAR) en el Centro Cultural San Martín, el ministro de Cultura de la isla, Alpidio Alonso Grau, disparó en X: “¿En nombre de qué libertad, a no ser la de destruir la Revolución, puede pedirse que nos entendamos con quienes hacen parte de esta nueva operación pagada por la CIA contra el proyecto colectivo del pueblo cubano? ¿Qué patriota podría llamar nuestro al cine contrarrevolucionario?”.

El afán de censura, como ocurrió en Cuba con el documental La Habana de Fito, producido por Ricardo Figueredo, tiene un efecto bumerán: termina siendo beneficioso para la obra. Todo el mundo se preguntó qué habría dicho el cantante argentino Fito Páez, invitado a la isla por primera vez en 1987 por Pablo Milanés, sobre la vida de los cubanos, dominada y doblegada desde 1959 por una dictadura impiadosa.

El festival INSTAR se realiza en forma simultánea hasta el 10 de diciembre en Barcelona, París, Nueva York, Miami, Ciudad de México y San Pablo. Se trata de un soplo de libertad frente a la censura contra los artistas cubanos impuesta por el régimen de Miguel Díaz-Canel. Como dice Figueredo en primera persona, “nunca quise emigrar, pero ahora no sé si podré regresar”. Nada es más triste para un artista, agrega, “que su obra no pueda hacer expuesta».

“Es emigrar y no participar, ver de lejos, ver qué pasa, hasta dónde llega la incoherencia y la falta de sensibilidad»

“En Cuba lo que han hecho es cortar la creación, censurar, no dar oportunidades», reflexiona Figueredo, director y productor de cine graduado de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños y del Workshop de New York Film Academy de Los Ángeles y New York, en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV.

Más triste aún “es emigrar y no participar, ver de lejos, ver qué pasa, hasta dónde llega la incoherencia y la falta de sensibilidad y de todo tipo que tiene la gente que está dirigiendo la cultura en el país. Es lamentable, la verdad. Es triste que toda una generación haya tenido que irse. No solamente te hablo de mi generación. Esto es un problema que viene de muchos años atrás. Te hablo de los artistas, porque es el gremio al que pertenezco y el que me representa, pero todo el que se puede ir de Cuba se va sin pensar en las consecuencias ni en lo que le puede deparar”.

Dirección: Gabriel Salvia

Producción: Lisette Kugler



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