Como quien no quiere la cosa
Uribe insiste en que no pretende la re-reelección, pero el Congreso le dio la venia Le pregunta Paul Volcker a Eduardo Duhalde: “¿Qué posibilidad tiene Menem de ser reelegido?”. El entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, de visita en Nueva York, replica: “Tantas como Bill Clinton”. Es 1999; el presidente norteamericano transita su segundo y último período en la Casa Blanca. Insatisfecho, el presidente de la Reserva Federal entre 1979 y 1982 insiste: “En mi país no cambia la Constitución”. El futuro candidato presidencial argentino repone: “En el mío tampoco”. Es una verdad a medias. En 1994, Menem convalida la reforma constitucional; al año siguiente resulta reelegido y, como Alberto Fujimori en Perú, completa una década de gobierno. La respuesta de Duhalde a Volcker, en medio de un sinfín de especulaciones sobre la segunda reelección o re-relección de Menem, es una verdad a medias en casi toda América latina. En tres décadas de democracia, el período más largo de la historia, un puñado de países impide a sus presidentes repetir el mandato; en (leer más)