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Las contradicciones de la Celac

El contrapunto entre el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y la mayoría de los mandatarios que participaron de la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en Buenos Aires marca el tono de la disputa en la región sobre tres ejes fundamentales: la democracia, los derechos humanos y las instituciones. “La Celac da la impresión de ser un club de amigos autoritarios”, dice Julio Montero, doctor en Filosofía por la Universidad Nacional de La Plata y en Teoría Política por la University College London, en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV. Mientras el Perú y Bolivia arden en protestas, el foro político insistió en poner fin al embargo contra Cuba, rechazar las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela e ignorar deriva autoritaria de Nicaragua. “Estoy sumamente preocupado por la regresión en la democracia y los derechos humanos en la región”, confiesa Montero, consejero académico de CADAL, investigador adjunto del Conicet y profesor de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad de San Andrés. En el cónclave, (leer más)

Política

Cómo destruir un país

Si la ceguera ideológica es peor que la biológica, la última camada de autócratas no debe esforzarse mucho para crear un rebaño de fanáticos. Lo demuestran Donald Trump, Jair Bolsonaro y Viktor Orbán, de lado derecho del mostrador, y Nicolás Maduro, Daniel Ortega y Andrés Manuel López Obrador, del izquierdo. No son necesariamente figuras carismáticas capaces de provocar un fenomenal cambio social, como postulaba Max Weber con aquello que denominó “rutina del carisma”, sino líderes capaces de convencer o de comprar a buena parte del electorado con discursos contra las elites, aunque pertenezcan a ellas. Ece Temelkuran, periodista turca exiliada en Croacia, describe en su libro Cómo perder un país, la estrategia del presidente de su país, Recep Tayip Erdogan, para convertir el intento de golpe de Estado del 15 de julio de 2016 en su mayor capital político. Seis años después, Erdogan propicia el diálogo entre Rusia y Ucrania, negocia con la anuencia de la ONU la salida de barcos cargados de granos por el minado Mar Negro y subordina el ingreso en la (leer más)

Actualidad

El doble mensaje de Washington

El virtual boicot a la Cumbre de las Américas de México, Bolivia y los 15 gobiernos de la Comunidad del Caribe (Caricom) por la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua no guarda relación con las concesiones del anfitrión, Joe Biden, a Miguel Díaz-Canel y Nicolás Maduro. Puro discurso para la tribuna doméstica de un lado y del otro del río Bravo con la amenaza de estropear el foro que reúne cada cuatro años a los jefes de Estado del continente desde 1994. Washington no tiene un problema, como Houston, sino 35. Biden excluyó de la lista de invitados a esos tres regímenes por no respetar los cánones democráticos y, punto esencial, por no formar parte de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Cuba, que nunca ha participado del foro, fue expulsada en 1962. Venezuela y Nicaragua se retiraron en 2017 y 2022, respectivamente. En vísperas del cónclave, que se hará del 6 al 10 de junio en Los Ángeles, Biden relajó las sanciones contra Cuba. Restableció los vuelos comerciales más allá de La Habana, (leer más)

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Nuevo paradigma en Venezuela

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se encuentra bajo una intensa presión para levantar las sanciones contra Venezuela. Su par Nicolás Maduro ordenó liberar a dos presos norteamericanos y prometió reanudar las negociaciones con la oposición, ancladas en México. ¿Significa esto el abandono de uno de los pilares de la política norteamericana, como el respeto a la democracia y los derechos humanos? ¿O se trata de una suerte de salida de emergencia frente a la crisis petrolera? “Estamos frente a un cambio en la forma de hacer política más que frente a un abandono”, explica Carolina Jiménez Sandoval, presidenta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (The Washington Office on Latin America, WOLA), en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV. Maduro, aliado de Vladimir Putin, “representa uno de los gobiernos más represivos de la región”, agrega Jiménez Sandoval desde Washington. La decisión de liberar a los dos norteamericanos fue consecuencia del sorpresivo viaje a Caracas de funcionarios de la Casa Blanca y del Departamento de Estado. Encabezó la delegación Juan González, (leer más)

Sociedad

El miedo a la libertad

En varios países, las coaliciones de gobierno y de oposición se han deglutido a los partidos tradicionales. La ausencia del bipartidismo, animada en ocasiones por algún tercer partido en discordia, ha creado un vacío que las coaliciones de gobierno y de oposición insisten en llenar con periodistas y medios de comunicación por miedo. Por miedo a la libertad, como supo llamarlo Erich Fromm. Esa confusión de roles avivó la añeja obsesión de encasillarlos en la izquierda, la derecha o la conspiración, según sus intereses, sin reparar en que un gobierno sin periodistas que van contra la corriente, metáfora del afán totalitario, termina siendo pernicioso para la sociedad. Thomas Jefferson, tercer presidente de Estados Unidos entre 1801 y 1809, prefería periódicos sin un gobierno antes que un gobierno sin periódicos. No defendía los mentados “intereses mediáticos”, sino un pilar de la democracia. Durante la dura campaña tras la cual ganó las elecciones, a comienzos del siglo XIX, los periódicos ventilaron sus enredos con una esclava mulata. Tuvo con ella un hijo que no reconoció. “Deploro el (leer más)

Actualidad

La democracia pandémica

¿Es culpa de los representantes o de los representados? En esa encerrona está la democracia latinoamericana. Los síntomas de malestar de 2019, con estallidos sociales en diversas latitudes, se vieron agravados por las erráticas gestiones gubernamentales de la pandemia. Cuando tocan elecciones, la ciudadanía tilda de incompetentes a los políticos. Y los políticos, frente a un eventual resultado adverso, sospechan de algún grado de irracionalidad en la ciudadanía. La excusa de los derrotados: casi todos los gobiernos mordieron el polvo en este larguísimo año y tres cuartos de confinamientos, mascarillas y vacunas. ¿Casi todos? No tantos como parece. La oposición más poderosa convive en el seno de las coaliciones, formadas, a veces, por partidos que no comulgan entre sí. Lo cual complica las cosas. Primero hacia dentro: cómo armonizar el discurso. Después hacia fuera: cómo convencer a un electorado no cautivo, presa de las zozobras económicas y, en términos políticos y psicológicos, quemado. Literalmente, quemado. Las elecciones, postergadas en algunos países por la crisis sanitaria, no despiertan el entusiasmo deseado, sino apenas una tímida esperanza (leer más)

Economía

¿Dónde hay un mango, viejo Gómez?

El billete de mayor denominación de Argentina, el de mil pesos, equivale al de menor valor y tamaño del euro, el de cinco. El de más ceros de Venezuela, de un millón de bolívares, apenas araña un cuarto de dólar norteamericano. En el ranking de Currency Watchlist (Observatorio de Divisas) que elabora Steve Hanke, economista de la Universidad John Hopkins, la moneda argentina figura sexta después del bolívar venezolano, la libra libanesa, el dólar zimbabuense y las libras sudanesa y siria. Una caída en picada por la cual Argentina alcanzó en 2020 el deshonroso séptimo lugar en el Índice de Miseria, que también confecciona Hanke. La condición humana, explica, zigzaguea “entre ser miserable y ser feliz. En la esfera económica, la miseria deriva de la alta inflación, los costos elevados de los préstamos bancarios y el alza del desempleo”. Variables que requieren una vacuna de una sola dosis. La del crecimiento. En igualdad de condiciones, agrega Hanke, “la felicidad tiende a florecer cuando el crecimiento es fuerte, la inflación y las tasas de interés son (leer más)

Sociedad

¿Debe ser obligatoria la vacunación?

Que la vacuna tal, que la vacuna cual, el mundo avanza a diferentes velocidades en el afán, supuestamente generalizado, de frenar la ola de contagios y de muertes por el coronavirus. En algunos países, con exceso de dosis. En otros, con escasez de la segunda. Y en otros, sin la primera ni la siguiente ni, menos aún, el potencial refuerzo de una tercera. La carrera contra la variante Delta, con mayor carga viral que las anteriores, tiene varios obstáculos. Desde el acierto hasta la impericia de los gobiernos y, cartón lleno, la resistencia de aquellos que desconfían de la vacuna o rezongan contra el autoritarismo de sus autoridades. Todo confluye en la madre de todas las dudas: ¿libertad individual o compromiso colectivo? Sólo el 14,7 por ciento de la población mundial recibió las dos dosis de la vacuna tal o cual, según Our World in Data. El 28,5 recibió una. Si en Europa se vacunaron con una dosis 85 de cada 100 personas, en Oceanía la proporción disminuye a 34. En Argentina, poco más de (leer más)

Actualidad

Lo peor de cada casa

El legislador demócrata Tip O’Neill, presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, acuñó una frase que terminó siendo el título de un libro de su autoría y una regla de la política norteamericana: All Politics Is Local (Toda política es local). Tan local es la política que define no sólo el interés nacional, sino también la proyección internacional. En Argentina, donde efectivamente toda política es local, las decisiones y los pronunciamientos del presidente Alberto Fernández parecen estar dirigidos al núcleo duro de su coalición de gobierno en desmedro, en ocasiones, de países clave para resolver problemas crónicos, como la deuda externa. La bandera de los derechos humanos, cual moneda de cambio, flamea según la dirección del viento. La abstención en la Organización de los Estados Americanos (OEA) frente a la resolución de condena del régimen autocrático de Daniel Ortega, en Nicaragua, echa luz sobre la dimensión de la política local. Pudo tratarse de una maniobra política con el guiño del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para incomodar al secretario general de (leer más)

Actualidad

Los precipicios andinos

El coronavirus no sabe de derechas o izquierdas ni respeta clases sociales. Pega por igual donde quiera que sea en el costado más sensible de las sociedades, sazonado por el hartazgo. La fatiga pandémica, prima hermana de la fatiga democrática, tiene efectos colaterales: el voto inesperado, como la victoria del banquero Guillermo Lasso en las presidenciales de Ecuador, y el voto no menos sorpresivo por un maestro rural que desafía el statu quo del Perú, Pedro Castillo, con ideario bolivariano, militancia sindical y, al final de su modesta campaña a caballo, la sombra de Sendero Luminoso a sus espaldas. Dos países limítrofes, al filo de los precipicios andinos, que estuvieron brevemente guerra en 1995, Ecuador y el Perú, emprendieron caminos opuestos 26 años después. Lasso ganó la segunda vuelta de Ecuador contra todos los pronósticos después de haber perdido la primera por amplio margen frente al delfín del expresidente Rafael Correa, Andrés Arauz. Castillo, desconocido en Lima, casi no figuraba en la lotería de 18 candidatos tras el quinquenio tortuoso de presidentes depuestos que estrenó (leer más)

Actualidad

La coherencia de Argentina

No pudo elegir mejor fecha el gobierno de Argentina para retirarse del Grupo de Lima en discrepancia con el supuesto aislamiento de Venezuela. Lo hizo el 24 de marzo, aniversario del cruento golpe militar de 1976. Más coherencia, imposible. El régimen de Nicolás Maduro comete crímenes de lesa humanidad, como lo corroboró la expresidenta chilena Michelle Bachelet, alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, pero los Fernández, Alberto y Cristina o viceversa, pasan página con la excusa del vil intento de “aislar al gobierno de Venezuela y a sus representantes” con el reconocimiento como mandatario interino de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional”. Un día antes de esa decisión, Argentina y otros países apoyaron en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU una resolución que condena “el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos” en Venezuela, Cuba y otros paraísos democráticos. Una suerte de defensa de la soberanía de sus gobiernos, más allá de la crisis humanitaria de sus pueblos, para evitar las sanciones (leer más)

Catalejo

Disparates presidenciales

“Cuanto peor, mejor para todos y cuanto peor para todos, mejor, mejor para mí el suyo beneficio político”. Fin de la cita textual de Mariano Rajoy, presidente de España entre 2011 y 2018. El trabalenguas dejó de piedra al Congreso de los Diputados. Provenía de la misma boca, la presidencial, que había soltado: “Tenemos que fabricar máquinas que nos permitan seguir fabricando máquinas porque lo que no va a hacer nunca la máquina es fabricar máquinas a su vez”. Genialidades dignas de Groucho Marx. En ristra. El sucesor de Rajoy, Pedro Sánchez, no quiso ser menos cuando intentó presumir de su lenguaje inclusivo dirigiéndose a los “miembros y miembras” del bloque del Partido Popular (PP). Desliz atribuido inicialmente a Bibiana Aído, ministra de Igualdad de José Luis Rodríguez Zapatero, repetido por otra socialista, la diputada Soraya Rodríguez. Furcio que también cometió el presidente de Chile, Sebastián Piñera. Sin afinidad ideológica, en Argentina, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, siguió esa línea discursiva cuando se dirigió a “todos los jóvenes y jóvenas del sur de la provincia (leer más)

Sociedad

Las curas milagrosas

El miedo no es zonzo. La gente tampoco. No toda, en realidad. Un hombre de Arizona, de sesenta años y monedas, murió el 23 de marzo de 2020 después de seguir al pie de la letra un consejo del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La cura milagrosa del coronavirus, interpretó el hombre, consistía en ingerir un limpiador de peceras que contenía la supuesta sustancia mágica: la cloroquina, aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos para tratar la malaria, el lupus y la artritis reumatoide. El “cambio de juego”, en palabras de Trump, llevó al hombre a la tumba y a su mujer a ser internada de urgencia. Desde ese momento clave, mientras el mundo comenzaba a familiarizarse con los confinamientos y los cierres de fronteras, tanto Trump como otros líderes lanzaron campañas de desinformación que la Organización Mundial de la Salud (OMS) resume en una sola palabra: infodemia. Politizaron la pandemia con drogas y brebajes no probados por la ciencia. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, promovía la hidroxicloroquina, pariente de la (leer más)

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El camino equivocado

“Al no acompañar los pronunciamientos de la OEA y el Grupo de Contacto contra las elecciones fraudulentas en Venezuela, el gobierno de Alberto Fernández ha provocado que nuestro país se convierta en un actor cada día menos confiable en la región”, sostiene Paula Bertol, exrepresentante argentina ante la Organización de los Estados Americanos (OEA). Un camino equivocado. Se refiere Bertol a la postura de su sucesor en la OEA, Carlos Raimundi, así como, en general, a la política exterior del gobierno de Fernández, desmarcado del Grupo de Lima y alineado al régimen de Nicolás Maduro. Bertol, partidaria de la aplicación Carta Democrática Interamericana (un llamado para cumplir un conjunto de obligaciones que han sido libremente acordadas, negociadas y aceptadas por miembros de la organización), teme que Argentina, con su abstención en la OEA y su omisión de las violaciones de los derechos humanos en Venezuela, le haga un guiño a los aliados poco confiables de Maduro: Rusia, China, Irán, Cuba y Nicaragua. La de Daniel Ortega, otro autócrata. “El canciller y el embajador en la (leer más)

Política

La resignación de los venezolanos

El régimen de Nicolás Maduro cantó victoria en las amañadas legislativas de Venezuela con un escaso 30 por ciento de participación del electorado. El fin no justificaba los medios: recuperar la Asamblea Nacional, el único órgano controlado por la oposición desde 2015. ¿Qué legitimidad tuvo el voto del 6 de diciembre? Significaba para muchos venezolanos la bolsa de comida de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). No se trató de una decisión, sino de una opción: comer o pasar hambre. Los comicios estaban signados por la abstención, el boicot, las denuncias de fraude y la falta de reconocimiento de parte de la comunidad internacional. Al domingo siguiente, 21 personas fracasaron en su intento de huir de la miseria en una balsa precaria. Iban de Güiria, Venezuela, a Chaguaramas, Trinidad y Tobago. Murieron ahogadas. ¿Es causal el parecido con el infortunio de aquellos que quieren escapar de Cuba o ingresar en Estados Unidos desde México con la ayuda de coyotes (mafias fronterizas)? La diferencia radica en que el régimen de los Castro dibujaba mejor (leer más)