La carambola francesa
Contra todo vaticinio, la ultraderecha de Marine Le Pen mordió el polvo en Francia después de acariciar la victoria en la primera vuelta de las legislativas anticipadas. El llamado cordón sanitario surtió efecto en una carambola entre Ensemble, el partido centrista de Emmanuel Macron, y una coalición de izquierda entre socialdemócratas, socialistas, verdes y comunistas, el Nuevo Frente Popular, bajo el ala de Jean-Luc Mélenchon, líder millonario de La Francia Insumisa, de 72 años, que admira al difunto Hugo Chávez. Un populista al estilo de Le Pen, pero del palo opuesto, como suele ocurrir con esos personajes. La mayoría absoluta en la Asamblea Nacional quedó en suspenso en un hemiciclo dominado ahora por tercios. Macron, presidente hasta 2027, y la izquierda desmontaron la estrategia de Le Pen en Francia, pero la ultraderecha creció en otro ámbito, el Parlamento Europeo, gracias a los resultados de las elecciones comunitarias realizadas del 6 al 9 de junio. El grupo Patriotas de Europa, sucesor de Identidad y Democracia (ID), pasó a ser la tercera fuerza detrás de los bloques (leer más)