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La doctora Marta Cohen, patóloga pediátrica argentina que dicta clases como profesora honoraria de la Universidad de Sheffield, en el Reino Unido, vio con temor la relativa normalidad en las tribunas y en los bares durante la Eurocopa de fútbol: “En cada ciudad en la que se ha jugado han aumentado los casos de la variante Delta”, observa. Y afirma que será inexorable una tercera dosis de la vacuna. Quizá, agrega, “diez meses después de la segunda”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) quiso quitarles hierro a las estigmatizaciones de ciudades y de países en las denominaciones de las variantes del coronavirus. Para evitarlas y para no utilizar nombres científicos difíciles de retener y de diferenciar apeló al alfabeto griego.
La variante británica, B.1.17, pasó a ser Alfa. La sudafricana, B.1.351, Beta. La brasileña, P.1, Gama. Y la india, B.1.617.2, Delta. ¿Incorporaremos la B.1.427/B.1.429, Épsilon, aparecida en Estados Unidos y diseminada en 34 países, y la C.37, Lambda, originaria del Perú?
Cohen, galardonada con el título de oficial de la Orden del Imperio Británico, teme el impacto que pueda tener, de concretarse, el Día de la Libertad, como llama el primer ministro británico, Boris Johnson, a la salida total del confinamiento prevista para el 19 de julio. “Muchos esperamos que no suceda”, dice, como si cruzara los dedos.
El gobierno argentino, a diferencia de Europa, Estados Unidos y Canadá, anuncia cada día el arribo de miles y miles de dosis, pero vacuna a ritmo lento bajo la sospecha de que el plan de vacunación sea, en realidad, un plan electoral.
Las única defensas conocidas, más allá de las precauciones higiénicas, la distancia social y los testeos, escasos en Argentina, son las vacunas y, desde luego, el sentido común.
Sentido común que, según el comisario mayor Alejandro Ñamandú, director general de Lucha contra el Cibercrimen de la Policía Federal Argentina, debe primar a la hora de revisar el correo electrónico o de interactuar en las redes sociales.
“Un aparato celular se transformó lisa y llanamente en una escena del crimen”, dice Ñamandú.
Los delitos de ese tipo, especialmente las estafas, “se han incrementado entre un 300 y un 400 por ciento durante la pandemia”, estima.
Así como se ha incrementado la pobreza en un ambiente de negocios que, apunta el empresario textil Enrique Lew, no parece ser el propicio para los emprendimientos.
“Esto no es nuevo ni de este gobierno”, dice a sus 89 años el autor del libro Pleno Empleo: La riqueza de las naciones y desarrollo económico, un Manifiesto pro Bienestar, publicado por Dunken.
Producción: Adriana Bagnera
Producción Ejecutiva: Aldo Bargiano
Dirección: Daniel Costoya
http://marcelafittipaldi.com.ar/2021/07/el-inevitable-tercer-pinchazo-por-jorge-elias/