Pacto de Mayo y Pactos de la Moncloa: diferencias y similitudes de acuerdos en tiempos de crisis

La invitación de Javier Milei a los gobernadores a firmar el Pacto de Mayo en la ciudad de Córdoba reflotó el recuerdo de la experiencia de los Pactos de la Moncloa, que en 1977 sentaron las bases para la España moderna. ¿Son comparables ambos procesos?




Milei: "Un nuevo contrato social" | Foto de Casa Rosada
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Es casi un clásico de la política argentina. Desde el retorno de la democracia al país en 1983, frente a cada crisis económica severa, se replican las voces que reclaman diálogo, consenso y la necesidad de un acuerdo social que abarque a cada uno de los sectores en pugna.

Y entonces reaparece el ejemplo español, un país que fue capaz de generar acuerdos básicos después de la tragedia de una guerra civil que desembocó en la noche del franquismo eterno: se los conoció como los Pactos de la Moncloa, firmados el 15 de octubre de 1977 entre los principales líderes políticos, sindicales, empresariales y partidos con representación parlamentaria.

El pasado viernes, durante la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, el presidente argentino Javier Milei volvió a hablar de pacto. Lo llamó el Pacto de Mayo, y convocó expresamente a los gobernadores del país a firmar este acuerdo el 25 de mayo próximo en la ciudad de Córdoba.

¿Existen puntos de coincidencia entre la España de 1977 y la Argentina de 2024?, ¿el Pacto de Mayo puede verse reflejado de alguna manera en los pactos de la Moncloa, que cambiaron el devenir de la historia económica, política y social española?

AIRE consultó a tres personas calificadas para brindar respuestas a estos y otros interrogantes: los periodistas y analistas políticos internacionales Claudio Fantini y Jorge Elías, y a la exdocente universitaria de Ciencias Políticas, Sistemas Electorales y Políticas Públicas, Lilia Puig.

Claudio Fantini: «Para dialogar hay que correrse al centro»

Para el analista Claudio Fantini, «es positivo que un gobierno que hasta acá solo repitió la receta de confrontación que ya había aplicado el kirchnerismo, brinde una señal en el sentido del diálogo. Sin embargo, de momento no existe ninguna similitud entre el Pacto de Mayo convocado por Milei y los Pactos de la Moncloa firmados en España, salvo por la expectativa que ha generado la posibilidad de un acuerdo político en la Argentina».

«¿Cuál es la principal diferencia entre un caso y el otro?: que para dialogar hay que correrse al centro. El diálogo solo puede darse desde el centro. Nadie puede convocar a otros a un diálogo, llamándolos a que vayan a un polo extremo. Y Milei convocó a los gobernadores a dialogar en ese lugar», remarcó.

Fantini recordó que en la firma de los Pactos de la Moncloa estuvieron la izquierda marxista, los ultraconservadores falangistas, los socialistas, los liberales, que «se habían desangrado en la guerra civil y todos dieron un paso al centro, salieron de sus dogmas, porque el dogmatismo nunca está en el centro».

«Acá -añadió- Milei no dio ningún paso hacia el centro, sino que se parece más a un llamado al resto para que todos vayan a un polo extremo. Así no se puede dialogar. El gobierno debe salir de su ideologismo extremo, porque Milei tiene entre sus rasgos el ser un dogmático político bajo el camuflaje de una postura económica».

Lilia Puig: «La gran diferencia fue el respeto hacia los partidos políticos»

Para la exdocente de la Universidad Nacional del Litoral, Lilia Puig, las similitudes entre los Pactos de la Moncloa y el Pacto de Mayo pueden encontrarse en el hecho de que «la España de 1977 tenía problemas económicos, de inflación y de un sistema muy corporativo que venía del franquismo. Era una economía muy controlada y con una clase empresaria muy protegida, que debía encarar la apertura hacia una economía de mercado para sumarse al resto de Europa».

Sin embargo, las diferencias entre ambos pactos son marcadas: «Cuando uno analiza el proceso que derivó en los Pactos de la Moncloa, observa que fue de alto nivel político. La derecha conducía el gobierno, pero el Partido Comunista participaba de las reuniones. Adolfo Suárez, quien conducía el Estado, confiaba en los partidos políticos y les reconocía su legitimidad, algo que no sucede en Argentina».

«El gobierno de entonces -añadió- planteó reformas fiscales y monetarias, pero a pedido del Partido Socialista Español se amplió la perspectiva del acuerdo a dimensiones económicas vinculadas con la producción y otras que iban más allá de la economía».

Mientras en Argentina el presidente Javier Milei convocó a los gobernadores a firmar un acuerdo de diez puntos ya definidos, «en España el gobierno hizo una propuesta abierta a los otros partidos y se terminaron armando grupos de trabajo entre equipos del gobierno y los técnicos de los partidos. Estuvieron hasta los catalanes, por entonces aún más separatistas en ahora».

«La gran diferencia fue el respeto hacia los partidos políticos, ya que nadie les estaba diciendo ladrones mientras los convocaba a firmar un pacto. Para el gobierno de Suárez era muy importante que el Parlamento colaborara en la aprobación y el control de cumplimiento del pacto», resaltó Puig.

Según la exdocente universitaria, en España hubo una fuerte oposición de los sectores empresariales a aquellos acuerdos, «porque los obligaba a aceptar las reglas del mercado después de haberse acostumbrado a un ambiente fuertemente proteccionista durante décadas. Pero era la condición para ingresar a la Comunidad Europea».

Jorge Elías: «Te cambio la Ley de Bases por un pacto»

Según el analista internacional Jorge Elías, las coincidencias entre los pactos de la Moncloa y el Pacto de Mayo pasan por «la simbología de convocar a los partidos, a los gobernadores, al arco sindical y empresarial para firmar un acuerdo».

«La primera diferencia -explicó- es que los pactos de la Moncloa no fueron convocados por Adolfo Suárez con un texto ya escrito, sino que les dijo vengan, reunimos todos los partidos con representación en el Congreso de los Diputados, los sindicatos y los empresarios, y vemos qué podemos hacer para sacar adelante a España».

Tampoco aquella experiencia fue sencilla. De hecho, en un primer momento, la Unión General de Trabajadores no aceptó el acuerdo, aunque con el tiempo cambió de posición y se terminó sumando. 

«Eso es un verdadero pacto. En la Argentina, fue un ‘te cambio la Ley de Bases por un pacto’. Además, mucho de lo que plantea Javier Milei ya está en la Constitución Nacional, como por ejemplo el respeto por la propiedad privada. Es cuestión de respetar la Constitución», remarcó. 

Elías destacó que en España «Adolfo Suárez, que era del PP de derecha, mantuvo conversaciones previas con Felipe González, que era del Partido Socialista Español, y con Santiago Carrillo, que era secretario general del Partido Comunista». 

En definitiva, «el análisis de la situación que hizo Milei en su discurso es difícil de rebatir, pero la propuesta no suena a un verdadero pacto. Más que un pacto, pareció una propuesta de intercambio».

José Curiotto

Publicado originalmente en Aire Digital



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