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Política

La piedra en el zapato

Los periodistas no son fiscales ni ejecutores de los sujetos que la mayoría rechaza Lo llamó “perro” y probó puntería. Cual lanzador de las Grandes Ligas de Béisbol, Muntadar al-Zeidi procuró hacer justicia por mano propia. Con los tiros malogrados de sus zapatos contra George W. Bush quiso expresar, en un rapto de ira, la impotencia de su pueblo por la ocupación de Irak. Lo arrestaron de inmediato. Abogados de toda laya se ofrecieron para defenderlo. Lo molieron a palos en una celda del palacio de la presidencia. Lo procesaron por “insultar públicamente al presidente de los Estados Unidos”. Le pidió disculpas al primer ministro de su país, Nuri al-Maliki, de modo de rebajar la pena. Ya había cobrado notoriedad: de reportero ignoto del canal satelital  Al Baghdadia pasó a ser estrella de CNN y YouTube. ¿Era su objetivo ser hasta el inspirador de un videojuego de hechura británica llamado “sock and awe (calcetín y sobrecogimiento)”, ironía de la consigna “shock and awe (conmoción y sobrecogimiento)” empleada por los Estados Unidos para tumbar a Saddam (leer más)

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Política

El descubrimiento de América

Los Estados Unidos buscarán recuperar el terreno perdido a manos de Rusia y China Contó Antonio Pigafetta, miembro de la tripulación de Magallanes en su primer viaje alrededor del mundo, que en América meridional había visto seres exóticos; entre ellos, cerdos con el ombligo en el lomo y pájaros sin patas cuyas hembras empollaban en las espaldas del macho y otros sin lengua cuyos picos parecían cucharas. Contó también el navegante florentino que, hacia 1520, el primer nativo que encontraron en la Patagonia, “tan alto que con la cabeza apenas le llegábamos a la cintura”, iba vestido con la piel de un animal con cabeza y orejas de mula; cuerpo de camello; piernas de ciervo, y cola y relincho de caballo. “El comandante en jefe mandó darle de comer y beber y, entre otras chucherías, le hizo traer un gran espejo de acero –continúa Pigafetta–. El gigante, que no tenía la menor idea de este mueble, y que sin duda por primera vez veía su figura, retrocedió tan espantado que echó por tierra a cuatro (leer más)

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Política

Lo mejor de cada casa

En la selección de su equipo, Obama privilegió la destreza a la filiación partidaria En forma sorpresiva, durante una visita a Londres en 2003, Hillary Clinton elogió a Margaret Thatcher. Se suponía que, como Tony Blair, estaba en las antípodas de la ex primera ministra, de ideología conservadora. De ella llegó a decir François Mitterrand que tenía “la boca de Marilyn Monroe y los ojos de Calígula”. Lejos de tributarle un piropo, el ex presidente francés procuró describirla como una mujer inteligente e intrigante que ponía nerviosos a los hombres y, en algunos casos, lograba atemorizarlos. Les debía a los soviéticos el mote de Dama de Hierro. Hillary no comulgaba con Thatcher, pero cambió de parecer. Se sintió identificada con ella, sobre todo, mientras peleaba la candidatura presidencial con Barack Obama. Quería mostrarse, también, como una mujer inteligente e intrigante. Hasta que soltó una lágrima y, como jamás había hecho Thatcher, atribuyó a su condición femenina las críticas de la prensa. La imagen gélida de la senadora que había soportado los embustes de Bill Clinton (leer más)

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Sociedad

El dinero no hace la felicidad

La gente de los países con mayor crecimiento no es la más satisfecha con su vida Está confirmado: el dinero no hace la felicidad. En países con un ritmo de crecimiento acelerado en los últimos años, como Trinidad y Tobago, Chile, Perú, Ecuador y la República Dominicana, la gente se siente menos satisfecha que en otros con poco o ningún crecimiento, como El Salvador, Paraguay y Guatemala, según revela un estudio realizado en la región por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Confiesan sentirse satisfechos los ciudadanos de Costa Rica, Panamá, México y Venezuela en una profusa lista, cerrada por los ecuatorianos, los nicaragüenses, los dominicanos y los haitianos, en la cual, curiosamente, los argentinos superan en ese aspecto a los chilenos y los uruguayos. Es la paradoja del crecimiento infeliz: “Entre más rápido crece un país, más rápido crecen las expectativas de consumo y de estatus económico y social”. Y es, también, la paradoja de las aspiraciones: la ausencia de aspiraciones, así como las bajas expectativas depositadas en los gobiernos, “debilitan las demandas de (leer más)

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Política

Un misil en el placard

Sin haber aplacado la euforia de la victoria, Obama recibió el primer aviso de Irán Era presumible que, superadas las elecciones de los Estados Unidos, Mahmoud Ahmadinejad saludara el resultado; en su caso, con misiles en lugar de fuegos artificiales. Era presumible, también, que la sucursal de Al-Qaeda en Irak y el régimen talibán en Afganistán azuzaran a Barack Obama y George W. Bush con un súbito y brutal incremento de los atentados suicidas, de modo de no cejar en su intento de mostrar fortaleza en coyunturas desoladoras. Era presumible, a su vez, que ese triángulo, con vértices en Irán, Irak y Afganistán, procurara capitalizar la agenda del gobierno norteamericano electo, supeditada a la crisis económica y financiera global en la cuenta regresiva del actual gobierno. En su ocaso, Bush se arrepintió de haber dicho que quería “vivo o muerto” a Osama ben Laden y de haberse apresurado a festejar con el cartel de “misión cumplida” en la espalda, en una visita al portaaviones Abraham Lincoln, en mayo de 2003, el desenlace de la guerra (leer más)

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Política

Cambio y fuera

No sólo se impuso Obama, sino también una nueva forma de hacer política LOS ANGELES.– En las primarias de 2004, el precandidato demócrata Howard Dean notó que podía hacer campaña y recaudar fondos por Internet. Perdió frente a John Kerry, pero dejó su estela. En las presidenciales, el estratego republicano Karl Rove echó mano del mismo recurso para movilizar a la base cristiana que facilitó la reelección de George W. Bush. En apenas cuatro años, Barack Obama perfeccionó el sistema en su duelo contra Hillary Clinton y terminó de pulirlo contra John McCain: difundió planes, anunció actos, reclutó voluntarios y embolsó millones de dólares gracias a módicos aportes de votantes primerizos que se familiarizaron con el eslogan Yes, we can gracias a You Tube, MySpace, Facebook y otros sitios sociales. Consolidó de ese modo una vía efectiva para llegar a la gente sin prescindir de los medios tradicionales. La expansión del fenómeno Obama, no sólo en los Estados Unidos, mucho tuvo que ver con su carisma, su poder de convocatoria, su afinada oratoria y su (leer más)

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Política

Operación triunfo

En el mundo, cuatro de cada cinco ciudadanos votarían por Barack Obama SHANGHAI.– En Silicon Valley crearon un videojuego que, como martilla la promoción, “se adelantó a su tiempo”. Se llama Crysis y es, según Yahoo!, “uno de los más importantes, esperados y anhelados en el mundillo de los videojuegos”. También era esperada, aunque no anhelada, la otra crisis, la real. Era esperada, pero no tan pronto. Barack Obama y John McCain no tenían previsto vérselas con ella en el final de la campaña ni sentirse obligados a cabildear contra sus principios por la sanción del plan de rescate de los bancos en aprietos. Estaban preparados para discrepar sobre Irak, Afganistán, la salud, la educación y la economía en general, no sobre la crisis en particular. Menos aún para defender un proyecto de George W. Bush. La crisis no es como Crysis. En el videojuego, un soldado del Comando Delta, Jake Dunn, se propone liberar a científicos secuestrados en una isla por crueles militares norcoreanos que responden a las órdenes del temerario general Kyong. Superada (leer más)

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Política

El fin de la historia

El inminente ascenso de China provoca algunos recelos a Obama y a McCain PEKÍN. – En Chengdu, China, un individuo pagó 270.000 dólares por el número de teléfono 8888-8888. En Hangzhou, también China, otro pagó 130.000 dólares por la chapa patente de su coche, número A-88888. La creencia de los chinos en el número ocho, sinónimo de prosperidad y fortuna, llevó a sus autoridades a redondear en ocho la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos: el día 8 del mes 8 (agosto) del año 8 (2008), a las 8 de la noche, 2008 estudiantes de artes marciales interpretaron con precisión milimétrica meneos de raíz milenaria. No sólo primó el azar, sino, también, el simbolismo: George W. Bush saludó de lejos al presidente Hu Jintao, sentado (¿ocho?) escalones arriba en el estadio Nido de Pájaro. En ese momento, mientras Bush agitaba la mano, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, parecía decirle al oído que no había sido una buena idea alentar al presidente de Georgia, Mikhail Saakashvili, a aventurarse en la provincia de Osetia del Sur, (leer más)

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Política

Si algo puede ir mal, irá mal

Mientras unos festejan y otros deploran el desenlace de la crisis, ésta sigue siendo de pronóstico reservado “Es el fin del capitalismo”, concluyó Mahmoud Ahmadinejad. Lo celebró Hugo Chávez: “Está crujiendo esa arquitectura financiera que consideró al mundo un casino”. Les dio letra, desde las antípodas, Nicolas Sarkozy: “La autorregulación para resolver todos los problemas se terminó; le laissez faire, c’est fini”. De ser el fin del capitalismo, los mandatarios de Irán, Venezuela, Francia y otros, así como los candidatos presidenciales norteamericanos, deberían poner en remojo sus barbas, sus convicciones y sus propósitos. Ninguno de ellos, avisados de la crisis, contempla en sus presupuestos un Estado fuerte en desmedro de un mercado débil, por más que el colapso de Wall Street clausure un ciclo histórico. Desde los regímenes comunistas, como el chino, el norcoreano y el cubano, hasta los teocráticos, como el iraní, preservan espacios para el mercado. Gobiernos de otra naturaleza, como el norteamericano y la mayoría de los europeos, latinoamericanos y asiáticos, preservan espacios para el Estado. Sin una acción conjunta de ambos, (leer más)

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Plegarias atendidas

El mayor rescate financiero de la historia puso a prueba el liderazgo político Sobre su escritorio, en el Salón Oval, Harry Truman tenía un letrero que decía: “The buck stops here! (del slang, ¡la bola se detiene aquí!)”. Era una forma de poner un límite a los debates y, más allá del resultado, asumir la responsabilidad de sus actos. Le pagaban para eso: para tomar decisiones y, con ellas, arriesgar su capital político. Comparte con Richard Nixon el deshonor de haber sido uno de los presidentes más impopulares de la historia. Sólo por un rato: George W. Bush se apresta a batir ambas marcas. El letrero de Truman suponía que siempre quería tener la última palabra. Bush también quiso tenerla, pero debilitó el orgullo nacional con su obsesión en restaurarlo tras la voladura de las Torres Gemelas y, agobiado por el colapso financiero, infundió más miedo que certidumbre en su afán de convencer a los republicanos y los demócratas de la necesidad de votar en primera instancia, en la Cámara de Representantes, el plan de (leer más)

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Política

Curados de espanto

Era eso, no más: envidia. En la Argentina, a diferencia de cualquier otro país, las burbujas no se pinchan; se derrumban. Y, si se derrumban, cuidado: pueden provocar avalanchas. Estamos a salvo, sin embargo. Lo aseguró Cristina Kirchner: “El Primer Mundo, que nos habían pintado como la Meca a la que debíamos llegar, se derrumba como una burbuja”. ¿Tiene su merecido, entonces? Ni George W. Bush ni su secretario del Tesoro, Henry Paulson, ni el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, embarcados en tediosas negociaciones en el Congreso antes de tomar decisiones, “igualito a mi Santiago”, mencionaron una palabra de la exitosa fórmula para evitar que la burbuja se derrumbe: vivir aislados. La burbuja se derrumba en los Estados Unidos, no en la Argentina. ¿Cae el Merval? Nada de eso: las acciones acompañan el flaco índice de inflación que refleja el siempre confiable Indec. ¿Crece el riesgo país? Los “loros internacionales y de cabotaje” que “siempre pronostican caos y cataclismos” no pueden reprimir el resentimiento ni saben apreciar que, como insinuó la Presidenta, Walt (leer más)

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Política

Con el corazón en la coca

El abrupto corte de la relación con EE.UU. deja a Bolivia a merced de Chávez En la región del Chapare, base operativa de Evo Morales, el eslogan de la campaña de 2005 era casi una excusa que prendía con vigor: coca no es cocaína. Tanto los miembros de la Federación del Trópico de Cochabamba (nombre de fantasía del sindicato de productores de coca) como los militantes del ahora oficialista Movimiento al Socialismo vitoreaban con los puños alto las alabanzas a “la hoja sagrada” y las acechanzas contra “los yanquis”. Todos compartían esa postura, excepto los militares bolivianos. Sus ingresos estaban subordinados a los fondos destinados por los Estados Unidos a la erradicación del cultivo de la materia prima de la cocaína. En casi tres años, esa situación no cambió. Desde su asunción como presidente, en 2006, Morales aceptó, por un lado, el flujo de dinero norteamericano, del orden de los 30 millones de dólares anuales, y rechazó, por el otro, las intromisiones en aquello que los bolivianos consideran intocable por ser parte de su cultura. (leer más)

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La madre de las tormentas

La candidata a vice de McCain refrescó el discurso republicano en la convención Razones de fuerza mayor amenazaban con privar a los republicanos de su semana de gloria. En la convención iban a hablar, el primer día, el presidente George W. Bush y el vicepresidente Dick Cheney. Lejos quedaba el discurso de John McCain, previsto para la clausura por razones de estrategia y, también, de fuerza mayor: cuanto más lejos, mejor, de modo de evitar confusiones. El huracán Gustav, apodado “la madre de las tormentas” por el alcalde de Nueva Orleáns, Ray Nagin, prometía zozobras y estragos. Frente a ello, la disyuntiva era seguir con la fiesta en Saint Paul, Minnesota, o demostrar que estaban a la altura de las circunstancias. Demostraron que estaban a la altura de las circunstancias. Tres años antes, el 29 de agosto de 2005, McCain celebraba su cumpleaños en Arizona con Bush, su rival en las primarias de 2000, mientras el Katrina devastaba Nueva Orleáns. La falta de reacción dejó al presidente en una posición embarazosa: un millar y medio (leer más)

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Política

El talón de Aquiles

La escalada terrorista coincide con la debilidad de las potencias frente a Rusia Tras el rechazo irlandés a las reformas institucionales comprendidas en el Tratado de Lisboa, la Unión Europea (UE) quedó groggy. Literalmente, groggy. En el referéndum, celebrado el 12 de junio, pocos decidieron por muchos. El no como resultado, al igual que en Francia y Holanda, tuvo el impacto de un cross en la mandíbula. Hizo besar la lona a la idea de afianzar la unidad del continente. Y, a su vez, bloqueó la posibilidad de articular una política exterior común en un momento crucial. Crucial por el declive relativo de los Estados Unidos; por la crisis de los Balcanes, rubricada con la independencia de Kosovo, y por el plan nuclear de Irán, convencido de haber sido el ganador de la guerra contra Irak. Crucial, también, por los controvertidos dilemas domésticos de Turquía, por la inestabilidad de Medio Oriente y por la mayor caladura internacional de China y la India. Un mes y monedas antes del referéndum en  Irlanda, el 7 de mayo, (leer más)

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Política

Casa tomada

Con su desproporcionada réplica a Georgia, Rusia fijó el límite de Occidente Poco antes del crepúsculo del siglo XIX, el zar Alejandro III vislumbró el amanecer del siglo XXI: “Rusia sólo tiene dos aliados verdaderos: su armada y su ejército”. En uno de ellos, el ejército, confió Vladimir Putin para desbaratar el plan del presidente de Georgia, Mikhail Saakashvili, de poner el pie en la provincia de Osetia del Sur, protegida por las fuerzas rusas desde 1992. Un año antes, en medio del colapso de la Unión Soviética, Georgia había declarado la independencia. El ahora primer ministro, sin las facultades presidenciales con las cuales reprimió durante su gestión a los rebeldes chechenos, no obró como el antecesor del actual mandatario, Dimitri Medvedev, sino como su jefe. O, acaso, como el zar. Osetia del Sur y Abjasia, otra provincia clave por la energía que recorre sus entrañas, gozan de una independencia de facto, no reconocida por Georgia. Desde la independencia de Kosovo, en los Balcanes, alentada por la Unión Europea (UE) y los Estados Unidos, ambas (leer más)