Sociedad

La política de los centennials

Que no les incumba la política ni se identifiquen con los políticos no significa que vivan en la Nube de Oort. Los centennials, franja de entre 16 y 24 años de edad, están más preocupados por cuestiones concretas como el cambio climático o los derechos de los animales que por las roscas del poder o el canto de sirena de las campañas. Apoyan la democracia, pero se sienten insatisfechos. No están solos. Zigzaguean entonces entre la apatía (escepticismo sobre las instituciones y baja participación e interés en la política) y la antipatía (apoyo activo a movimientos liberales hostiles a las instituciones pluralistas). Esa tendencia creció en los últimos años merced al surgimiento de una ola populista global de expresiones de izquierda y de derecha, según el informe Juventudes y Democracia en América Latina, de la organización filantrópica Luminate. Continúa en ascenso en Argentina, Brasil, Colombia y México. La apatía pasa a ser antipatía en sociedades en las cuales prima la exclusión social como sistema. Más en varones que en mujeres. El remedio: transmitirles el aporte (leer más)

Economía

No mires arriba ni abajo

El aumento del precio del combustible derivó en Francia en la aparición de los chalecos amarillos, contrarios a las políticas de Emmanuel Macron. Idéntica medida, con la excusa de racionalizar el consumo, desató protestas en Irán, Ecuador y Haití. Países distantes, aguijoneados por problemas estructurales recurrentes. Otro pueblo, el de Kazajistán, encerrado entre Rusia y China en Asia Central, estalló el 2 de enero por una decisión similar de su impopular presidente, Kasim-Yomart Tokáyev. La abortó al rato. Tarde. La gota desbordó el vaso y causó, en una refriega brutal, 164 muertos, más de 1.300 heridos y casi 8.000 detenidos. Las protestas, reprimidas a sangre y fuego por las fuerzas de seguridad de Tokáyev, provocaron la intervención militar de Rusia vía Vladimir Putin, siempre atento a preservar alfiles autócratas como los de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, y de Azerbaiyán, Ilham Aliyev. Kazajistán, gobernado por el mismo partido desde que se independizó de la extinta Unión Soviética en 1991, Nur Otan, se refugió bajo el alero de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), de la (leer más)

Actualidad

Estados golpeados

En octubre de 2021 hubo un golpe de Estado en un Estado golpeado: Sudán. Cayó el primer ministro, Abdalla Hamdok. Quedó bajo arresto domiciliario. Lo repusieron al mes siguiente frente a un dilema: la suspensión de millones de dólares de ayuda internacional. Hamdok renunció el segundo día de 2022. No pudo formar gobierno. Habían pasado 42 días después del acuerdo que alcanzó con la junta militar mientras disfrutaba de una apacible jubilación. Las calles estallaron con una consigna que no respeta fronteras: que se vayan todos. Civiles, militares y afines. La hoja de ruta de la transición consistía en democratizar un país sometido durante tres décadas a la dictadura de Omar al Bashir, depuesto durante el año de las protestas a cuatro bandas, 2019. La de Sudán resultó ser la sexta asonada militar de 2021 después del ciclo iniciado el 1 de febrero en Myanmar, antes Birmania, en el sudeste asiático. Le siguieron otras en Mali, Guinea-Conakry y Chad mientras en Níger hubo un intento fallido al igual que en Sudán un mes antes de (leer más)

Actualidad

Las otras erupciones

En el mundo hay alrededor de 70 erupciones por año de los 1500 volcanes que permanecen activos. El Cumbre Vieja, de la isla de La Palma, en las Canarias, España, destruyó en un santiamén más de un centenar de viviendas y forzó la evacuación de miles de personas. La catástrofe coincide con otras plasmadas en la inauguración de un nuevo período de sesiones de la Asamblea General de la ONU. En ese ámbito, los mandatarios pasaron revista de la desapareja distribución de las vacunas contra el COVID-19 y de los leves avances en otra batalla crucial. La del cambio climático. Si el coronavirus desnudó la enorme desigualdad de un planeta en erupción por razones políticas, económicas y sociales, el inequitativo reparto de las vacunas ensancha aún más la rendija entre los países ricos y pobres y, dentro de sus fronteras, la puja entre los vacunados y los no vacunados o entre los partidarios del uso de mascarillas y los que sienten que atenta contra la libertad individual. En un contexto plagado de erupciones, inundaciones, sequías, (leer más)

Actualidad

¿Misión cumplida?

Misión cumplida. ¿Misión cumplida? El fracaso fortifica a los fuertes, según Antoine de Saint-Exupéry, autor de El Principito. ¿Quiénes son los fuertes? Los talibanes, más allá de la perorata de Joe Biden sobre el final de la guerra más larga de la historia. El fracaso, como la necesidad, tiene cara de hereje. Palabra que no sólo se atribuye a la persona que niega alguno de los dogmas establecidos por una religión, sino también al descreído. Esa impresión dejó Estados Unidos después de dos décadas de ocupación militar en Afganistán. La de un mundo desconfiado de su autoridad como nación indispensable. ¿Es el final de una era, como pudo serlo para Gran Bretaña la debacle del Canal de Suez, en 1956, o para la Unión Soviética el retiro de Afganistán, en 1989, poco antes de la caída del Muro de Berlín y de su propia desintegración? Biden, a diferencia George W. Bush en Irak, no pudo celebrar una victoria. En aquella guerra tampoco Estados Unidos podía jactarse de haber resuelto el problema con la ejecución de (leer más)

Actualidad

El magnicidio de Haití

Huracanes, emergencia sanitaria, crisis política, protestas, represión, corrupción, violencia, secuestros, pobreza y, cual último martillazo, el magnicidio del presidente. Jovenel Moïse, de 53 años, no vio el amanecer en su residencia de Puerto Príncipe. Lo mataron a tiros unos sujetos que, según el primer ministro, Claude Joseph, “hablaban en inglés y en español” en un país cuyos idiomas oficiales son el francés y el creóle (criollo haitiano). Otro porrazo para Haití, no repuesto del devastador terremoto de 2010, que mató a 316.000 personas y demolió medio millón de viviendas, ni de las convulsas elecciones de 2015. Eran el broche de la presidencia del cantante de carnaval Michel Martelly. Moïse, apodado El Hombre Banana por ser un empresario de ese sector, triunfó en esas elecciones. Resultaron impugnadas. Ganó de nuevo en 2016 bajo sospechas de fraude. La tensión se apoderó de las calles dos años después, con muertos, saqueos y destrozos, por las denuncias de malversación de 3.800 millones de dólares de Petrocaribe. Un pozo ciego creado en 2005 por el presidente venezolano Hugo Chávez para (leer más)

Actualidad

Lo peor de cada casa

El legislador demócrata Tip O’Neill, presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, acuñó una frase que terminó siendo el título de un libro de su autoría y una regla de la política norteamericana: All Politics Is Local (Toda política es local). Tan local es la política que define no sólo el interés nacional, sino también la proyección internacional. En Argentina, donde efectivamente toda política es local, las decisiones y los pronunciamientos del presidente Alberto Fernández parecen estar dirigidos al núcleo duro de su coalición de gobierno en desmedro, en ocasiones, de países clave para resolver problemas crónicos, como la deuda externa. La bandera de los derechos humanos, cual moneda de cambio, flamea según la dirección del viento. La abstención en la Organización de los Estados Americanos (OEA) frente a la resolución de condena del régimen autocrático de Daniel Ortega, en Nicaragua, echa luz sobre la dimensión de la política local. Pudo tratarse de una maniobra política con el guiño del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para incomodar al secretario general de (leer más)

Política

¿En qué manos queda Afganistán?

Desde la ejecución de Osama bin Laden en su madriguera de Pakistán, en 2011, tanto el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, como su sucesor, Donald Trump, barajaron la posibilidad de poner punto final a la guerra más larga de la historia de su país. La declarada en 2001 por George W. Bush contra el régimen talibán en Afganistán, vecino de Pakistán, en represalia por la voladura de las Torres Gemelas. Veinte años después del comienzo, Joe Biden ha decidido el retiro de las últimas tropas norteamericanas antes de una fecha simbólica, el 11 de septiembre. El contingente, de 100.000 efectivos cuando Obama asumió la presidencia, ronda entre 2.500 y 3.000 en la actualidad. La guerra en sí, un escudo ante la amenaza de atentados en Estados Unidos, perdió interés entre los norteamericanos, enfocados en la crisis sanitaria, puertas adentro, y en la recomposición de la imagen nacional ante los desafíos de China y Rusia, puertas afuera. Un eventual resurgimiento de Al-Qaeda, engendro terrorista con sello talibán y firma de Bin Laden, figura entre (leer más)

Política

¿Naciones Unidas?

En secreto, como si estuviera en falta, el presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, asumió su sexto mandato. Juró «servir al pueblo de la República de Bielorrusia, respetar y proteger los derechos y libertades de las personas y los ciudadanos». Una ironía, casi, después de 26 años en el cargo y de la brutal represión de las protestas tras las elecciones del 9 de agosto. Quizá como el primer golpe de Estado durante la pandemia. El de Mali, apoyado por la población tras dos meses de concentraciones multitudinarias contra el régimen de Ibrahim Bouabakar Keita, alias IBK. ¿Naciones Unidas? Naciones Unidas expresó su “gran preocupación por las denuncias de tortura y otros tratos crueles e inhumanos a las personas detenidas” en Bielorrusia, cuyo gobierno no ha sido reconocido por la Unión Europea, y abogar por la paz en Mali, África. ¿Qué más podía hacer frente al atropello del régimen de Lukashenko después de renovar su mandato en elecciones no supervisadas por ningún organismo internacional bajo el padrinazgo de Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad con (leer más)

Videos

Liderazgos ausentes

¿Del desorden al caos?, se pregunta el diplomático argentino Ricardo Arredondo en un exhaustivo análisis publicado en la revista Foreign Affairs. Plantea un dilema, más que una duda. El de la falta de liderazgos frente a la crisis sanitaria global. “Una crisis transcendental que probablemente vaya a generar mutaciones significativas en el orden internacional tal como lo conocemos”, describe Arredondo, profesor de las universidades de Belgrano, Palermo y Buenos Aires. Esta crisis, agrega Arredondo, “ha contribuido a acelerar las debilidades del multilateralismo y de un orden internacional basado en normas” Ni Estados Unidos, en repliegue, ni China, en expansión, demostraron interés en asumir el liderazgo frente a la pandemia. Instituciones multilaterales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de los Estados Americanos (OEA) “han estado ausentes”. Ausentes sin aviso. Esta crisis, agrega Arredondo, “ha contribuido a acelerar las debilidades del multilateralismo y de un orden internacional basado en normas”. La crisis derivó en Argentina en una serie de conflictos irresueltos, como la toma de tierras, el debate por la reforma judicial, (leer más)

Política

La pandemia no da tregua

Pese al pedido de una tregua mundial del secretario general de la ONU, António Guterres, para enfrentar la pandemia, los conflictos continúan. Un ruego, casi, el 23 de marzo: silencien las armas; detengan la artillería; pongan fin a los ataques aéreos. Entre esa fecha y el 13 de junio han muerto en enfrentamientos armados más de 20.000 personas, según la organización The Armed Conflict Location & Event Data Project (Acled). Sólo en Yemen, tras cinco años en guerra, 24.000 debieron abandonar sus hogares por los ataques de la coalición dirigida por Arabia Saudita. Esa legión engrosa los 79,5 millones de desplazados que contabilizaban la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y el Consejo Noruego para los Refugiados a finales de 2019. Una de cada 97 personas en el planeta, cifra jamás registrada. La solicitud de Guterrres, respaldada por 114 gobiernos y varias organizaciones de la sociedad civil, derrapó en poco tiempo. A menos de un mes de formularla, tres soldados filipinos murieron en una emboscada de la guerrilla maoísta Nuevo Ejército del Pueblo, (leer más)

Política

Trump, a corto plazo

Dice Francis Fukuyama que las crisis importantes tienen consecuencias generalmente imprevistas. No vaticina esta vez el final de la historia, sino el prólogo o la continuación de otra. De una que, como la Gran Depresión, estimuló el nacionalismo, la Segunda Guerra Mundial y el afianzamiento de Estados Unidos como líder global. O de otra. La de los atentados de 2001, que derivó en las guerras fallidas de Afganistán e Irak y en el surgimiento de Irán y de nuevas formas de terrorismo islámico. ¿Qué consecuencias importantes e imprevistas deparan la crisis sanitaria por el coronavirus y la fractura social por el asesinato de George Floyd en la dimensión desconocida, la de Donald Trump? Se trata de una crisis dentro de otra irresuelta. La financiera de 2008, partera de la fallida Primavera Árabe, de los colectivos de indignados con una sucursal en Estados Unidos, Occupy Wall Strett, y de líderes que enarbolan como propia la lucha contra el establishment, aunque provengan de sus entrañas. En ese casillero colocó Trump a Hillary Clinton en 2016 y, en (leer más)

Política

La idea fija de Trump

El apuro de Donald Trump en volver a la normalidad a pesar del impacto de la pandemia en Estados Unidos refleja la discordancia global en la gestión de la crisis. Otros presidentes, los de México y Brasil, Andrés Manuel López Obrador y Jair Bolsonaro, están en las mismas. El de Nicaragua, Daniel Ortega, reapareció después de 34 días de rara ausencia en uno de los pocos países que no ha decretado la cuarentena ni para el fútbol. Se trata de un síntoma de la cerrazón de los Estados y de las peleas domésticas frente a la impotencia del orden multilateral. En palabras de Trump, la batalla contra “un virus cruel de una tierra distante”. La tierra distante, China, pudo tener su cuota de responsabilidad en esconder información al comienzo del desmadre, pero la reprimenda de Estados Unidos contra la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el recorte del 14,6 por ciento de su presupuesto, va más allá de esos pendientes. Los de la guerra comercial declarada por Trump. Un asunto personal, casi, a tono (leer más)

Sociedad

La máscara del coronavirus

Cuando un comité de 15 expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Banco Mundial vaticinó en septiembre de 2019 “una amenaza muy real” si estallaba “el brote de un nuevo y agresivo tipo de gripe”, nadie suponía que apenas tres meses después iba a aparecer el coronavirus o COVID-19 en la ciudad china de Wuhan. El informe anual de The Global Preparedness Monitoring Board, encargado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), vaticinaba la muerte de 50 a 80 millones de personas y un cinco por ciento de retracción de la economía global de declararse la epidemia. Se trató de una evaluación prospectiva, titulada Un mundo en riesgo, a la luz de los estragos provocados por las epidemias del ébola entre 2014 y 2016 y de la gripe aviar o H1N1 en 2009. ¿Su conclusión? Lapidaria: “El mundo está en grave riesgo de ser devastado por epidemias de enfermedades regionales o mundiales o pandemias que no sólo causan pérdidas de vidas, sino también desequilibrios económicos y caos social”. Una pandemia (leer más)

Sociedad

Yemen antes que Europa

SEVILLA, España – En marzo de 2015 estalló la guerra. La de Yemen, causa de la mayor tragedia humanitaria del mundo. Un destino poco favorable. En apariencia. Curiosamente, en 2019, 138.000 personas de regiones rurales de Etiopía, como Oromia, Amhara y Tigray, cruzaron el Golfo de Adén rumbo a Yemen y menos, 110.000, el Mediterráneo rumbo a Europa, según la Organización Internacional para las Migraciones. No para establecerse en ese país, devastado por el enfrentamiento entre los rebeldes huthis, chiitas apoyados por Irán, y la coalición árabe, sino para trasladarse a Arabia Saudita. ¿Por qué la Ruta del Este u Oriental prevalece sobre la Mediterránea como en 2018, cuando el número de migrantes llegó a ser de 150.000, según ese apéndice de la ONU, a pesar de “los abusos que sufren en ese riesgoso derrotero a manos de contrabandistas y traficantes que explotan sus esperanzas de una vida mejor”? Cinco años de conflicto y sus devastadoras consecuencias no intimidan a los migrantes frente a un viaje azaroso, no exento de tortura, explotación y trata. Los (leer más)