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La Doctrina Monroe, aquella que puso a raya la influencia de Europa en el hemisferio occidental durante el siglo XIX, retorna con nuevos bríos de la mano de Donald Trump. La menciona cuatro veces con el título Trump Corollary en la Estrategia de Seguridad Nacional (ESN). “En todo lo que hacemos, estamos poniendo a Estados Unidos primero”, rubrica su consigna America First como en su mandato anterior, revival entonces de la crisis económica del treinta y del anticomunismo de los cincuenta. Recargado ahora con tono y reproche político “tras cuatro años de debilidad, extremismo y fracasos fatales”. Los del gobierno de Joe Biden.
La presentación del documento, de 33 páginas, coincide con la tensión en el Caribe. No solo por el despliegue militar frente a Venezuela, sino también por la presión externa que ha detonado el premio Nobel de la Paz para María Corina Machado. Un cachetazo para Nicolás Maduro y una decepción para Trump, convencido, como dice el texto, de haber “consolidado su legado como el presidente de la paz”. Machado quebró 16 meses de clandestinidad con una salida cinematográfica de su país, vía Curazao y Maine, para asistir con retraso a la ceremonia en Oslo. Recibió ayuda norteamericana. ¿Contó también con el guiño del régimen?
Desde el hundimiento de la primera lancha frente a las costas de Venezuela, en septiembre, la excusa de Estados Unidos para poner en la mira a Maduro y compañía ha sido la guerra contra las drogas. El pretexto se desvaneció con la liberación por orden de Trump del expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, condenado a 45 años de prisión por haber facilitado la entrada de 400 toneladas de cocaína en el país. Una decisión, a su vez, que contradice sus propias palabras: “Declaré a los carteles de la droga y a las bandas extranjeras salvajes que operan en nuestra región como organizaciones terroristas extranjeras”.
La doble vara con los narcos, entre los cuales Maduro figura al tope de la lista, empaña aún más un cristal oscurecido por los bombardeos contra 22 naves supuestamente cargadas de drogas y las consecuentes ejecuciones extrajudiciales de más de 80 civiles. Trump también incrementa las sanciones contra los “narcosobrinos” de la esposa de Maduro, Cilia Flores, indultados por Biden, y empresarios y compañías navieras del sector petrolero venezolano después de haber confiscado un cargamento de crudo por primera vez desde 2019, cuando entraron en vigor las penalidades.
La presión supone ahogar al régimen por la vía económica mientras persiste la amenaza militar
La presión supone ahogar al régimen por la vía económica mientras persiste la amenaza militar. Los tribunales norteamericanos preparan un juicio contra el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero por su presunto vínculo con el régimen. “La hegemonía ya no se concibe como liderazgo moral ni institucional, sino como capacidad de imponer costes, asegurar cadenas de suministro, controlar regiones críticas y evitar la intromisión de rivales en su hemisferio”, concluye un análisis de la ESN firmado por Francisco Márquez de la Rubia y publicado por el Ministerio de Defensa de España.
América pasa a ser “la prioridad estratégica absoluta” de Estados Unidos, según la ESN. Se trata del salvoconducto para resucitar la añeja Doctrina Monroe con el fin de reajustar la presencia militar y controlar las rutas migratorias, el tráfico ilícito y las fronteras; contener la influencia de rivales como China, Rusia e Irán, y obtener acceso a los recursos energéticos y minerales. Vaticina para Europa, socio necesario, una “perspectiva de desaparición de su civilización” debido a “las actividades de la Unión Europea y otros organismos transnacionales” y “las políticas migratorias que están transformando el continente”.
Cual cereza del postre, Maduro recibió el apoyo de Vladimir Putin en “la lucha legítima por la defensa de su soberanía e independencia”. Traducido: el invasor de Ucrania defiende la soberanía de otro país. La ESN dice que “muchos europeos consideran a Rusia una amenaza existencial”. Error. Eso se debe, explica, a la debilidad de Europa por su “falta de confianza en sí misma”, no a la guerra en sí. Después de todo, a los ojos de Trump, “la fuerza es el mejor elemento disuasorio”. Cosas veredes (algo así como ¡lo que hay que ver!).
Excelente análisis, Jorge!