Los primeros 100 días del gobierno de Milei

El presidente Javier Milei asumió la presidencia el pasado 10 de diciembre y El Debate ha consultado con algunos argentinos su valoración sobre este período




El día de la asunción: 10 de diciembre | Foto de Casa Rosada
Getting your Trinity Audio player ready...

Por Edgardo Pinell

Usualmente los primeros días de un gobierno son cruciales para marcar los cambios que una nueva administración desea realizar durante su mandato, por eso, en ocasión de los primeros 100 días de la presidencia de Javier Milei consultamos a varios argentinos sobre sus percepciones de estos primeros meses y sus expectativas para el futuro de Argentina.

Cambios en la vida cotidiana

El presidente Milei ya había adelantado que las primeras medidas tomadas de urgencia por su gobierno tendrían el efecto adverso de acentuar la inflación, algo que Héctor Sosa, de 48 años, un encargado de un edificio de Recoleta -equivalente al barrio de Salamanca en Madrid- ha notado claramente: «El cambio fue muy desfavorable económicamente».

De forma similar opina su hermano Alejandro Sosa, un pintor de 49 años, quien lo describe como «un cambio rotundo en lo económico, en el que todo está bastante caro y no queda nada accesible a la vida del trabajador» cuestión que en opinión de Marcela Martín, una odontóloga de 58 años, ha obligado a «reducir los gastos» o como dijo Cristina Hortal, otra bonaerense de 65 años, ha obligado a renunciar a las vacaciones y prescindir de las «salidas» para «reunirse en casa de amigos».

«Si bien puedo seguir manteniendo mi calidad de vida, lo cierto es que es cada vez más difícil y se nota mucho el encarecimiento de servicios y productos básicos, principalmente la comida», se lamentó la bonaerense de 42 años Paola Varela.

De acuerdo con el escritor y periodista Jorge Elías, «la mayoría de los argentinos debió hacer un ajuste en sus gastos debido a los altos índices de inflación; la actualización de tarifas de servicios públicos, combustible y transporte, y el estancamiento de los ingresos», cuestión que atribuye a una «herencia del gobierno anterior después de haber dilapidado fortunas del Estado».

Confianza en los anuncios de Milei

Ante la pegunta si confía o desconfía de las medidas anunciadas o presentadas por el mandatario argentino, una partidaria de Milei de 50 años que se dedica al comercio respondió que «se observa, entre los votantes del cambio, algo paradójico, un abatimiento esperanzador; mientras que en la oposición solo hay críticas y no se observa una iniciativa de colaboración para mejorar la realidad del país».

«Sin acuerdos las medidas van a avanzar muy poco», sentenció Jan Ryniewicz, un bonaerense de 50 años, mientras lamentó que «se ven muchos más indigentes y gente viviendo en la calle, incluso familias completas».

Por su parte Pablo Racioppi, un cineasta de 58 años, expresó su confianza en las propuestas del Milei: «Todos los anuncios fueron muy contundentes sobre cuestiones que estaban muy viciadas. Cada frase del discurso de Milei en la apertura del ciclo legislativo apuntó a algo estructural que hay que cambiar» y agrega «es un umbral que hay que atravesar».

«El Presidente mantuvo el mismo discurso antes de la campaña, durante y en lo que va de su gestión cuando se dirige a los ciudadanos argentinos o expone en el exterior» destaca Marcela Martín, una odontóloga de 58 años, en referencia a la coherencia en el discurso del mandatario.

Sin embargo para Alejandro Sosa hay sentimientos encontrados al momento de valorar su confianza con los anuncios y propuestas del nuevo gobierno argentino: «Me pareció bien algunas cosas como quitar los sueldos de privilegios, pero también veo mal los recortes extremos con gente que no se lo merecen y necesitan atención médica especial en los hospitales».

La socióloga Gabriela Sánchez es escéptica de los anuncios de Milei: «Desconfío que los cumpla o bien que los pueda cumplir, tiene mucho desconocimiento de cómo funciona el Estado (eso lleva tiempo). Bien para el de afuera… los mercados… ahí con esperanzas… y cautela».

Por otro lado, los argentinos consultados muestran una preocupación por la capacidad de resistencia de la población ante unos ajustes económicos tan estrictos. Para Facundo Daniele, un bonaerense de 46 años, «es preocupante cómo podrán sobrellevar este período de recesión e inflación las personas de menos recursos».

Jorge Elias se refirió también a este asunto y recordó que «en Argentina, el largo plazo expira el fin de semana próximo. Por lo pronto, el rumbo parece ser como aquel que el expresidente Carlos Menem llamaba cirugía mayor sin anestesia en los noventa, pero en el tránsito pueden quedar muchos en el camino con índices de pobreza alarmantes, una inseguridad creciente y un malhumor social indisimulable».

De una forma más simple y directa Héctor Sosa no dudó en señalar que «no falta mucho para que la agente se harte y salga a las calles».

Expectativas sobre el futuro

A partir de las respuestas compartidas a El Debate, se desprende que hay muy pocas expectativas de un gran cambio o avance y que el gobierno de Milei tiene dos lastres. la inexperiencia y el peronismo.

En opinión de la socióloga Graciela Sánchez «hay mucho desconocimiento del funcionamiento del Estado y cortar todo el gasto de golpe sin un plan es sumamente peligroso». De forma similar opina un joven abogado bonaerense que omitió dar su nombre: «En estos primeros 100 días, el gobierno ha pecado de inexperiencia política. El principal defraudado debe ser su propio electorado».

Alejandro Sosa, por su lado, se muestra indignado con Milei: «Me parece toda una falta de respeto que trabaje junto a gente que crítico duramente y que culpó de la situación de Argentina».

Sin embargo, la mayoría de los consultados refieren un problema estructural que dudan que Milei pueda superar. En palabras de Andrea, una dramaturga, «la corrupción está demasiado enraizada, se van a necesitar un par de generaciones para mejorar esto, pero no creo que [el sistema] resista a los cambios de gobierno que se irán sucediendo».

Para Esteban Gallego, propietario de una tienda de café en Buenos Aires, «la Argentina ya nos enseñó que no hay lugar para el optimismo. Es el país del eterno retorno. Todo suele terminar mal. No nos podemos olvidar que es un país fraguado por el peronismo y como decía Jorge Luis Borges, «Los peronistas son únicos… Tienen todo el pasado por delante».

Por su parte, Manuel Benítez de Castro, un abogado y diplomático retirado de 74 años, «el posperonismo es un populismo, y el kirchnerismo le ha dado un giro más socialista. Pero ese modelo ha fracasado. Hemos vuelto al modelo liberal, pero con un líder anarcoliberal, ideología totalmente exótica para la historia política económica de la Argentina. ¿Puede el agotamiento del populismo, visible a todas las clases sociales, dar en una conversión al liberalismo extremo? Yo lo dudo».

Publicado originalmente en El Debate



Be the first to comment

Enlaces y comentarios

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.