
Una campaña insalubre
En 1995, la madre de Barack Obama murió de cáncer después de lidiar con la aseguradora por el pago de sus medicamentos. Tenía 53 años. El presidente de los Estados Unidos lo recordó cuando firmó, con 20 bolígrafos diferentes, su ley más preciada y cuestionada: la reforma del sistema de salud. Cada promotor de la reforma recibió uno de esos bolígrafos, incluido Marcellas Owens, pequeño de 11 años que perdió casi en las mismas circunstancias a su madre, dejada a la buena de Dios por la compañía que, en principio, debía velar por su vida. Si gana las presidenciales, Mitt Romney se propone vetarla, por más que el vilipendiado plan de Obama, llamado Obamacare, se parezca al que impulsó cuando era gobernador de Massachusetts. Mucho pesa en esa decisión la elección de su ladero, el candidato a vicepresidente Paul Ryan, representante por Wisconsin y miembro del Tea Party. Los republicanos prometen mantener sin cambios el programa para los mayores de 55 años y lanzar una opción de bonos para los menores, pero, según Obama, “no (leer más)