Otras voces

Pacto de Mayo y Pactos de la Moncloa: diferencias y similitudes de acuerdos en tiempos de crisis

Es casi un clásico de la política argentina. Desde el retorno de la democracia al país en 1983, frente a cada crisis económica severa, se replican las voces que reclaman diálogo, consenso y la necesidad de un acuerdo social que abarque a cada uno de los sectores en pugna. Y entonces reaparece el ejemplo español, un país que fue capaz de generar acuerdos básicos después de la tragedia de una guerra civil que desembocó en la noche del franquismo eterno: se los conoció como los Pactos de la Moncloa, firmados el 15 de octubre de 1977 entre los principales líderes políticos, sindicales, empresariales y partidos con representación parlamentaria. El pasado viernes, durante la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, el presidente argentino Javier Milei volvió a hablar de pacto. Lo llamó el Pacto de Mayo, y convocó expresamente a los gobernadores del país a firmar este acuerdo el 25 de mayo próximo en la ciudad de Córdoba. ¿Existen puntos de coincidencia entre la España de 1977 y la Argentina de 2024?, ¿el Pacto de Mayo puede verse reflejado (leer más)

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Presos libres, libres presos

En Argentina, como en otros países, la pandemia deparó una paradoja: la mayoría quedó presa, como consecuencia del confinamiento, y varios presos resultaron excarcelados por la virtual propagación del coronavirus tras las rejas. Esa paradoja, dice el abogado penalista y exjuez Eduardo Gerome, no debería existir si las cárceles guardaran las medidas de higiene y de seguridad necesarias. Esa paradoja se codea con otra: el desafío que representa haber privilegiado la salud sobre la economía. “La caída del producto bruto interno va a ser muy grande por un aumento de la pobreza y del desempleo», vaticina el economista Agustín Etchebarne, director general de la Fundación Libertad y Progreso. Sus consecuencias: «Una crisis económica y social que pondrá mucha presión sobre el sistema político argentino”, agrega. No les va mejor a Estados Unidos y Brasil. Sus gobiernos optaron por mantener a flote la economía frente al “peor trance global de la historia”, como lo define el politólogo y periodista Claudio Fantini. “Los liderazgos ideologizados, tanto de derecha como de izquierda, quedan desenfocados en el escenario de (leer más)