Es la economía, muchachos
Países como Francia y Alemania han sido las principales fuentes de financiación de los enemigos de los Estados Unidos Es la economía, estúpido. ¿Volvió Bill Clinton? Calma, republicanos: George W. Bush no ha incurrido en el llamado haiku de George Stephanopoulos para la campaña demócrata de 1992, pero tampoco ha soslayado esa fórmula desde que empezaron los tironeos con la vieja Europa por el destino de Saddam Hussein: en el primer trimestre de 2003, los bancos franceses eran los principales prestamistas de Irak, Irán y Cuba, y los bancos alemanes eran, a su vez, los principales prestamistas de Corea del Norte, Libia y Siria. Ergo, de los enemigos de los Estados Unidos. Del eje del mal y compañía, en definitiva. De ahí, más allá de la discusión entablada en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por la legalidad de la guerra, la renuencia del gobierno norteamericano a convalidar los reparos de Jacques Chirac y de Gerhard Schrsder ante una amenaza que, como muchos, no creían urgente. Y de ahí, una vez capturado Saddam, (leer más)