El tiempo ya no está a favor de los pequeños
Powell hizo una distinción poco sutil entre los países de América latina que apoyaron la guerra y los que la rechazaron Alguno que otro espíritu sensible, o nostálgico, habrá advertido la magra mención de la Argentina en el discurso del secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, durante la conferencia anual del Consejo de las Américas. Salvo para referirse a «las dificultades diarias de los argentinos». O para abogar, el día después de las elecciones, por «la esperanza de que el nuevo gobierno, cuando sea elegido e instalado, pueda llevar adelante a esa gran nación». Mensajes de circunstancia, no más. Coincidentes con los buenos augurios para Paraguay, recurrente en elegir, y en reelegir, también en la víspera, al Partido Colorado. Una rutina desde 1947. No entró esta vez la Argentina, o su gobierno, en el reparto de agradecimientos «por su valiente postura en pro de lo que es correcto, lo que es necesario y lo que es justo». Música para oídos menemistas hubiera sido. Lo correcto, lo necesario y lo justo, según Powell, era apoyar a (leer más)