No pasarán
La Comisión Europea le da la razón a Francia por bloquear el acceso de inmigrantes En una de sus encendidas e insultantes arengas contra los llamados rebeldes libios y contra la intervención de la alianza atlántica (OTAN) en defensa de ellos, Muammar Khadafy insinuó que no iba a mover un dedo para evitar que “millones de negros” arribaran a Italia y Francia. Dicho y hecho. Silvio Berlusconi, azorado después de haberlo recibido 11 veces, dudó en condenar la saña del régimen contra su pueblo quizá para “no molestar” a un amante como él de las fiestas “bunga bunga” con chicas de corta edad o para conciliar posiciones con el más estrafalario de los dictadores árabes. Desde el comienzo del año, la isla italiana de Lampedusa, en el Mediterráneo, comenzó a acusar recibo de las revueltas en el norte de África con el súbito desembarco de miles de refugiados. Iban a caer casi en estéreo las autocracias de Túnez y Egipto. Khadafy era hasta ese momento algo así como un garante contra el éxodo hacia Europa. (leer más)