Sociedad

El apagón anímico

El segundo año de la pandemia fue más difícil que el primero, según el índice anual de Gallup sobre las vivencias positivas y negativas de las personas. En 2021, dice, el mundo se convirtió en un lugar un poco más triste y la gente se mostró más preocupada y estresada que en 2020. Al año siguiente, más allá la liberación de algunas restricciones como los confinamientos, la situación empeoró. El síndrome de burnout (literalmente quemado) no perdona. El 42 por ciento de las personas con empleos de escritorio se sienten agotadas, dice un sondeo de Future Forum realizado en Estados Unidos, el Reino Unido, Japón, Australia, Alemania y Francia. ¿Estamos todos quemados? En Argentina, sin ir más lejos, prospera la insatisfacción. La preocupación, la incertidumbre, el miedo y la desconfianza encabezan la tabla de las perspectivas sobre el futuro en el informe mensual de Taquion. El título no deja lugar a dudas en vísperas de las elecciones primarias y generales: El año de la desconfianza. Va en línea con otras encuestas que también reflejan la (leer más)

Videos

Cómo sentar a Rusia en el banquillo

Balance provisional de la guerra en Ucrania: 7.199 civiles muertos y 11.756 heridos, según los datos del 13 de febrero de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) que recoge Ignacio Hutin en el informe A un año de la invasión rusa a Ucrania: derechos humanos y crímenes de guerra, publicado por CADAL, y comenta en el programa Cuarto de Hora. Un año, que se cumple el 24 de febrero, en el cual más de 14 millones de ucranianos debieron abandonar sus hogares. De ellos, 6,5 millones se desplazaron hacia otras regiones de Ucrania, cinco millones hallaron refugio en países de la Unión Europea y 2,8 millones emigraron a Rusia y Bielorrusia. La guerra continúa y la economía global sufre las consecuencias: la reducción de los suministros de grano, fertilizantes y energía se combina con más inflación e incertidumbre. Dice Hutin, consejero consultivo de CADAL, que los civiles y los no combatientes son intocables según el Derecho Internacional Humanitario, la rama del Derecho Internacional que se aplica únicamente en el (leer más)

Videos

Nostalgia rusa de poder

Aquello que iba a ser una operación militar especial, según la jerga rusa, terminó siendo una guerra en toda regla. Como dice Ignacio Hutin, consejero académico de CADAL, en el programa Cuarto de Hora, “Rusia y, sobre todo, Putin están intentando volver a la mesa grande a la política internacional”, pero “el lugar hegemónico de la Unión Soviética no existe desde hace más de 30 años”. Rusia esperaba el 24 de febrero una victoria relámpago contra la vecina Ucrania, república independiente a la cual le arrebató la península de Crimea en 2014. Pasaron ocho meses en los cuales millones de ucranianos se vieron obligados a abandonar sus hogares mientras se acerca el invierno y crecen los temores nucleares. Hutin, magíster en Relaciones Internacionales y licenciado en Periodismo especializado en Liderazgo en Emergencias Humanitarias, en Europa Oriental, la Eurasia post soviética y los Balcanes, sostiene que perder Ucrania significaría para Rusia un “golpe muy duro para el orgullo nacional”. Las fuerzas de Vladimir Putin utilizan drones para degradar el suministro de energía de Ucrania, sumiendo a (leer más)

Actualidad

La guerra sin fin

Seis meses y unos días después del comienzo de la guerra en Ucrania, Rusia prevé reforzar sus tropas: Vladimir Putin firmó un decreto para aumentar un 10 por ciento el número de efectivos en 2023. Indicio de la duración indefinida de la operación militar especial, como la llama el Kremlin. Iba a ser relámpago y terminó siendo eterna. En la guerra, incorporada en el ideario colectivo como un tsunami fraticida después de la tormenta pandémica, coexisten la violencia en el frente de 2.400 kilómetros y la normalidad en los cafés de Kiev, como observan los corresponsales extranjeros. Lo usual en todo conflicto: la naturalización como si no hubiera un mañana. “Es una guerra que se libra en trincheras y duelos de artillería, pero definida en gran parte por los caprichos políticos de norteamericanos y europeos, cuya disposición a soportar la inflación y la escasez de energía podría determinar la siguiente etapa”, concluye The New York Times. En apenas medio año, Putin logró acallar a la disidencia interna. Su par ucraniano, Volodymyr Zelensky, optó por reforzar (leer más)

Actualidad

Los crímenes del soberano

Escribió Juan Bautista Alberdi: la guerra es el crimen de los soberanos. No de los gobiernos ni de los Estados, sino de las personas que ejercen el poder. En el libro El crimen de la guerra, escrito en 1870, Alberdi deja dicho que toda guerra se presume justa porque todo acto soberano o del soberano se presume legal. ¿Es justo presumir que la matanza de civiles en Bucha, así como otras atrocidades cometidas en Ucrania, es un acto legal sólo porque el soberano impartió la orden de exterminio? El soberano deslinda la responsabilidad. Esgrime que se trata de un montaje, de una provocación. Niega la realidad. La expulsión en masa de diplomáticos rusos de la Unión Europea y de muchos de sus países miembros, así como la mayor presión económica, pretendió ser la respuesta inmediata frente a la barbarie. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, invoca masacres pretéritas en su afán de convencer a parlamentos de distintas latitudes de acusar de crímenes de guerra al soberano, Vladimir Putin. La Corte Penal Internacional (CPI), órgano máximo (leer más)

Economía

El TEG de Putin y el go de Xi

La batería de sanciones sin precedente contra Rusia por la repentina crisis humanitaria causada en Ucrania no surtió efecto hasta ahora. ¿Estaba preparado Vladimir Putin para enfrentar el reto financiero? Veinte días después del comienzo de la guerra, Rusia iba a caer en default (incumplimiento de pagos). Debía saldar ese día, el 16 de marzo, intereses de la deuda pública. Algo así como 117 millones de dólares. Una propina para sus arcas. Disponía de los fondos en dólares en el exterior, pero estaban congelados. Era imposible liquidar el vencimiento en rublos, moneda en caída libre a raíz de la guerra. Sobre la hora, el banco norteamericano JP Morgan aceptó el pago en dólares y, como corresponsal de Rusia, envió el dinero al Citigroup, encargado de remitirlo a los tenedores de bonos rusos. Curiosamente, el gobierno de Estados Unidos, impulsor de las sanciones codo a codo con sus aliados europeos, aprobó la transacción. El default, en caso de concretarse, iba a ser artificial, según el ministro de Finanzas de Rusia, Anton Siluanov. Era un monto testimonial (leer más)