
Recuerdos del futuro
Cambian los candidatos y los partidos, pero no cambia la percepción de las mañas que tantas veces se le criticaron al PRI Le advirtieron cierta vez a Adolfo López Mateos, presidente de México entre 1958 y 1964: “No son pocos, señor, quienes se aprovechan de la generosidad de usted y están hincándole el diente al presupuesto”. No lograron incomodarlo, parece. Sonrió, según el escritor Rafael Loret de Mola. Sonrió y extrajo la cajetilla de Delicados que siempre llevaba consigo. Encendió uno, tranquilo. “Cada mexicano tiene la mano metida en el bolsillo de otro mexicano… ¡y pobre de aquel que rompa la cadena!”, concluyó mientras exhalaba la primera bocanada de humo. ¿Rompió la cadena Vicente Fox, el primer presidente ajeno al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 71 años? Lo prometió, al menos. Desde 2000, los mexicanos vislumbraron un cambio profundo. Tan profundo que iban a sepultar aquello que en 1929 el presidente Plutarco Elías Calles llamó sistema político e iban a concebir una democracia a secas en la cual no fuera necesario, o imprescindible, que un (leer más)