Política

La uberización de la política

MADRID – En perspectiva, como dice la canción For What It’s Worth, aquella que entonaba Stephen Stills en los años sesenta, “aquí está pasando algo. El qué no está del todo claro”. No está del todo claro el peligro que entraña el cambio climático ni el paso de la globalización a la interconexión ni la uberización de los ambientes de trabajo ni el poder de los teléfonos inteligentes acoplados a la nube. Esta vertiginosa mutación, escribió Thomas Friedman en The New York Times, puede convertir a las personas en periodistas, fotógrafos, cineastas, innovadores y emprendedores. También puede ser aprovechada por criminales de la peor estofa. Donald Trump no ocupa el centro del universo, pero todo gira a su alrededor. Y hasta quienes detestan su política exterior y sus malos modales, que no son pocos, saben que, por odioso que sea, el mundo mira más a Estados Unidos que a China, Rusia o la Unión Europea, sus competidores, cuando deben fijar políticas o hacer inversiones. Esa suerte de mentalidad colonizada, como suelen llamarla aquellos que alardean (leer más)

Sociedad

Primavera Árabe 2.0

GRANADA, España – En 2007 y 2008, el faraón egipcio Hosni Mubarak percibía 808 dólares al mes. Con un salario tan flaco, ¿cuántas vidas invirtió para amasar en tres décadas algo así como 70.000 millones de dólares? Tenía propiedades en Londres y otras ciudades y robustas cuentas bancarias en el exterior. Suiza congeló sus fondos tras ser derrocado poco después de otro vecino codicioso, el dictador tunecino Zine El Abidine Ben Alí, fallecido en 2019. Cuando estalló la rebelión, la esposa de Ben Alí, Leila Trabelsi, huyó con todos los billetes y los lingotes que cupieron en su jet privado, llamado “avión de compras” por su inquebrantable lealtad al duty free. Esas postales de la Primavera Árabe, iniciada a finales de 2010 en Túnez, recobraron vigor con la corrupción como excusa de renovadas revueltas populares. Así como en Sudán cayó otra dictadura de tres décadas, la de Omar al Bashir, a manos de los militares, y en Argelia la de Abdelaziz Buteflika, en el Egipto de Mubarak, bajo arresto domiciliario con una plácida jubilación, estallaron (leer más)

Política

A río revuelto, ganancia de Putin

De haber una Tercera Guerra Mundial “por partes”, como la definió el papa Francisco, ¿cuándo comenzó? De haber una versión remozada de la Guerra Fría, ¿quién está ganándola? Estados Unidos forjó su poder con la victoria en la Segunda Guerra Mundial y la desintegración de la Unión Soviética, pero Donald Trump pateó el legado, en especial el de Barack Obama, y estrenó sus propias guerras. Tanto la comercial y tecnológica contra China como la de mayor impacto contra Irán desde que decidió retirarse del acuerdo nuclear de 2015. La rutina de la provocación de Trump benefició a otro autócrata, acaso más astuto: Vladimir Putin. El asesinato selectivo del general iraní Qasem Soleimani, una flagrante violación de la soberanía de Irak, resultó ser el prólogo de contactos vertiginosos de Putin con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel; de una visita estratégica al dictador sirio Bashar al Assad, ahijado del régimen de los ayatolás, y de un intento fallido de tregua en Libia, forjado en Moscú, entre el mariscal Jalifa Hafter, (leer más)

Política

Arma de distracción masiva

Después del asesinato selectivo del general iraní Qasem Soleimani, la representante demócrata Ilhan Omar insinuó que podía tratarse de una “guerra de distracción”. La denuncia de la primera somalí y primera musulmana​ en arribar a la Cámara de Representantes de Estados Unidos, maltratada por su origen y su creencia por Donald Trump, coincide con otras guerras. La del juicio político de Trump, la de las revueltas reprimidas en Irán por la suba del precio del combustible y en Irak por la destitución del comandante en jefe de la fuerza antiterrorista y, en medio de la convulsión en América latina, la del régimen de Nicolás Maduro contra la reelección del presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó. Trump parece ser el enemigo número uno del ayatolá Alí Khamenei, pero terminó dándole oxígeno interno y argumentos para las réplicas con el crimen de Soleimani. También parece ser el enemigo número uno de Maduro, pero se convirtió en su mejor aliado cuando legitimó antes que nadie al gobierno interino de Guaidó. Maduro halló en esa validación, (leer más)

Política

La venganza de Trump

La “dura venganza” prometida por el líder supremo de Irán, Alí Khamenei, no compensa su propia pérdida. La del general cinco estrellas Qasem Soleimani, comandante de la fuerza de élite Quds de la Guardia Revolucionaria, el único militar en la historia que recibió la Orden de Zolfaghar, establecida en 1856 bajo la dinastía Qajar. “La República Islámica lo necesita por muchos años más, pero espero que, al final, muera como mártir”, le dijo el ayatolá al entregársela en febrero de 2018. Murió como mártir en el aeropuerto de Bagdad tras un ataque con un dron ordenado por Donald Trump en respuesta al asalto contra la embajada de Estados Unidos en Irak. Quizá Khamenei no creyó que las amenazas de Trump fueran verosímiles, como ocurrió al abortar un bombardeo contra Irán con aviones en el aire y buques en posición. Esta vez, tras la evacuación de la embajada de Estados Unidos en Bagdad por la embestida de las Fuerzas de Movilización Popular, formadas por paramilitares chiitas proiraníes, la represalia no tuvo contemplaciones. Dio en la médula (leer más)

Política

Los nuevos indignados

Un año después, los chalecos amarillos siguen movilizándose cada sábado en Francia. Las protestas contra el aumento del precio del combustible pasaron a ser contra las políticas del presidente Emmanuel Macron. Le torcieron el brazo. De menor a mayor, como ocurrió en otras latitudes, una crisis destapó la olla de otra. La de la gobernabilidad en un planeta que gira a varias velocidades al mismo tiempo en función del cabreo de las sociedades. No sólo por razones económicas, sino también en demanda de libertades y de reformas o en contra de la corrupción, del fraude y de la desigualdad. Los nuevos indignados brotan como hongos. La fisura social y política dista de aquella que comenzó en 2008. El gobierno británico vaticinaba un año antes de la crisis hipotecaria de los Estados Unidos una mayor “tensión e inestabilidad tanto en las sociedades como entre ellas”. Eso iba a dar “lugar a expresiones de malestar, como el desorden, la violencia, la criminalidad, el terrorismo y la insurgencia”. Acertó. En 2011 estalló la frustrada Primavera Árabe y aparecieron (leer más)

Política

El califato sin califa

Poco antes de su muerte, Abu Bakr al Baghdadi, alias el califa Ibrahim, había reformulado la distribución geográfica del Daesh, ISIS o Estado Islámico en una veintena de países. El divorcio de las huestes del otro difunto más buscado por Estados Unidos, Osama bin Laden, selló las diferencias. El autoproclamado califato supuso algo ajeno al ideario de Al-Qaeda. Un estadio superior: establecerse en regiones bajo el imperio de la sharia (ley islámica), de modo de aprovechar el malhumor social frente al maltrato de las autoridades chiitas, aupadas por Irán y tropas extranjeras, contra la otra rama del islam, la sunita. De pronto, un grupo de hombres vestidos de negro arribó a Mosul, la segunda de Irak. Despuntaba junio de 2014. Portaban armas, pero, a diferencia de los soldados iraquíes, mandones y corruptos, se mostraban respetuosos. Con su presencia, en especial frente a los edificios públicos, cesaron los saqueos. Un día decidieron retirar los bloques de hormigón que afeaban las fachadas. ¿Era el final del caos derivado de la guerra iniciada con la invasión de Estados (leer más)

Política

La guerra dentro de la guerra

EVERÁN, Armenia – La orden de Donald Trump de replegar a sus tropas del norte de Siria y la consecuente ofensiva militar de Turquía contra los kurdos, primera minoría étnica del país, supone otra cuota de inestabilidad en Medio Oriente. El presidente Recep Tayip Erdogan decidió adueñarse de esa franja con el apoyo de brigadas árabes, antes enemigas del dictador Bashar al Assad, ahora amalgamadas en el Ejército Nacional Sirio, para neutralizar las amenazas contra su territorio de los kurdos, aliados de Estados Unidos, y facilitar el retorno de los refugiados sirios. ¿En qué contexto estalla otra guerra dentro de la guerra? Arabia Saudita acusa de Irán de haber atacado sus instalaciones petroleras, pero no pasa a mayores. Israel ejecuta operaciones militares contra las filiales de Irán en Siria, Líbano, Gaza e Irak, pero también rehúye a una confrontación. Estados Unidos se aparta del acuerdo nuclear y aplica sanciones económicas contra el régimen de los ayatolás. Tampoco prevé ir más allá. En la guerra de Yemen, la coalición saudita procura repeler desde 2015 a los (leer más)

Política

Protestas a cuatro bandas

En Puerto Rico, las protestas por la filtración de mensajes de un grupo de Telegram con chistes sexistas y homófobos, desprecio por las víctimas del huracán María y amenazas con tono de broma contra rivales políticos provocaron la dimisión del gobernador Ricardo Rosselló. Más de mil personas fueron arrestadas en Rusia mientras emitían imágenes por YouTube en defensa del líder de la oposición, Alexei Navalny, supuestamente envenenado mientras permanecía detenido. En Sudán, el consejo militar que terminó con la dictadura de tres décadas de Omar al Bashir canceló el acceso a internet para sofocar el ardor popular. Los checos realizaron en Praga la concentración más grande desde la caída de la Cortina de Hierro. Exigían la renuncia del primer ministro, Andrej Babis, acusado de corrupción. Cerca de mil personas fueron arrestadas en Kazajistán en medio de acusaciones masivas contra Kasim-Yomart Tokáyev, elegido presidente tras un recuento de votos considerado irregular. El final de la autocracia de Bashir en Sudán coincidió con las protestas que evitaron la candidatura para un quinto mandato en Argelia de Abdelaziz (leer más)

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Bolsonaro, reforma previsional y después

Sólo un 33 por ciento de los brasileños aprueba la gestión del presidente Jair Bolsonaro con la calificación de muy buena o buena mientras una proporción similar la tilda de pésima o mala, según una encuesta del Instituto Datafolha. Se trata, a siete meses de gobierno, de la peor evaluación para un mandatario de Brasil desde la presidencia de Fernando Collor de Mello en los noventa. Bolsonaro quiso recuperar posiciones con la reforma previsional Si bien la tasa de rechazo de Bolsonaro es menor que la de Collor, quien se vio obligado a renunciar antes de que el Congreso votara su destitución en 1992, varios factores contribuyen ahora a empeorar su imagen. Uno de ellos es la crisis económica. El otro es el escándalo de las filtraciones del caso Lava Jato, que salpicaron al exjuez Sérgio Moro, actual ministro de Justicia en uso de licencia del 15 al 19 de julio. Bolsonaro quiso recuperar posiciones con la reforma del sistema de jubilaciones, aprobada en la primera de dos votaciones en la Cámara de los Diputados. (leer más)

Economía

Desacuerdo por el acuerdo

Era ahora o nunca “por el cambiante entorno político internacional, caracterizado por las crecientes tensiones proteccionistas”, concluyen Carlos Malamud y Federico Steinberg, investigadores principales del Real Instituto Elcano, de Madrid, en un análisis en el cual se preguntan quién gana y quién pierde con el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. ¿Qué ganan los europeos? Sus productos ingresarán en el Mercosur con ventajas sobre sus competidores. En especial, Estados Unidos y Japón. A su vez, Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay se comprometen a respetar el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Ese era uno de los puntos de fricción con el gobierno de Jair Bolsonaro, decidido a imitar la ruptura de Donald Trump y, en su caso, poner en riesgo la Amazonía. Se trata de la selva tropical más grande del planeta. Un pulmón verde que absorbe cerca de 1.000 millones toneladas de dióxido de carbono por año, pero pierde por la deforestación una superficie similar a un campo de fútbol por minuto. La promesa de campaña de Bolsonaro era terminar con (leer más)

Política

¿Son verosímiles las amenazas de Trump?

De haber cumplido con sus amenazas, Donald Trump no hubiera cancelado 10 minutos antes un bombardeo contra Irán con aviones en el aire y buques en posición. Tampoco hubiera dado marcha atrás con la imposición de un arancel del cinco por ciento a todos los productos importados de México si no frenaba la migración de centroamericanos. Ni hubiera permitido más ensayos nucleares de Kim Jong-un. Ni hubiera descartado la “opción militar” ante la permanencia de régimen de Venezuela. Ni hubiera soslayado la interferencia de piratas informáticos de Rusia en las legislativas norteamericanas de 2018, revelada por él mismo, sospechoso de haberse beneficiado de ese artilugio en 2016. Así como Trump insiste en la guerra tecnológica y comercial contra China y fustiga a la Unión Europea con su apoyo al Brexit y su reclamo de mayores aportes económicos a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), también aplica en la faz doméstica su táctica, la de la negociación empresarial, en campaña para ser reelegido en 2020 mientras una veintena de precandidatos demócratas procura curarse en (leer más)

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Moro: el juez juzgado

La revelación que echa un manto de duda sobre la limpieza del proceso judicial que ha llevado a prisión al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y que ha detonado un sinfín de causas, arrestos y condenas en América latina obligó a Jair Bolsonaro a defender a su ministro de Justicia, Sérgio Moro, paladín de la investigación del caso de corrupción más grande la historia de Brasil. El Lava Jato. En el centro del debate se encuentran los mensajes de texto publicados por el portal The Intercept, del periodista norteamericano Glenn Greenwald, entre Moro, cuando era juez, y el fiscal Deltan Dallagnol, con comentarios políticos reñidos con la Constitución y el Código Penal. Moro condenó a Lula en tiempo récord antes de las presidenciales de 2018 Moro, cuya honradez se ve cuestionada por haber dictado sentencia antes de las presidenciales de 2018 e impedirle a Lula ser candidato, compareció a petición propia ante el Senado, donde negó la autenticidad de los mensajes. Le quitó de ese modo a los legisladores la potestad de formar una (leer más)

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Tensión en el Golfo Pérsico

Arabia Saudita acusó a Irán de ordenar a los rebeldes huthis de Yemen el ataque contra sus instalaciones petroleras. La afirmación del príncipe Khalid bin Salmán, viceministro de Defensa, hijo del rey y hermano menor del príncipe heredero Mohamed bin Salmán, tensa la situación en el Golfo Pérsico, donde Estados Unidos reforzó su flota y prevé el envío de efectivos en defensa de su aliado, Arabia Saudita, el mayor productor de crudo del planeta. La mera posibilidad de una guerra en el Golfo sería devastadora para la región y tendría impacto mundial El régimen de los ayatolás, perjudicado por la salida de Estados Unidos del acuerdo promovido por Barack Obama en 2015 para evitar el desarrollo de armas nucleares, amenazó con el cierre del estrecho de Ormuz, esencial para el transporte de petróleo, si Donald Trump insiste en sancionarlo. Una amenaza repetida que, según Ezequiel Kopel, periodista especializado en Medio Oriente, «nunca concretó». El presidente de Irán, Hassan Rouhani, con la venia del líder supremo, Alí Khamenei, dijo que está dispuesto a ignorar los límites (leer más)

Política

¿Irán a la guerra?

Tanto Irán como Estados Unidos niegan la contingencia de una guerra, pero uno se prepara para lo peor y el otro refuerza su flota en el Golfo Pérsico. La comanda el portaaviones USS Abraham Lincoln. El del cartel de “misión cumplida” en Irak, con la presencia de George W. Bush, en 2003. Por si fuera poco, el Pentágono dejó trascender que alistaría 120.000 efectivos si el régimen teocrático efectúa un ataque o avanza en sus planes nucleares con fines bélicos. Irán abre el paraguas. Dice que no estuvo involucrado en el embate con drones de la insurgencia chiita de Yemen, que apadrina, contra uno de los mayores oleoductos de Arabia Saudita tras el sabotaje contra cuatro barcos, dos de los cuales eran petroleros sauditas, frente a las costas de Emiratos Árabes Unidos. En Yemen, la coalición de Arabia Saudita, principal exportador de crudo del planeta, está en guerra desde 2015 contra los huthis, apoyados por Irán. Esa guerra por delegación, o proxy war, puede definir tanto el poder del reino sunita como el destino de (leer más)