Vacío de poder en el Perú

Raúl Ferro, analista de economía y negocios especializado en América Latina, dice en el programa Cuarto de Hora que el Perú necesita una reforma política profunda




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La nueva presidenta del Perú , Dina Boluarte, ha declarado el estado de emergencia por 30 días ante las protestas masivas originadas tras la destitución de Pedro Castillo después de su vano intento de disolver el Congreso.

La medida, por la cual las fuerzas del orden pueden impedir reuniones, ingresar en domicilios y restringir el tránsito, implica la movilización de la policía nacional y de las fuerzas armadas en forma conjunta.

También refleja el vacío de poder, principal síntoma de las crisis recurrentes del Perú.

En las calles, sin un discurso unificado, como observa Raúl Ferro, director del Consejo Consultivo de CADAL, en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV, conducido por Jorge Elías, los reclamos son variados: el cierre del Congreso, un adelanto de las elecciones, la renuncia de Boluarte y la libertad de Castillo.

“La situación es preocupante, con un grado de incertidumbre complejo para un país que ha venido sufriendo una descomposición institucional paulatina”, agrega Ferro,  excorresponsal en América del Sur de medios de comunicación económicos de Estados Unidos y el Reino Unido; exdirector de la revista AméricaEconomía, y exdirector de estudios de BNamericas, desde Santiago de Chile.

El Congreso, “un mercado persa donde se venden y se compran favores”, según Ferro, iba a votar si destituía a Castillo por cargos de corrupción

La agitación política del Perú responde a patrones similares en otros países de América del Sur, como la pobreza, la desigualdad y la corrupción en medio de un populismo creciente y de una desconfianza generalizada en las instituciones, pero tiene una particularidad: Castillo es el sexto expresidente que enfrenta una pena de prisión en lo que va de siglo.

Alberto Fujimori cumple condena en prisión. Ollanta Humala y su esposa pasaron nueve meses en prisión preventiva. Pedro Pablo Kuczynski pasó tres años bajo arresto domiciliario. Alan García se suicidó antes de ser arrestado en su casa. Alejandro Toledo está en vías de ser extraditado de Estados Unidos para enfrentarse a cargos de corrupción.

“La rápida sucesión de presidentes es un síntoma de inestabilidad política, así como las bajas calificaciones del Congreso”, dice Ferro.

La convulsión de los últimos años derivó el miércoles 7 de diciembre en el caos.

El Congreso, “un mercado persa donde se venden y se compran favores”, según Ferro, iba a votar si destituía a Castillo por cargos de corrupción.

Castillo, el sexto presidente desde 2016, anunció la disolución del Congreso y la instauración de un gobierno de emergencia. Perdió el apoyo de los suyos y de las fuerzas armadas y de seguridad. Lo condenaron a 18 meses de prisión preventiva.

El Congreso decidió destituirlo y, mientras iba hacia la Embajada de México en busca de asilo, fue arrestado.

La vicepresidenta Boluarte se convirtió en la primera mujer en acceder a la presidencia.

Luego sobrevino el caos con movilizaciones en todo el país que provocaron un número indeterminado de muertes y daños materiales, y un sorpresivo reconocimiento de Castillo de los gobiernos de México, Argentina, Bolivia y Colombia por afinidades ideológicas sin respetar el principio de no injerencia en los asuntos internos del país.

El gobierno de Boluarte convocó a consultas en Lima a sus embajadores en esos países.

Dirección: Gabriel Salvia

Producción: Lisette Kugler



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