El idioma de la integración

Representantes del Estado argentino, de la sociedad civil y de organizaciones internacionales destacaron la importancia de la enseñanza de la lengua a refugiados y migrantes en el primer encuentro de ese tipo organizado por el British Council




En castellano, para tender un puente y una mano
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En 2013, el mundo giró la vista hacia una pequeña isla del sur de Italia, Lampedusa. Ese año, el de su consagración como Papa, Francisco clamó allí, en una de sus primeras salidas del Vaticano, contra “la globalización de la indiferencia”. Clamó por la integración en desmedro de la exclusión. Habían muerto ahogadas cientos de personas, en su mayoría eritreos y somalíes, a los pies de Europa.

¿Cómo vencer la indiferencia? La respuesta, en caso de que los refugiados y migrantes arriben a destino después de sortear infinidad de dificultades no exentas de peligro, comienza con la integración por medio de la lengua. Una barrera que, superado el primer obstáculo, resulta imprescindible para conocer la cultura del país y contribuir a ella.

Sobre ese tema versó el primer encuentro internacional sobre enseñanza de lenguas a refugiados y migrantes, Lenguas para la resiliencia, organizado por el British Council en la residencia del embajador británico en Buenos Aires, Mark Kent.

Se trata de hacer frente a la peor crisis humanitaria desde el final de la Segunda Guerra Mundial, con un país en guerra desde 2011, Siria, del cual fluye el mayor número de refugiados y desplazados del planeta, coincidieron en afirmar los disertantes.

Entre ellos, Gary Motteram, de la Universidad de Manchester; Tony Capstick, de la Universidad de Reading; Esteban Tomé Fuentes, del Programa Siria del gobierno argentino; Federico Agusti, presidente de la Comisión Nacional de Refugiados; Michele Manca di Nissa, representante regional de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), y Mike Solly, coordinador global del programa Lengua para la Resiliencia del British Council, entre otros.

Algunos datos:

  • América alberga el 16 por ciento de la población mundial de refugiados.
  • Argentina acoge a 3.200 refugiados de 65 nacionalidades.
  • Entre 2014 y octubre de 2017, el Programa Siria recibió 828 solicitudes de asilo.
  • Una de cada cinco personas que vive en Líbano es un refugiado sirio, según Joel Bubbers, director del British Council en Siria.
  • El 85 por ciento de los refugiados sirios se radica en los suburbios de las ciudades libanesas después de haber huido de la guerra o de la persecución, de haber llorado a algún pariente o amigo muerto, de haber salvado algunas de sus pertenencias y, en buena parte de los casos, de haberlas vendido a precio vil para sobrevivir. La mayoría alquila viviendas precarias o se instala en garajes y edificios sin terminar.
  • Desde 2013, el trabajo realizado por el British Council en Medio Oriente ha alcanzado a más de 154.000 sirios y miles de personas en países vecinos, brindándoles ayuda para acceder a las habilidades y oportunidades necesarias para abordar situaciones de conflicto.
  • Lidian con la desesperación, las necesidades, los traumas y, la peor compañera de viaje, la incertidumbre, sobre todo cuando arriban a países en los cuales no pueden vencer el peor obstáculo, la indiferencia, por desconocer el idioma y no tener voz.
Jorge Elías
Twitter: @JorgeEliasInter



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