El cólera y la cólera
El terremoto de enero de 2010 mató a 220.000 personas y demolió medio millón de viviendas. Nueve meses después, el cólera, antes concentrado en el campo, comenzó a hacer de las suyas en la ruinosa capital de Haití, Puerto Príncipe. Sobre llovido, el huracán Thomas mató un mes después a una veintena de personas, destruyó otras 6610 viviendas y, al provocar inundaciones, contribuyó a propagar la enfermedad. Desde octubre, el cólera dejó un tendal de 4030 muertos y 209.034 infectados, según cifras oficiales. Unas 50 personas también murieron por su causa: las lincharon, acusadas de usar la brujería para transmitirlo. Antes habían sido señalados los soldados nepaleses de las Naciones Unidas. El cólera desató la cólera. En un solo año, acaso a tono con su trágica historia, Haití sufrió más desgracias que varios países en décadas. Ni las presidenciales celebradas el 28 de noviembre despejaron las dudas sobre un futuro tan incierto como la cena de hoy: fueron fraudulentas, concluyó la Organización de los Estados Americanos (OEA). Pedradas, tiros, cuatro muertos más y otros tantos (leer más)