Política

Beneficio de inventario

¿Qué hacen los jefes de Estado con los presentes que intercambian entre sí cada vez que se ven? No todos se incorporan a los patrimonios nacionales A veces, una mueca vale más que mil palabras. La del Papa al recibir el crucifijo con la hoz y el martillo que le obsequió Evo Morales creó revuelo en medio mundo por su aparente intencionalidad política. La obra del padre jesuita Luis Espinal, asesinado por la dictadura boliviana en 1980, forma parte ahora del patrimonio del Vaticano y, de seguir la suerte de otros presentes, será rifada. Es la fórmula que aplica Francisco con la mayoría de los regalos que recibe: desde un coche Fiat y bicicletas hasta una cafetera han sido sorteados. Evita de ese modo que junten polvo. Cada boleto vale 10 euros. La recaudación va a parar a la caridad. Como están las cosas, los jefes de Estado deberían ahorrarse los obsequios que se hacen entre sí. Ninguno es capaz de apreciarlos ni, menos aún, de disfrutarlos. Se trata de un trámite protocolar que rige (leer más)

Economía

El dolor de ya no ser

Hillary Clinton, Jeb Bush y el magnate Donald Trump aceitaron sus caminos hacia la Casa Blanca en el momento más opaco de la presidencia de Obama Barack Obama sufrió su peor revés en el Capitolio. No fue a manos de la oposición republicana, especialista en ponerle palos en la rueda, sino de los suyos, los demócratas, renuentes a concederle los poderes para negociar por su cuenta un ambicioso tratado de libre comercio con 11 países de la cuenca del Pacífico (entre ellos, Japón y Corea del Sur, vitales para aislar a China). De esa potestad, llamada Autoridad para la Promoción Comercial (TPA, en inglés), se han valido todos los presidentes de los Estados Unidos desde 1934, excepto Richard Nixon y, desde 2007, George W. Bush. El casi saliente Obama no pudo ser la excepción. Los demócratas, más simpáticos que los republicanos en el exterior, son los más proclives a atender las demandas de los sindicatos. Y los sindicatos, en defensa del empleo y del salario, no quieren saber nada con un tratado de libre comercio (leer más)

Política

Ochenta veces ocho

Apenas ocho presidentes tuvo la FIFA desde su creación, en 1904, hasta la renuncia de Joseph Blatter el 2 de junio, es decir el 2/6 (2 + 6 = 8) Joseph Blatter asumió la presidencia de la FIFA el 8 de junio de 1998. Mucho número ocho había en esa fecha. También lo hubo en la de su renuncia, el 2 de junio (ergo: 2/6 o 2 + 6 = 8). El popular “Sepp” o, como llegó a apodarlo un periódico de su Suiza natal, “El Padrino, Don Blatterone”, resultó ser el octavo presidente del organismo que crearon en París, el 21 de mayo de 1904, los representantes de las federaciones de Bélgica, Dinamarca, España, Francia, los Países Bajos, Suecia y Suiza, convertido ahora en una fenomenal maquinaria mafiosa de cuello blanco, como bien lo ha descripto el periodista John Carlin en el diario español El País. En 111 años, la FIFA tuvo apenas ocho presidentes. ¿Será el ocho un número de suerte o de desgracia? En una subasta de números de teléfono, la compañía (leer más)

Política

El juego del miedo

Los vanos esfuerzos para detener las atrocidades del grupo Estado Islámico en Medio Oriente ponen en un aprieto a las potencias occidentales En 2014 murieron en Afganistán 3.699 civiles, un 25 por ciento más que en el año anterior, según la Misión de Asistencia de la Organización de las Naciones Unidas en ese país (Unama, en inglés). Resultaron heridos 6.849 civiles, un 21 por ciento más que en 2013. En promedio, el número de víctimas civiles aumentó en un año un 22 por ciento. Por primera vez, los combates mataron y lesionaron a más gente que las bombas en las carreteras y los atentados suicidas. Desde 2009, cuando comenzaron a contarse las bajas y los daños de la guerra contra el régimen talibán, iniciada en 2001, murieron 17.774 civiles y resultaron heridos 29.971. Frente a esos pavorosos guarismos, ¿cómo debe responder Occidente a las masacres rituales del grupo sunita Estado Islámico (EI) en Medio Oriente? En Afganistán, el despliegue de tropas de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) tras la voladura de las Torres Gemelas (leer más)

Política

La otra cara de la guerra

Los ataques informáticos contra gobiernos y compañías privadas, cada vez más frecuentes y preocupantes, entrañan el riesgo de una mayor intromisión estatal en la intimidad de las personas Antes de desembarcar en Irak, el Pentágono alertó a George W. Bush sobre la posibilidad de congelar las cuentas bancarias de Saddam Hussein en el exterior por medio de un sabotaje informático. Era un plan secreto. Los Estados Unidos podían ganar la guerra sin lanzar un solo misil. Hussein no iba tener dinero para pagarles a sus tropas ni para reponer suministros. El presidente norteamericano caviló un instante. El riesgo era la eventual réplica: un fenomenal ciberataque capaz de desatar una crisis financiera global. Ni su gobierno ni los de sus aliados estaban en condiciones de contrarrestar un golpe de esa magnitud. Lo desechó. Más de una década después, los atentados terroristas en Francia, cuyo gobierno se opuso entonces a la guerra contra Irak, desnudaron la otra cara de aquello que el papa Francisco insiste en llamar Tercera Guerra Mundial “por partes”. Lo hizo esta vez durante (leer más)

Política

Matan a pobres corazones

El horror sacudió esta vez a Pakistán, donde los talibanes ingresaron en una escuela a la que concurren hijos de militares y mataron a más de un centenar de personas, en su mayoría estudiantes En la película Charlie Wilson’s War (La guerra de Charlie Wilson), distribuida con el título Juego de poder, el representante demócrata Charlie Wilson (Tom Hanks), alentado por una millonaria texana ultraconservadora y católica, Joanne Herring (Julia Roberts), y secundado por un agente secreto desencantado con la CIA, Gust Avrakotos (Philip Seymour Hoffman), acuerda repeler a las tropas soviéticas de Afganistán, regado de campos de refugiados, con el dictador paquistaní Mohamed Zia ul-Haq (Om Puri). Se trata de una historia real, basada en la biografía de Wilson escrita por George Crile. La condición del convenio era que las armas cedidas por Israel no tuvieran estrellas de David. Wilson empeñó su palabra. Era un rústico representante (diputado), de botas puntiagudas, de un distrito perdido de Texas. Se ufanaba de su anticomunismo y de su debilidad por el alcohol, las drogas, las juergas y (leer más)

Política

Mentiras verdaderas

¿Por qué creemos que los políticos son los más grandes embusteros del planeta cuando, en realidad, nueve de cada diez personas mienten en forma regular y pareja? La actividad cerebral es mayor cuando uno miente. Una de cada cuatro personas miente o retoca la verdad cuando solicita empleo. Tres de cada diez mujeres mienten cuando confiesan su peso. El porcentaje crece si uno se adentra en un terreno tan resbaladizo como la fidelidad. Si miente en forma regular y pareja el 91 por ciento de la humanidad, ¿cómo actúan los políticos? Apenas un siete por ciento de los norteamericanos confía en los elegidos para cargos ejecutivos y legislativos, según Gallup. Como decía Otto Von Bismarck, artífice de la unidad alemana: «Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería». La mentira tiene premio en los Estados Unidos. Desde 1929, el Liars Club (Club de Mentirosos), de Burlington, Wisconsin, premia la mejor mentira del año. Los periodistas Otis Hulett y Mannel Hahn lanzaron entonces un concurso de mentiras (leer más)

Política

Sobre héroes y tumbas (Segunda y última parte)

En la frontera entre las dos Coreas están prohibidos los jeans, las zapatillas y la ropa de color verde. Del lado de Corea del Sur hay un parque de diversiones. Es un adorno. No funciona. Más allá, al final de un territorio que culebrea entre alambres de púas y minas antipersonales, está “el puente del no retorno”. Es de madera, endeble en apariencia, pero encierra en su nombre la fortaleza de una amenaza para aquel que se atreva a poner un pie en él: “Te disparan o te capturan”, me dijo un mayor del ejército norteamericano de apellido Andersen, guía eventual en el azaroso derrotero hasta donde nos dejaran los norcoreanos. En ese límite difuso, a diferencia de otros sacudidos por guerras, los soldados de ambos bandos se ven las caras. Los surcoreanos permanecen de pie, con los puños hacia adelante a la altura de la cintura, estáticos, mostrando medio cuerpo; usan gafas espejadas para no responder a las provocaciones. Los norcoreanos, como me dijo Stephen Oertnig, funcionario civil de la ONU, “se lustran los borceguíes (leer más)

Política

Vencer no es convencer

Como ocurrió otras veces, el  Estado Islámico utiliza a la religión como excusa para imponer su califato en Irak, Siria y, de ser posible, otros países, mientras persigue y masacra a aquellos que considera infieles En las fachadas de las casas de los cristianos de Irak, los fanáticos del Estado Islámico (EI) garabatean la decimocuarta letra del abecedario árabe, nun (ن). Parece una carita sonriente con un solo ojo. Es la inicial de la palabra nasrani (nazareno). Los llaman nazarenos (nasara, plural de nasrani) por su fe en Jesús de Nazaret. Son presas del pánico frente a la limpieza religiosa, pariente de la étnica, que emprende el grupo sunita. Los moradores de las casas, sujetos a la sharia (ley islámica), deben convertirse al islam o, en el mejor de los casos, huir para no ser decapitados, crucificados o fusilados; las mujeres corren el riesgo de ser violadas o humilladas. La religión vuelve a ser motivo de conflicto. En realidad, pocas veces ha dejado de serlo. El discurso político siempre procuró nutrirse de inspiración divina y (leer más)

Política

Mundo en guerra

Con aliados árabes, los Estados Unidos se han propuesto destruir al Estado Islámico, facción extremista que ha cometido atrocidades al apoderarse de territorios en Siria e Irak ¿Es la Tercera Guerra Mundial “por partes”, azuzada por intereses espurios como la codicia y permitida por la indiferencia? La definió de ese modo el papa Francisco durante una visita a los cementerios de Fogliano Redipuglia, al norte de Italia. Allí yacen miles de caídos durante la Primera Guerra Mundial, de la cual se cumple un siglo. Las partes, de ser corroborada la hipótesis del Santo Padre, se engarzan con afanes extremistas, nacionalistas e imperialistas, no exentos de atrocidades, en Siria, Irak, Libia, Gaza, Afganistán, Sudán del Sur, la República Centroafricana, Mali, Somalia y Ucrania. Son diez conflictos simultáneos, anudados entre sí. Los Estados Unidos armaron ahora una coalición de treinta países para destruir al Estado Islámico (EI). Esa banda terrorista, desmarcada de Al-Qaeda, se ha apoderado de vastos territorios en Siria e Irak y ha herido las pupilas de la humanidad con las decapitaciones de dos periodistas (leer más)

No Picture
Política

EE.UU. y Venezuela, siempre al límite

En la campaña, Nicolás Maduro no se apartó un ápice del discurso de su mentor contra los Estados Unidos. Era natural, en términos políticos, que el presidente encargado respondiera de ese modo a las expectativas de la clientela electoral que heredó. La cuerda bilateral, siempre tirante, se tensó aún más cinco días antes del anuncio de la muerte de Hugo Chávez: el 5 de marzo, Venezuela expulsó a dos miembros de la agregaduría aérea de la embajada norteamericana por «proponer proyectos desestabilizadores» a los militares venezolanos. En reciprocidad, el gobierno de Barack Obama despachó de Washington a dos diplomáticos venezolanos. La retórica incendiaria del chavismo nunca afectó su mayor fuente de ingresos: la venta de petróleo a los Estados Unidos, pagada en dólares a precio de mercado. Si bien hubo un ligero descenso en las importaciones en 2012, Venezuela es su tercer proveedor, después de Canadá y Arabia Saudita, con 32 millones de barriles mensuales. Más de un millón por día, digamos. La relación diplomática, reducida a encargados de negocios en 2010, reparada tímidamente el (leer más)

No Picture
Política

Brotes de nostalgia

De pronto, Mitt Romney se ufana de su “convicción y pasión arrolladoras” y dice, convencido, que el siglo XXI se perfila como el punto de inflexión en el cual “el mundo libre lidere el mundo entero”. Pierde el tiempo, como cuando intenta vanamente abrir la ventanilla del avión. Quizás algunos norteamericanos se sientan identificados con sus palabras, pero otros, algo más del 47 por ciento (en su léxico, aprovechados «que creen que el gobierno tiene la responsabilidad de cuidarlos»), se preguntan si estará dirigiéndose al electorado de China o de la India, con mayores posibilidades que los alicaídos Estados Unidos de meter baza en este mundo multipolar. No es un problema de Romney, serio rival de George W. Bush en la disputa por el récord de disparates por minuto. Hasta Barack Obama se despachó con una expresión de decibeles parecidos, acaso creyéndose Bill Clinton en los noventa: “Si alguien trata de decirles que nuestra grandeza quedó atrás, que los Estados Unidos están en decadencia, díganles: igual que el siglo XX, el siglo XXI será otro (leer más)

No Picture
Política

Que no se vayan todos

El movimiento ultraconservador Tea Party saca partido del mal humor de la gente En 1862, Abraham Lincoln no pudo mantener la mayoría de número republicana en la Cámara de Representantes. Desde entonces, casi todos los presidentes de los Estados Unidos han besado el polvo en ese ámbito en las primeras elecciones de medio término de sus mandatos. Hubo pocas excepciones: Theodore Roosevelt en 1902, Franklin Roosevelt en 1934, Bill Clinton en 1998 y George W. Bush en 2002. Los otros derraparon, incluido Clinton en 1994. Dieciséis años después, con Barack Obama en la Casa Blanca, los demócratas perdieron el control de la Cámara baja y parte de la supremacía en el Senado. La disconformidad popular se ensañó, esta vez, con el promotor del cambio. Obama acusó recibo y se acusó a sí mismo: “Esta paliza me deja claro lo importante que es para un presidente salir de la burbuja de la Casa Blanca”. De la paliza pudo ufanarse Sarah Palin, puntal del ultraconservador Tea Party, encolerizada con “un presidente que, tal vez por primera vez (leer más)