Cultura

Dime dónde vives y te diré cómo eres

En el mapamundi de los estereotipos no se salva nadie: los españoles trabajan poco, los alemanes no tienen gracia, los franceses pecan de vanidosos y los argentinos somos infumables ¿Son los españoles tan perezosos como consideran los alemanes? ¿Son los alemanes tan disciplinados como suelen describirlos los griegos? ¿Son los griegos tan escandalosos como los juzgan los británicos? ¿Son los británicos tan flemáticos como presumen los japoneses? ¿Son los japoneses tan eficientes como creen los norteamericanos? ¿Son los norteamericanos tan ególatras como cavilan los mexicanos? ¿Son los mexicanos tan machistas como observan los brasileños? ¿Son los brasileños mejores que nosotros, los argentinos? ¿Somos los argentinos infumables por vernos como italianos que hablamos español y vivir en una réplica de París en el Cono Sur? La vuelta al mundo en miles de estereotipos depara un mapamundi sinuoso, como el concebido por el artista eslovaco Martin Vargic. Incluye 1.800 etiquetas de naciones, ciudades y océanos con nombres tan elocuentes como Maltrato Animal para España, Comunistas para Rusia, Metrosexuales para Suecia, Black Metal para Noruega, Pelirrojos para Irlanda, (leer más)

Política

El hombre del Watergate

Falleció el mejor periodista de su generación, Ben Bradlee, editor de The Washington Post y responsable de la investigación que forzó la renuncia del presidente Nixon Los protagonistas del llamado escándalo del siglo respetaron durante tres décadas el pacto de honor que habían sellado con Mark Felt, subjefe del FBI durante el gobierno de Richard Nixon, hasta que él mismo decidió develarlo en 2005. Era Deep Throat (Garganta Profunda), el informante de Bob Woodward y Carl Bernstein, periodistas de The Washington Post, encargados de la investigación del caso Watergate. “Supe quién era un año después de la renuncia de Nixon, pero no puedo abrir la boca hasta que llegue el momento”, se excusó antes de la revelación el editor Ben Bradlee durante una charla informal en su oficina del Post. Todo había comenzado el 17 de junio de 1972 con la detención de cinco presuntos ladrones en la sede del Comité Nacional Demócrata, opositor, instalada en el complejo Watergate, de cara al río Potomac. Un llamado de teléfono aguijoneó el olfato de los editores del (leer más)

Sociedad

El virus del miedo

Una pandemia viral como el ébola, declarada en África y contagiada a Europa y los Estados Unidos, es como una guerra contra un enemigo invisible cuyo principal aliado resulta ser el pánico colectivo En 2005, diez científicos convocados por el diario británico The Guardian coincidieron en que la mayor amenaza que podía enfrentar la humanidad era una pandemia viral, así como la erupción de un volcán de magnitud inaudita que inyectara gases en la atmósfera y bloqueara los rayos solares o una brutal profusión de atentados terroristas. “La naturaleza es la máxima bioterrorista”, concluyeron. Más que la naturaleza, el hombre pasó a ser un peligro en potencia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe el actual brote de ébola como «la más severa, grave emergencia sanitaria vista en los tiempos modernos». Desde diciembre de 2013, el ébola mató a más de 4.000 de los 9.000 infectados. Mil personas por semana contraen la enfermedad. En diciembre, según la OMS, serán entre 5.000 y 10.000. Esta vez, apareció en Guinea, se filtró en Liberia, Sierra Leona (leer más)

Política

Vencer no es convencer

Como ocurrió otras veces, el  Estado Islámico utiliza a la religión como excusa para imponer su califato en Irak, Siria y, de ser posible, otros países, mientras persigue y masacra a aquellos que considera infieles En las fachadas de las casas de los cristianos de Irak, los fanáticos del Estado Islámico (EI) garabatean la decimocuarta letra del abecedario árabe, nun (ن). Parece una carita sonriente con un solo ojo. Es la inicial de la palabra nasrani (nazareno). Los llaman nazarenos (nasara, plural de nasrani) por su fe en Jesús de Nazaret. Son presas del pánico frente a la limpieza religiosa, pariente de la étnica, que emprende el grupo sunita. Los moradores de las casas, sujetos a la sharia (ley islámica), deben convertirse al islam o, en el mejor de los casos, huir para no ser decapitados, crucificados o fusilados; las mujeres corren el riesgo de ser violadas o humilladas. La religión vuelve a ser motivo de conflicto. En realidad, pocas veces ha dejado de serlo. El discurso político siempre procuró nutrirse de inspiración divina y (leer más)

Política

Luz, cámara, terror

El Estado Islámico, como antes Al-Qaeda, pone a occidentales contra occidentales en una guerra de imágenes y prédicas fríamente calculada En la película promocional “El sonido de las espadas”, un dron capta imágenes desde el cielo en la ciudad de Fallujah, Irak, y desciende a un infierno de sangre y fuego coronado por la cobardía, exhibida como valentía, de ejecutar con disparos en la nuca a enemigos desarmados, de rodillas y con las manos atadas, con el latiguillo “Dios es el más grande”. Los tildan de apóstatas. Mientras tanto, la bandera negra del Estado Islámico (EI) ondea en señal de victoria en el extremo superior izquierdo de la pantalla. Las escenas son espeluznantes. Procuran intimidar a los disidentes y reclutar mujahidines (combatientes) para la la jihad (guerra santa) en otros países. El terror y la mentira corren como pólvora en las redes sociales, utilizadas como vehículo de propaganda del EI. Los videos son editados como piezas de Hollywood. Están hablados en árabe con subtítulos en inglés o viceversa. En uno de ellos, la plegaria del (leer más)