Preguntas al cielo
Aquello que empezó en noviembre de 2019 como un pequeño brote de neumonía en el polo industrial de Wuhan, China, derivó en una plaga mundial. No sólo sanitaria, sino también económica y emocional. La pandemia, al 12 de febrero de 2021 (12022021, ambigrama o capicúa que se lee igual si se gira 180 grados), se había cobrado 2.368.493 vidas. Sólo en Argentina, 50.029. Cifras estremecedoras, corregidas y aumentadas ahora, mientras el régimen de Xi Jinping celebraba el año nuevo chino, el del buey, y el ingreso en la órbita de Marte de la misión Tianwen-1. Literalmente, Preguntas al Cielo, título de un poema de Qu Yuan, que vivió entre el año 340 y el 278 antes de Cristo. En China, esas preguntas al cielo obtienen como respuesta la capacidad de manipular el clima y sembrar nubes en medio de su territorio, de modo de hacer llover o crear nieve artificial según sus necesidades. Un programa que, dicen las autoridades, ayudará en la asistencia de catástrofes, la producción agrícola, la lucha contra incendios forestales y de (leer más)