
Juicio de lesa humanidad
Por razones más políticas que jurídicas Baltasar Garzón deberá ocupar el banquillo En la carrera de Baltasar Garzón, juez de la Audiencia Nacional de España, cada 16 de octubre es más que un aniversario. Es un doble aniversario. En esa fecha, en 1998, logra el arresto de Pinochet en Londres por torturas y asesinatos de ciudadanos españoles cometidos durante el largo invierno de la dictadura militar chilena; en esa misma fecha, diez años después, se declara competente para investigar en su propio país la suerte de 114.000 personas desaparecidas o enterradas en fosas comunes durante otro largo invierno, la dictadura militar de Franco. Juzga, en ambos casos, crímenes de lesa humanidad. Lo son y, en principio, no prescriben. Pero en España rige la ley de amnistía promulgada en 1977, dos años después de la muerte de Franco. Por avanzar en la pesquisa solicitada por los parientes de los desaparecidos, Garzón es querellado por grupos de extrema derecha como Manos Limpias, la Falange Española de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS) y Libertad e identidad. Entiende (leer más)