Cultura

El amanecer de Aurora

A los 14 años, Aurora Mardiganian vivía tranquilamente con los suyos en Cemisgezek, territorio otomano. Era una familia próspera. Transcurría 1915. Había comenzado aquello que, para el historiador Eric Hobsbawm, pasó a ser el primer intento moderno de eliminar a todo un pueblo. El genocidio armenio fue perpetrado entre ese año y 1923 por los Jóvenes Turcos, militares de nueva formación de la Academia de la Guerra del Imperio Otomano que estaban enrolados en el llamado Comité de Unidad y Progreso. Apoyaron a Alemania en la Primera Guerra Mundial. Los armenios eran tildados de saboteadores por su respaldo a Rusia. En ese contexto, indescifrable para una adolescente como Aurora (Arshaluys, el nombre real), su padre desoyó el consejo de un pastor kurdo sobre la inminente masacre que iba terminar con la vida de entre un millón y medio y dos millones de civiles armenios. Lo mataron, así como al resto de su familia, sometida a vejaciones que desnudaron el costado más infame de la condición humana. Ella nunca se sobrepuso al dolor de haber visto (leer más)

Actualidad

El GPS de Armenia avisa: recalculando

En un mundo en blanco y negro, el GPS de Armenia trina: recalculando. Está más cerca de la Unión Europea y de la OTAN que de Rusia. Lo dejó entrever con suma prudencia el canciller de ese país, Ararat Mirzoyan, durante una breve visita a Buenos Aires. La aproximación a Occidente, se apresuró a aclarar, no guarda relación con la de Ucrania, envuelta en una guerra sin fin contra Rusia, sino con la reivindicación de un territorio avasallado, Nagorno Karabaj, a expensas de Azerbaiyán. Miles de residentes de etnia armenia debieron huir mientras una misión de paz rusa miraba al costado. Eso ocurrió en septiembre de 2023 en un enclave del Cáucaso Sur en disputa tras la desintegración de la Unión Soviética. En los papeles, la República de Artsaj, como la llaman los armenios, forma parte de Azerbaiyán, pero se trata de un Estado independiente de facto. Más de 100.000 personas debieron refugiarse en Armenia después de la guerra. Quedan 10 o 15. “En Nagorno Karabaj hubo una limpieza étnica”, concluyó Mirzoyan. Una pieza del (leer más)

Actualidad

La indiferencia del mundo

La disolución de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj pone un broche al brutal embate del gobierno autocrático de Azerbaiyán contra su población, de mayoría armenia. El doloroso éxodo hacia Armenia de miles de personas en vehículos serpentea en las empinadas montañas del Cáucaso Sur a pesar de la promesa del presidente azerí, Ilham Aliyev, de crear un enclave multiétnico. Difícil en una región en la que, más allá de las diferencias étnicas y religiosas entre musulmanes (azeríes) y cristianos (armenios), prima el resentimiento después de varias rondas de combates mortales desde la disolución de la Unión Soviética. La capitulación del presidente de Nagorno Karabaj, Samvel Shahramanián, implica el final a plazo fijo de la República de Artsaj, como la llaman los armenios, el 1 de enero de 2024. Implica también la recuperación a sangre y fuego de un territorio a un costo tan alto como un genocidio a los ojos del especialista en derecho internacional Luis Moreno Ocampo, primer fiscal de la Corte Penal Internacional entre 2003 y 2012, y fiscal adjunto del Juicio (leer más)

Actualidad

Juegos a dos bandas

En vísperas del encuentro entre Vladimir Putin y Xi Jinping en Samarcanda, capital del antiguo sultanato de Uzbekistán y corazón de Asia, estalló otra guerra. La de Azerbaiyán y Armenia por Nagorno Karabaj. Un desafío para Rusia, garante del cese el fuego acordado después de seis semanas de combates y de 6.500 muertos en 2020. Si bien ninguno de los dos se atribuyó el primer tiro, el presidente azerí, Ilham Aliyev, con el apoyo de su par turco, Recep Tayip Erdogan, aprovechó la ocasión para marcar el terreno y desnudar la debilidad del primer ministro armenio, Nikol Pashinian, asediado en casa por su plan de ceder el territorio en disputa. El precio para Armenia significaría renunciar a un enclave cuyos habitantes consideran propio desde siempre. En especial, desde que terminó la guerra separatista en 1994, más allá de que en los papeles pertenezca a Azerbaiyán. La tregua precaria, tras dos días y más de 200 muertos, no supuso el final de una causa delicada que ambos asocian con la reivindicación de sus derechos. El conflicto (leer más)

Economía

No mires arriba ni abajo

El aumento del precio del combustible derivó en Francia en la aparición de los chalecos amarillos, contrarios a las políticas de Emmanuel Macron. Idéntica medida, con la excusa de racionalizar el consumo, desató protestas en Irán, Ecuador y Haití. Países distantes, aguijoneados por problemas estructurales recurrentes. Otro pueblo, el de Kazajistán, encerrado entre Rusia y China en Asia Central, estalló el 2 de enero por una decisión similar de su impopular presidente, Kasim-Yomart Tokáyev. La abortó al rato. Tarde. La gota desbordó el vaso y causó, en una refriega brutal, 164 muertos, más de 1.300 heridos y casi 8.000 detenidos. Las protestas, reprimidas a sangre y fuego por las fuerzas de seguridad de Tokáyev, provocaron la intervención militar de Rusia vía Vladimir Putin, siempre atento a preservar alfiles autócratas como los de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, y de Azerbaiyán, Ilham Aliyev. Kazajistán, gobernado por el mismo partido desde que se independizó de la extinta Unión Soviética en 1991, Nur Otan, se refugió bajo el alero de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), de la (leer más)

Actualidad

Reparación histórica

Comienza una nueva era en Estados Unidos. La de la restauración de la imagen, dañada por la política aislacionista de Donald Trump. Al filo de sus primeros 100 días de gobierno, Joe Biden refrendó aquello que aprobaron ambas cámaras del Capitolio en 2019: el reconocimiento del genocidio armenio. Histórico, mal que les pese a sus pares de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y de Azerbaiyán, Ilham Alíev, aliados en 2020 en una guerra fuera de foco por la recuperación azerí de la Nagorno Karabaj, la República de Artsaj, cuya población vive al cobijo de Armenia. Biden resultó ser el primer presidente norteamericano de la historia en admitir que aquello que empezó durante el Imperio Otomano, en 1915, con el arresto y la ejecución de líderes comunitarios e intelectuales armenios, y continuó con la masacre de 1,5 millón de personas y la confiscación de sus propiedades hasta 1923, cuando nació la Turquía moderna con Mustafá Kemal (Atatürk) como su primer presidente, fue un genocidio en toda regla. Letra por letra. A tono con el diccionario, el “exterminio (leer más)

Política

Una guerra fuera de foco

Si toda guerra representa un fracaso de la diplomacia, como dejó dicho el parlamentario británico Tony Benn sobre las del Canal de Suez, Malvinas, Libia e Irak, la de Nagorno Karabaj entre Armenia y Azerbaiyán refuerza su teoría. Era una guerra acallada hasta que espabiló de buenas a primeras, en julio de 2020, los fantasmas de los 25.000 muertos y de los casi 700.000 desplazados entre 1991 y 1994. En 1988, poco antes de la desintegración de la Unión Soviética, a la cual pertenecían ambas naciones, Azerbaiyán reclamó como propio el territorio, llamado a sí mismo República de Artsaj, cuya población vive al cobijo de Armenia. Fue el comienzo. La guerra entre un país de mayoría cristiana (Armenia) y otro de mayoría musulmana (Azerbaiyán) ahonda aún más las diferencias Ambos bandos, separados por la llamada Línea de Control, se acusan mutuamente de haber efectuado ahora el primer disparo. La culpa, como en toda guerra, es del otro. El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, y el presidente azerbaiyano, Ilham Alíev, alertan a los suyos sobre la (leer más)

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A 100 años del Tratado de Sèvres

“El Tratado de Sèvres es el tratado de paz firmado entre las potencias aliadas y Turquía finalizada en la Primera Guerra Mundial. Su contenido es de interés para varios pueblos de la región de Medio Oriente y del Cáucaso Sur en particular, y es de suma relevancia para los reclamos reivindicatorios de los derechos del pueblo armenio”. De ese modo abrió la conferencia sobre el centenario de ese pacto Hagop Tabakian, director del Consejo Nacional Armenio de Sudamérica. En ese tratado, agregó, se mencionan “crímenes de lesa humanidad, se delimitan territorios y fronteras, se reconocen los derechos de las minorías, las obligaciones y responsabilidades que debe asumir Turquía, el Imperio Turco-Otomano, por sus actos”. El primer orador, el reconocido periodista de política internacional Jorge Elías, planteó: “La coincidencia con el genocidio contra el pueblo armenio perpetrado por los Jóvenes Turcos, que eran militares de nueva formación de la Academia de la Guerra, entre 1915 y 1923, no resulta casual». En nombre del nacionalismo o de la bestialidad, añadió, «el genocidio armenio pasó a ser el (leer más)

Política

El muro que no cayó

STEPANAKERT, Nagorno Karabaj – En la Línea de Control, la última frontera, la guerra continúa. No pasa un día sin una denuncia de violación del alto el fuego, dicen por separado en latitudes diferentes un militar armenio y un diplomático azerí. De las ruinas de los bombardeos entre ambos bandos de 1991 a 1994 brota musgo y desolación. Un cuarto de siglo después, 14 familias de agricultores se animan a retirar los escombros para aprovechar la tierra. Tierra de Armenia, la República de Artsaj, no reconocida por la comunidad internacional, y tierra de Azerbaiyán, que denuncia su usurpación. Rémora irresuelta de la desintegración de la Unión Soviética tras la caída del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989. La peor catástrofe geopolítica del siglo XX, como llama Vladimir Putin al final de la era soviética, derivó en más de 30.000 muertos y casi 700.000 desplazados durante los tres años de combates en Nagorno Karabaj y los siete distritos adyacentes que reclama Azerbaiyán. Los armenios de esta región montañosa, con el apoyo del ejército (leer más)

Política

Ofensiva turca, dilema armenio

EVERÁN, Armenia – En el frente, las tropas rusas patrullan la zona invadida por las turcas, empeñadas en expulsar a los kurdos, fijar una zona de seguridad y repatriar a más de tres millones de refugiados sirios. En la retaguardia, a la sombra del genocidio armenio, no reconocido por Turquía, el viceministro de Asuntos Exteriores de Armenia, Grigor Hovhannissyan, busca un delicado equilibrio entre Siria y Rusia, “países amigos”, y la diáspora armenia en Siria, a merced de la renovada tensión. Desde el comienzo de la guerra, unos 30.000 armenios regresaron al país. La mitad se quedó en forma definitiva. El retiro de las tropas de Estados Unidos del norte de Siria estrenó un nuevo castillo de naipes en Medio Oriente. Lo aprovechó el presidente de Turquía, Recep Tayip Erdogan, para cercar a los kurdos, considerados terroristas por sus vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), y ajustar cuentas con la Unión Europea, madrina de la Federación Democrática del Norte de Siria, el Kurdistán sirio, donde viven cuatro millones de personas que (leer más)

Política

La guerra dentro de la guerra

EVERÁN, Armenia – La orden de Donald Trump de replegar a sus tropas del norte de Siria y la consecuente ofensiva militar de Turquía contra los kurdos, primera minoría étnica del país, supone otra cuota de inestabilidad en Medio Oriente. El presidente Recep Tayip Erdogan decidió adueñarse de esa franja con el apoyo de brigadas árabes, antes enemigas del dictador Bashar al Assad, ahora amalgamadas en el Ejército Nacional Sirio, para neutralizar las amenazas contra su territorio de los kurdos, aliados de Estados Unidos, y facilitar el retorno de los refugiados sirios. ¿En qué contexto estalla otra guerra dentro de la guerra? Arabia Saudita acusa de Irán de haber atacado sus instalaciones petroleras, pero no pasa a mayores. Israel ejecuta operaciones militares contra las filiales de Irán en Siria, Líbano, Gaza e Irak, pero también rehúye a una confrontación. Estados Unidos se aparta del acuerdo nuclear y aplica sanciones económicas contra el régimen de los ayatolás. Tampoco prevé ir más allá. En la guerra de Yemen, la coalición saudita procura repeler desde 2015 a los (leer más)

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Nicaragua sigue en pie de protesta

Una oleada de protestas contra el gobierno de Daniel Ortega, reprimidas por la policía y las huestes motorizadas del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional, ha dejado en Nicaragua un saldo provisional de casi 60 muertos, incluyendo un periodista alcanzado de un disparo en la cabeza. El detonante de la masiva muestra de rechazo al gobierno ha sido una drástica reforma del sistema de seguridad social, impuesta por decreto el 16 de abril, que establecía un recorte del cinco por ciento a las pensiones y aumentaba las contribuciones de la patronal y los trabajadores. El repudio ha sido unánime: jubilados, empresarios, trabajadores y universitarios tomaron las calles. Además Si bien el candidato colorado Mario Abdo Benítez se adjudicó la victoria en las presidenciales de Paraguay, el candidato opositor, Efraín Alegre, segundo por escasa diferencia, insiste en no reconocer los resultados oficiales. Entrevista con Magdalena López, doctora en ciencias sociales por la Universidad de Buenos Aires. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, intentaron persuadir en Washington, por separado, al (leer más)

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El genocidio armenio, la posverdad y el compromiso argentino

Por Pablo Kendikian | Prensa Armenia Días atrás, la Universidad de Belgrano y la Universidad Nacional del Oeste suspendieron una conferencia titulada “1915, el año más largo del Imperio Otomano”, que realizarían junto con la Universidad Estatal de Ankara, luego de que la comunidad armenia denunciara que era una actividad negacionista del genocidio armenio. Justamente, 1915 fue el año del inicio de lo que el historiador Eric Hobsbawm calificó como el primer intento moderno de eliminar a todo un pueblo, en referencia al armenio. La conferencia malograda en Buenos Aires era un compendio de argumentos destinados a distorsionar la verdad histórica y convertir a la víctima en victimario. Si bien el simposio estaba promocionado con el pretexto del centenario de la batalla de Galípoli, es necesario advertir que todo el temario tenía componentes de negación del aberrante crimen perpetrado por el imperio turco otomano contra las minorías griega, asiria y armenia, llegando hasta la desfachatez de presentar un tema titulado “La Primera Guerra Mundial y los armenios otomanos”. ADN. Esta tentativa de construir e instalar la posverdad sobre este y otros temas es una política de Estado practicada (leer más)

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La muerte de un ruiseñor

Hay tres versiones de la verdad: la verdad, tu verdad y, modestamente, mi verdad. La verdad se cotiza en baja mientras tu verdad y mi verdad ajustan cuentas en la esquina de las redes sociales. Nos queda como atenuante la posverdad. Es el relato emocional que se impone al dato frío. De estar vivo, Hrant Dink, periodista armenio de Turquía asesinado hace una década, quizá se habría opuesto a la posverdad, como justificativo del Brexit y de la victoria de Donald Trump, con tanto énfasis como renegaba con la verdad oficial, la del Estado turco, sobre el genocidio armenio. Lo asesinó el 19 de enero de 2007, con premeditación y alevosía, un muchacho de 17 años de edad, Ogün Samast, natural de la ciudad turca de Trabzon. Samast debía liquidar la verdad de Dink, su verdad, frente a la obstinada refutación de la masacre perpetrada entre 1915 y 1923 por el imperio otomano. Gatilló su arma al menos tres veces y acalló de ese modo a un ruiseñor, pero, sin pretenderlo, despertó las voces de (leer más)

Actualidad

Armenios en Argentina: «100 Años, 100 Historias»

(Agencia Prensa Armenia).- Entre el 21 de abril y el 15 de mayo se puede visitar la exposición «100 Años, 100 Historias» en la sala 32 del Centro Cultural Borges (Viamonte 525, de Buenos Aires). La muestra de fotos retrata las historias de los refugiados armenios que arribaron a Argentina como consecuencia del Genocidio Armenio. «La reconstrucción se focaliza en la vida anterior al genocidio (la vida familiar y la contribución de los armenios a la economía del Imperio otomano), la travesía, la instalación momentánea en países de refugio y el establecimiento definitivo en Argentina (los barrios, sus oficios, los momentos de la vida cotidiana) en fotografías entregadas por las familias de los sobrevivientes», detallaron desde la organización. La exposición, abierta al público de lunes a viernes de 10 a 21 y los sábados y los domingos de 12.30 a 20.30, es organizada por la Universidad Nacional de Tres de Febrero, el Instituto de Artes y Ciencias de la Diversidad Cultural, el Centro de Estudios sobre Genocidios y la Fundación Memoria del Genocidio Armenio. Cuenta (leer más)