Sociedad

Las cosas por su nombre

Las sociedades democráticas están presas de una disyuntiva. O de un debate de extremos. Los conflictos, usuales en todas las comarcas, tienden a resolverse con un método tan efectista como destructivo: la derrota categórica de una de las partes. Son ellos o nosotros. Esta concepción agonal, cuasi bélica de la política, se cobija en la visión errónea de una suerte de guerra permanente. De concebir cada debate en esos términos, como si se tratara de una justa entre gladiadores. De nada sirven los planteos racionales que tienden a robustecer una democracia republicana, con participación de los ciudadanos y consolidación de las instituciones, en desmedro de una democracia electoral y, sobre todo, excluyente. Esta concepción de la política, corregida y aumentada por las redes sociales, lleva a muchos a abrevar en ella como una fuente útil que, de cumplir sus anhelos, resulta positiva. Nada está más alejado de la realidad. Desde tiempos pretéritos las sociedades han confiado en sus conductores, desde jefes tribales, caudillos y reyes hasta presidentes y primeros ministros, para lograr la armonía del (leer más)

Política

La derrota de los gobiernos

La toma de posesión de Javier Milei en Argentina tras su victoria en el balotaje forma parte de un ciclo. El de las derrotas de los partidos de gobierno en Iberoamérica. Con una excepción: Paraguay, donde el inoxidable Partido Colorado revalidó títulos más allá de que el nuevo presidente, Santiago Peña, no haya sido bendecido por su antecesor, Mario Abdo Benítez. En total, según Latinometrics, el 73% de los oficialismos mordió el polvo en la última década, marcada en su tramo final por la pandemia del malhumor, la guerra de Rusia contra Ucrania y economías que no respondieron a las expectativas de la ciudadanía. La epidemia de sinsabores excluye a regímenes que se codean con el rancio epitafio del autoritarismo, como la Cuba de Miguel Díaz-Canel, la Venezuela de Nicolás Maduro y la Nicaragua de Daniel Ortega. Tres modelos del mismo cuño, más allá de que celebren elecciones. Periódicas y amañadas, inclusive en la isla. El caso peculiar resulta ser Brasil, gobernado de 2003 a 2010 por Luiz Inácio Lula da Silva, luego por Dilma (leer más)

Cultura

De carne somos

“Para este país la carne es todo: es alimento, es política, es economía y es encuentro”, concluye el historiador Felipe Pigna en su nuevo libro, Carne, una pasión argentina, publicado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). Una recopilación formidable desde la introducción del ganado bovino por Pedro de Mendoza en su frustrada fundación de Buenos Aires en 1536 y su incorporación en la dieta ciudadana en 1580, cuando Juan de Garay funda definitivamente la metrópoli, hasta el fin de semana pasado, cuando algún argentino habrá echado leña, carbón o ambos a la vez en la parrilla para degustar el plato nacional por excelencia. Cuenta Pigna que el general José de San Martín llevó toneladas de carne vacuna en forma de charqui y centenares de ganado en pie para alimentar a sus tropas en su campaña libertadora, que comenzó con el cruce de los Andes. Una hazaña que iba a incrementar en forma considerable el capital de estancieros como los Dorrego, los Rosas, los Terrero, los Anchorena y los Urquiza. La (leer más)

Política

Investidura contra natura

A veces, los acuerdos entre las cúpulas levantan ampollas en la ciudadanía. El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, camino a su nueva investidura, conformó a los suyos. No todos de acuerdo en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con el método aplicado para torcer un resultado electoral adverso. El de la repetición apresurada de las elecciones, el 23 de julio, después de la debacle de la izquierda, el 28 de mayo. Sánchez perdió frente al candidato por el conservador Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, pero, para quedarse en la Moncloa, recurrió a seis partidos pequeños (entre ellos, EH Bildu, la izquierda soberanista vasca, heredera de la banda terrorista ETA) y a un prófugo de la justicia de su país. Un mal trago para parte de los socialistas, renuentes a pactar con el partido Junts de Carles Puigdemont, el prófugo en cuestión, y con su rival, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), después del referéndum ilegal con el cual se propusieron declarar el divorcio de España. ¿Qué les ofreció Sánchez a cambio de sortear nuevas elecciones (leer más)

Sociedad

Alarmante baja de la libertad de prensa

El promedio de libertad de prensa y de expresión en América descendió a su escalón más bajo en los últimos cuatro años, reveló la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en su 79ª Asamblea General, realizada en la ciudad de México. Los 22 países auscultados experimentaron por primera vez un descenso por debajo de los 50 puntos en el Índice Chapultepec, medición anual de variables de libertad de prensa y expresión. La región obtuvo su peor calificación desde la primera edición, en 2020: 47,84 puntos sobre 100 posibles. Un llamado de alerta, como indica el informe elaborado por la SIP en alianza con la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), de Caracas, con expertos en libertad de prensa y expresión, metodología y estadística. En un año fueron asesinados tres periodistas en México, dos en Guatemala, uno en Colombia y otro en Haití. Siete, en total. Entre las razones del declive figuran en el informe las frecuentes amenazas a la vida y la seguridad de los periodistas, semillas de la autocensura, así como los arrestos, los secuestros y (leer más)

Política

Voto miedo por voto bronca

El voto miedo de las presidenciales derrocó al voto bronca de las primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO). En apenas 70 días, el ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, revirtió el magro resultado obtenido el 13 de agosto. Desde ese día, Javier Milei ocupaba el centro del ring. Pasó a ser la contracara de la vicepresidenta y expresidenta Cristina Kirchner, ensimismada en sus causas judiciales por corrupción y desentendida del gobierno que creó con un presidente ausente, Alberto Fernández. Desentendida, también, de su candidato, reprobado en un país con una inflación brutal apenas inferior a la de Venezuela y a la de Líbano. Massa y Milei deberán dirimir el 19 de noviembre quién será el próximo presidente. Un dilema en medio de una campaña electoral agotadora e interminable en la cual la remontada de Massa se debe a todas luces al descarado plan platita. Traducido: compra de votos con fondos públicos. Y, asimismo, al miedo que sembraron los suyos frente a una eventual victoria de un candidato excéntrico de prédica agresiva que, entrenado como (leer más)

Política

La experiencia de un novato

Sin partido ni práctica en el manejo del Estado, Daniel Noboa se convierte a los 35 años en el presidente más joven de la historia de Ecuador. Un aviso para las organizaciones políticas, encapsuladas en estructuras antiguas que miran el futuro con el espejo retrovisor. El magnate bananero Álvaro Noboa, uno de los más ricos del país, intentó arribar cinco veces al Palacio de Carondelet. No pudo. Su hijo, con la edad mínima para ser candidato, pasó de ser invisible en las encuestas de las elecciones del 20 de agosto por no confrontar con sus siete rivales a ganar el balotaje frente a Luisa González, alfil del expresidente Rafael Correa. A Noboa, con apenas dos años de experiencia como legislador de la Asamblea Nacional, le toca completar el mandato de Guillermo Lasso. El actual presidente, acorralado por un juicio político que iba a derivar en su despido por presunta corrupción, activó el 17 de mayo por primera vez en la historia la muerte cruzada. Un recurso constitucional, acaso un método de supervivencia, introducido durante el (leer más)

Política

Presidentes, hijos y entrenados

A menudo los hijos se nos parecen, canta Serrat, pero no siempre nos dan satisfacciones. El primer presidente de izquierda de la historia de Colombia, Gustavo Petro, cumplió su primer año de gobierno envuelto en un escándalo que involucra a su hijo mayor, Nicolás Petro Burgos, el único que ha seguido sus pasos políticos. Petro Burgos, diputado de la Asamblea Departamental del Atlántico, el más rico del Caribe, está en prisión domiciliaria después de haber sido detenido por enriquecimiento ilícito y lavado de activos. La trama involucra a su exesposa, Day Vásquez, también arrestada, y a narcotraficantes. No se trata de un caso excepcional. Como no todo se resuelve en familia, el presidente Petro enfrenta las sospechas de la Fiscalía General de Colombia sobre el financiamiento ilegal de la campaña de 2022. Está en duda si utilizó dinero de procedencia dudosa y si se excedió en los gastos permitidos. Antes del arresto de su hijo, Armando Benedetti, exjefe de su campaña, exembajador en Venezuela y expresidente del Senado, había insinuado en audios que cobraron estado (leer más)

Sociedad

La mano dura en Iberoamérica

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, encarna con su lucha sin cuartel contra las pandillas aquello que, en el ideario popular, representaba el dictador chileno Augusto Pinochet en 1973. Pasó medio siglo. La mano dura, más allá de los excesos, se ha convertido en una moneda de cambio en Iberoamérica. Dos de cada diez jóvenes de 16 a 25 años que no vivieron los años de plomo están de acuerdo y un 13 por ciento de los mayores de 61 años también. Son porcentajes bajos, pero ambas generaciones se dan la mano en la encuesta anual de Latinobarómetro, que ausculta el pulso de la región desde 1995. Bukele, en el gobierno desde 2019, anunció en julio que pretende ser reelegido en 2024. No puede. En teoría. La letra constitucional de su país solo permite la reelección no consecutiva. Dice el informe: “La gran diferencia con la ola de recesión democrática de los años sesenta del siglo XX es que no hay militares. Esta vez, todos los dictadores son primero civiles elegidos en comicios libres (leer más)

Cultura

Cápsulas para entender la guerra

En las últimas dos décadas, los atentados del 11 de septiembre de 2001, la crisis financiera de 2008, la anexión rusa de la península de Crimea en 2014 y la maldita pandemia de 2020 marcaron el pulso de la política mundial. Sobre llovido, la guerra contra Ucrania “posiblemente sentó las bases, al menos por lo que resta de esta década, de una descomposición internacional con perspectiva incierta”, concluye Alberto Hutschenreuter en su nuevo libro, El descenso de la política mundial en el siglo XXI, publicado por Editorial Almaluz. Hutschenreuter, doctor en Relaciones Internacionales, despliega en 351 páginas aquello que llama “cápsulas estratégicas y geopolíticas para sobrellevar la incertidumbre”. Lo de cápsulas, supongo, tiene que ver con su devoción por el café, que también convierte en estratégico cada vez que se sienta a la mesa de un bar y despliega sus vastos conocimientos. Un placer escucharlo y, en esta ocasión, leer aquello que el ajetreo periodístico muchas veces, por razones de fuerza mayor, resume en la coyuntura. En su libro, Hutschenreuter observa que vivimos en un (leer más)

Sociedad

La rebelión de las banlieues

Hay heridas que no cicatrizan. En Francia, los hijos y los nietos de los inmigrantes se sienten ciudadanos de segunda. Viven en los suburbios de las grandes ciudades, llamados banlieues, donde “tienen dos veces más probabilidades de ser inmigrantes que el promedio nacional y tres veces más probabilidades de estar desempleados», describe Iona Lefebvre en un artículo publicado por el Institut Montaigne. Esos barrios de bajos ingresos reciben menos financiación estatal que cualquier otro del país. De uno de ellos era Nahel, el muchacho de origen argelino abatido por la policía. Su muerte desató la ira colectiva. La rebelión de las banlieues, extendida a casi todo el país,tiene un antecedente. El de 2005. Hubo otros, pero ese año dos jóvenes de 15 y 17 años de esos barrios murieron electrocutados mientras escapaban de la policía. Eran sospechosos de un robo que no cometieron. ¿Qué hizo Nahel, de 17 años? Eludió un control de tránsito. El policía que le disparó a quemarropa en el tórax, acusado de homicidio, está detenido. Ambos hechos ocurrieron en la periferia (leer más)

Sociedad

El colectivo LGBT+ aboga por la inclusión

Más de la mitad de los argentinos, brasileños, colombianos y mexicanos piensa en mayor o menor medida que la comunidad LGBT+ debería tener más representación en la política, según una encuesta de la fundación global Luminate realizada por el Instituto Ipsos. El trabajo, sobre la base de 4.400 consultas en los cuatro países, responde a la premisa de “garantizar que las personas históricamente subrepresentadas tengan acceso a la información, a los derechos y al poder para influenciar las decisiones que impactan en la sociedad”. La difusión del sondeo coincide con el Mes del Orgullo LGBT+. Coincide, a su vez, con un momento muy particular de las democracias de la región, entreveradas en polarizaciones y extremismos que avasallan los derechos humanos. La exclusión afecta a las mujeres, los negros y otros grupos demográficos. En el caso de la comunidad LGBT+, si bien ha habido progresos últimamente en cuanto a su aceptación con fallos favorables en los tribunales y normas dictadas por los congresos, sus miembros suelen ser víctimas de violencia simbólica y física. «El 63% concuerda (leer más)

Política

Más inmigración, más ultraderecha

La población de Alemania creció un 1,3 por ciento en 2022. No porque se haya disparado la tasa de natalidad, sino por el ingreso de refugiados ucranianos a raíz de la invasión de Rusia. Arribaron 1,12 millones de personas, según la Oficina Federal de Estadística. Especialmente, a ciudades importantes como Berlín y Hamburgo. En una proporción similar ascendió en las encuestas la adhesión hacia Alternativa por Alemania (AfD), el primer partido de ultraderecha que ingresó en el Parlamento Europeo desde la Segunda Guerra Mundial. Fue en 2017. Seis años después, AfD trepa en los sondeos hasta disputarle el liderazgo a los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz en alianza con Alianza 90/Los Verdes y el Partido Democrático Libre. La coalición semáforo, como la llaman, por los colores de cada partido. En 2022, un tribunal alemán dictó que AfD, partidaria de dinamitar la Unión Europea desde sus propias tripas, era una amenaza para la democracia. El Instituto de Derechos Humanos de Alemania se mostró afín a prohibirla por su afán de «eliminar el orden básico democrático libre» (leer más)

Política

Entre un extremo y el otro

Dice el diccionario de la Real Academia Española (RAE) sobre el significado de la palabra autocracia: “Forma de gobierno en la cual la voluntad de una sola persona es la suprema ley”. Sinómino de Cuba, Venezuela, Nicaragua, El Salvador y siguen las firmas en una región, América Latina y el Caribe, en la que regímenes diversos con credenciales democráticas dudosas amagan con defender la multipolaridad, al mejor estilo de Rusia y de China, en desmedro de la unipolaridad, espejo del predominio de Estados Unidos. Entre un extremo y el otro, la tribuna, polarizada, no admite un término medio. Un discurso doméstico para amansar a las fieras, las antiimperialistas, y otro externo para acallar a los acreedores, los imperialistas, en un siglo, el XXI, en el cual izquierdas y derechas confluyen en una maraña de negocios despojados de ideologías. Sonaba mejor hace un ratito, no más, la pertenencia a la izquierda, sinónimo de resistencia y de rebeldía, que a la derecha, emparentada con el nefasto legado de las dictaduras militares y, últimamente, con los gobiernos autocráticos (leer más)

Política

La muerte cruzada como método de supervivencia

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decidió disolver la Asamblea Nacional antes de vérselas con un juicio político. Quizás haya serenado por un rato los ánimos, pero no resolvió el problema de fondo de las democracias latinoamericanas y caribeñas. Lasso, acusado de haber malversado fondos en un contrato entre la empresa pública de transporte de petróleo, Flota Petrolera Ecuatoriana (Flopec), y la compañía Amazonas Tanker, que le costó al Estado al menos seis millones de dólares, dio un paso al costado. Apeló a un recurso constitucional de nombre apocalíptico, la muerte cruzada. Nunca había sido aplicado. Nada que ver con el autogolpe fallido de su excolega peruano Pedro Castillo, destituido y detenido después de haber intentado disolver el Congreso al estilo Alberto Fujimori. Una crisis sin fin la del Perú. La de Ecuador o la de Lasso después del gobierno de Lenín Moreno, expresidente de Rafael Correa desligado de su liderazgo, exhibe el desmadre de una región signada por la polarización y el desencanto. Lasso gobierna por decreto hasta que se celebren elecciones, algo que (leer más)