Política

Nicaragua no tiene cura

A los ojos de Daniel Ortega, sus enemigos responden a una conjura orquestada por Estados Unidos, el Vaticano y todo aquel que no comulga con el régimen. En agosto ordenó el arresto del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez; de 11 sacerdotes, y de dos seminaristas sin precisar los cargos. Cinco meses antes había expulsado al nuncio apostólico, Waldemar Sommertag, representante del Papa. Hasta las 18 monjas de Misiones de la Caridad, creada por la Madre Teresa de Calcuta, debieron salir de Nicaragua. El país, polarizado desde los años noventa, no tiene cura. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ha declarado en desacato permanente a Nicaragua por no respetar sus resoluciones sobre 46 opositores presos por razones políticas. La mayoría está en la opresiva cárcel policial El Chipote, de Managua, desde hace más de un año. Algunos de ellos osaron presentarse en 2021 como candidatos en las presidenciales que ganó sin escollos ni rivales el gobierno de Ortega y de su mujer, la vicepresidenta Rosario Murillo. Lo pagaron caro: fueron arrestados. La farsa electoral (leer más)

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La otra cara del Mundial

Falta casi nada para que ruede la pelota. Todo Mundial de Fútbol tiene un trasfondo político. El de Qatar no es la excepción. Será el primer certamen de esta magnitud en un país de Medio Oriente después de una decisión controvertida de la FIFA en 2010 que levantó ampollas en otros confines por sospechas de soborno. Será también la primera vez que se dispute entre noviembre y diciembre debido a las altas temperaturas de junio y julio. El termómetro no impidió que miles de trabajadores migrantes construyeran los estadios y otras estructuras en condiciones laborales deplorables. “Documentamos numerosos abusos que sufrieron los trabajadores migrantes en Qatar durante la preparación del Mundial, que incluyen falta de pago de los salarios, lesiones e inclusive muertes”, dice Santiago Menna, asistente de investigación de la División de las Américas de Human Rights Watch, en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV. Miles murieron bajo un sistema laboral llamado kafala por el cual debieron trabajar con temperaturas cercanas a los 50 grados. Provenían en su mayoría de India, Bangladesh (leer más)

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El termómetro de las Américas

“Que nadie se esté cuestionando un régimen de partido único marca una debilidad de los valores democráticos en la región”, reflexiona Gabriel Salvia, director general de CADAL, en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV. Se refiere a Cuba, uno de los países no invitados a la Cumbre de las Américas por el gobierno de Joe Biden. Dicta la tradición del foro regional desde su primera edición en Miami, en 1994, que el país anfitrión fija la agenda, de modo de tomarle la temperatura al hemisferio. Esta vez, Estados Unidos estableció cuatro áreas de interés: la defensa de la democracia y de los derechos humanos, la migración ilegal, el cambio climático y el crecimiento equitativo. El termómetro de las Américas marca en rojo a Cuba, Venezuela y Nicaragua por su desafección de la democracia y de los derechos humanos. Desde Los Ángeles, sede de esta novena edición del cónclave regional del 6 al 10 de junio, Salvia dice que Cuba se autoexcluye, más allá de que la omisión de la lista de invitados, al (leer más)

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El peso del machismo

¿Está el mundo preparado para asociar el talento y el éxito con nombres femeninos? Lo duda la escritora, periodista y editora mexicana Alicia Quiñones, coordinadora del Programa Regional de las Américas de PEN Internacional, pero, durante una entrevista en el programa Cuarto de Hora, por CADAL TV, confiesa desde San Miguel de Allende, México, que tiene esperanzas. J. K. Rowling, autora de la saga Harry Potter, firmó con iniciales y omitió su nombre completo por consejo de sus editores: los varones se rehúsan a comprar y leer libros escritos por mujeres. La primera carta que recibió tras la aparición del volumen inicial en 1997 era de una niña británica que comenzaba diciendo: “Estimado señor”. La dejó pasmada. Eso ocurrió en el umbral del siglo XXI. No en el siglo XIX, cuando Aurore Dupin, musa del ilustre músico Frédéric Chopin y amante de los escritores Alejandro Dumas y Gustave Flaubert, usaba ropa de hombre, fumaba cigarros y firmaba sus libros con el seudónimo masculino ​George Sand. ¿Existe hoy equidad de género para las escritoras, muchas de (leer más)

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“Putin es una amenaza gigantesca”

Los acordes de la guerra vuelven a sonar. Esta vez, en Ucrania, cuyo himno nacional interpreta el violinista y compositor cubano Luis Alberto «Tito» Mariño. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, cumplió con su amenaza de invadir Ucrania, desmentida una y mil veces antes de ordenar los ataques. Europa, al acecho de la versión rusa del TEG, enfrenta la primera ocupación militar de uno de sus países desde la Segunda Guerra Mundial. “Putin es una amenaza gigantesca para el mundo democrático y para el derecho internacional”, dice Eduardo Viola, profesor de relaciones internacionales de la Fundación Getulio Vargas y del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de San Pablo, y consejero académico de CADAL, en Cuarto de Hora. Y agrega: “El riesgo de una guerra mundial y nuclear es altísimo porque Putin es mucho más peligroso que los líderes soviéticos”. Estados Unidos y los otros miembros la OTAN respondieron a la agresión de Putin con una batería de medidas económicas. Sus soldados no ingresarán en Ucrania, país que no integra la alianza atlántica. El (leer más)

Sociedad

La política de los centennials

Que no les incumba la política ni se identifiquen con los políticos no significa que vivan en la Nube de Oort. Los centennials, franja de entre 16 y 24 años de edad, están más preocupados por cuestiones concretas como el cambio climático o los derechos de los animales que por las roscas del poder o el canto de sirena de las campañas. Apoyan la democracia, pero se sienten insatisfechos. No están solos. Zigzaguean entonces entre la apatía (escepticismo sobre las instituciones y baja participación e interés en la política) y la antipatía (apoyo activo a movimientos liberales hostiles a las instituciones pluralistas). Esa tendencia creció en los últimos años merced al surgimiento de una ola populista global de expresiones de izquierda y de derecha, según el informe Juventudes y Democracia en América Latina, de la organización filantrópica Luminate. Continúa en ascenso en Argentina, Brasil, Colombia y México. La apatía pasa a ser antipatía en sociedades en las cuales prima la exclusión social como sistema. Más en varones que en mujeres. El remedio: transmitirles el aporte (leer más)

Actualidad

La democracia pandémica

¿Es culpa de los representantes o de los representados? En esa encerrona está la democracia latinoamericana. Los síntomas de malestar de 2019, con estallidos sociales en diversas latitudes, se vieron agravados por las erráticas gestiones gubernamentales de la pandemia. Cuando tocan elecciones, la ciudadanía tilda de incompetentes a los políticos. Y los políticos, frente a un eventual resultado adverso, sospechan de algún grado de irracionalidad en la ciudadanía. La excusa de los derrotados: casi todos los gobiernos mordieron el polvo en este larguísimo año y tres cuartos de confinamientos, mascarillas y vacunas. ¿Casi todos? No tantos como parece. La oposición más poderosa convive en el seno de las coaliciones, formadas, a veces, por partidos que no comulgan entre sí. Lo cual complica las cosas. Primero hacia dentro: cómo armonizar el discurso. Después hacia fuera: cómo convencer a un electorado no cautivo, presa de las zozobras económicas y, en términos políticos y psicológicos, quemado. Literalmente, quemado. Las elecciones, postergadas en algunos países por la crisis sanitaria, no despiertan el entusiasmo deseado, sino apenas una tímida esperanza (leer más)

Economía

¿Dónde hay un mango, viejo Gómez?

El billete de mayor denominación de Argentina, el de mil pesos, equivale al de menor valor y tamaño del euro, el de cinco. El de más ceros de Venezuela, de un millón de bolívares, apenas araña un cuarto de dólar norteamericano. En el ranking de Currency Watchlist (Observatorio de Divisas) que elabora Steve Hanke, economista de la Universidad John Hopkins, la moneda argentina figura sexta después del bolívar venezolano, la libra libanesa, el dólar zimbabuense y las libras sudanesa y siria. Una caída en picada por la cual Argentina alcanzó en 2020 el deshonroso séptimo lugar en el Índice de Miseria, que también confecciona Hanke. La condición humana, explica, zigzaguea “entre ser miserable y ser feliz. En la esfera económica, la miseria deriva de la alta inflación, los costos elevados de los préstamos bancarios y el alza del desempleo”. Variables que requieren una vacuna de una sola dosis. La del crecimiento. En igualdad de condiciones, agrega Hanke, “la felicidad tiende a florecer cuando el crecimiento es fuerte, la inflación y las tasas de interés son (leer más)

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El desapego de los derechos humanos

El apoyo de Argentina a la troika de las tiranías, Cuba, Nicaragua y Venezuela, no sólo deja entrever la afinidad ideológica, quizá como modelo de los atropellos en la provincia de Formosa denunciados por la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, sino también la injerencia de Rusia y China, soportes económicos de esos regímenes. “Nos falta diálogo”, evalúa Jorge Faurie, exministro de Relaciones Exteriores y precandidato a diputado nacional, porque “Argentina no quiere vínculos con el mundo”. La política exterior argentina, agrega, “no tiene capacidad de adaptación a un mundo que está cambiando”. El gobierno de Alberto Fernández declama la supuesta defensa de los derechos humanos sin intromisión en los asuntos internos de otros países. De ese pilar, el de los derechos humanos, se apropió la coalición de gobierno como si sus dirigentes y sus militantes hubieran sentado en el banquillo a las juntas militares. Mérito de Raúl Alfonsín, en todo caso. No de Néstor Kirchner por haber descolgado el cuadro de Jorge Rafael Videla en el Colegio Militar de (leer más)

Política

El cortocircuito de Cuba

El señor que llamó a la resistencia de los leales al régimen no había nacido cuando Fidel y Raúl Castro se apoderaron de Cuba. Ese señor, Miguel Díaz-Canel, tercer apéndice de una dictadura tan añeja como la contradicción, convocó a los suyos, “los revolucionarios”, a recuperar algo que creen que les pertenece: la calle. Nada peor para la izquierda que perder ese bastión. La calle, precisamente, estalló en San Antonio de los Baños, cerca de La Habana, por la falta de luz y, cual cortocircuito, hizo detonar la ira que electrizó a toda la isla por la crisis económica y sanitaria y la ausencia de un bien aún más preciado: la libertad. Patria y vida, en desmedro del eslogan oficial Patria o muerte, pasó a ser la consigna de miles de cubanos sometidos no sólo a la oscuridad a raíz de los cortes anunciados desde el 21 de junio por la Unión Eléctrica de La Habana debido el deterioro de las centrales termoeléctricas, sino también a la desprotección frente a la pandemia. La suspensión del (leer más)

Actualidad

Lo peor de cada casa

El legislador demócrata Tip O’Neill, presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, acuñó una frase que terminó siendo el título de un libro de su autoría y una regla de la política norteamericana: All Politics Is Local (Toda política es local). Tan local es la política que define no sólo el interés nacional, sino también la proyección internacional. En Argentina, donde efectivamente toda política es local, las decisiones y los pronunciamientos del presidente Alberto Fernández parecen estar dirigidos al núcleo duro de su coalición de gobierno en desmedro, en ocasiones, de países clave para resolver problemas crónicos, como la deuda externa. La bandera de los derechos humanos, cual moneda de cambio, flamea según la dirección del viento. La abstención en la Organización de los Estados Americanos (OEA) frente a la resolución de condena del régimen autocrático de Daniel Ortega, en Nicaragua, echa luz sobre la dimensión de la política local. Pudo tratarse de una maniobra política con el guiño del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para incomodar al secretario general de (leer más)

Política

¿Justicia o venganza en Bolivia?

Treinta años de prisión pidió el ministro de Justicia y Transparencia de Bolivia, Iván Lima, para la expresidenta Jeanine Áñez, detenida en forma preventiva durante cuatro meses que, ante la posibilidad de fuga, pasaron a ser seis. La acusan de terrorismo, sedición y conspiración. Causas, en apariencia, de la renuncia de Evo Morales, en 2019, después de haberse presentado para un cuarto mandato en las elecciones a pesar de haber sido vetado en el referéndum de 2016. Áñez, trasladada de la cárcel de mujeres a Obrajes a la de Miraflores cuando creyó que iba a ser asistida por un cuadro de hipertensión, aduce que no provocó el mentado Caso Golpe de Estado. Tanto machacan los llamados progresistas latinoamericanos con la teoría del lawfare, cual guerra judicial o jurídica contra gobiernos salpicados por escándalos de corrupción, que uno de los suyos, el de Luis Arce, exministro de Economía de Morales, culpa a Áñez del golpe de Estado, pero pasa página de uno de sus artífices en caso de haberlo sido, Luis Fernando Camacho, nuevo gobernador de (leer más)

Sociedad

Pórtense bien

Afortunados los mexicanos, que cultivan “el entendimiento del pasado y la ayuda en la construcción de un mejor futuro”. Tan afortunados que, gracias a Andrés Manuel López Obrador, alias AMLO, han sido glorificados por la Guía Ética para la Transformación de México. Una suerte de Biblia después de haber padecido “el régimen neoliberal y oligárquico que imperó en el país entre los años ochenta del siglo pasado y las dos primeras décadas del siglo XXI”. Ese estigma, dice, “machacó por todos los medios la idea de que la cultura tradicional del pueblo mexicano era sinónimo de atraso y que la modernidad residía en valores como la  competitividad, la rentabilidad, la productividad y el éxito personal en contraposición a la fraternidad y a los intereses colectivos”. Nada de eso, mis cuates (amigos). Pórtense bien. Gracias a la prédica evangélica del gobierno, los mexicanos ya no deberán “acomodarse a los vaivenes de la economía”. En el pasado reciente, “los más altos funcionarios dieron ejemplo de comportamientos corruptos y delictivos y de desprecio por el pueblo y hasta (leer más)

Política

La vacuna del nacionalismo

El nacionalismo, causante de las peores tragedias en el siglo XX, encontró un nuevo filón en la vacuna contra el coronavirus. La disputa, por más que se base sobre la cooperación científica entre laboratorios de varios países, no pone en riego la democracia, sino su calidad y, en cierto modo, las relaciones internacionales. Si Donald Trump se llevó el mundo por delante con el lema America First, ahora podría hacerlo con otro acaso más preocupante: Vaccine First. El afán de Estados Unidos en desmarcarse de la Organización Mundial de la Salud (OMC) prosigue con la compra de millones de dosis para superar el trance antes que ningún otro país. La disputa por ser el primero en disponer de la vacuna, una vez que se compruebe la eficacia de las que están en ensayos clínicos, se parece al comportamiento que debemos adoptar cuando se despresuriza la cabina del avión y caen sobre nuestras cabezas las máscaras de oxígeno: “Los pasajeros que viajen con niños deben colocarse primero las máscaras y después colocárselas a los niños”. Las (leer más)

Política

El bumerán de la negación

La negación tiene un precio. El de exponerse a padecer aquello que uno no quiere o no puede admitir. En Brasil, el coronavirus mató a más de 65.000 personas. Su presidente, Jair Bolsonaro, desdeñó desde el comienzo el impacto devastador de la pandemia. Una gripezinha. Un resfriadinho. Algo peor que, en plan de no sembrar pánico y de promover el contagio controlado para lograr la llamada inmunidad del rebaño, llevó a “lidiar con un escenario” comparado con la muerte de Stalin al primer ministro británico, Boris Johnson, según sus propias palabras, o al confinamiento forzoso del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, otro autócrata. El bumerán de la negación golpeó la quijada de Bolsonaro. Le dio positivo el test. Nada que temer, dejó entrever, gracias a la hidroxicloroquina. Un antipalúdico descartado después de varios ensayos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Donald Trump dejó de tomarlo. La receta de Bolsonaro, sin pruebas científicas, supuso la renuncia de dos ministros de Salud en menos de un mes, los médicos Henrique Mandetta y Nelson Teich, (leer más)