Prohibido el paso
La severa ley de Arizona para combatir la inmigración ilegal altera la agenda de EE.UU. Lo que son las cosas: en el primer año de gobierno de Barack Obama son expulsados de los Estados Unidos más extranjeros que en el último de George W. Bush. No se trata de un endurecimiento de la política de deportación de ilegales, plasmada en la valla frente a México que manda levantar Bush con la venia del Capitolio. Se trata de un pecado de omisión de Obama: no cumple en tiempo y forma con la reforma migratoria, demorada por las reformas sanitaria y financiera. Entre 2008 y 2009, la legión de extranjeros echados del país trepa de 264.503 a 387.790. Cual broche, la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, refuerza ahora la valla con una ley tan odiosa como la valla misma. Es la “ley de barrios seguros y apoyo a las fuerzas del orden”. Permite a la policía detener a cualquiera por “sospechas razonables” de no tener los papeles en regla; de comprobarlo, el pobre infeliz pasará a ser (leer más)