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El contrapeso de Trump

Mucha tela para cortar dejó la victoria de Donald Trump en las presidenciales de Estados Unidos. El súbito cambio del candidato demócrata, Joe Biden, por la vicepresidenta Kamala Harris cuatro meses antes de las elecciones, así como los intentos de asesinato de Trump, marcaron el pulso de una campaña sin precedente. Pesaron la economía y la inmigración, entre otros factores. También hizo lo suyo la desinformación, atribuida a la supuesta injerencia del exterior. Dice Patricio Navia, consejero académico de CADAL, durante una entrevista en Cuarto de Hora, programa de CADAL TV: “Los cuatro años de gobierno demócrata no convencieron a la población”. También señala que Harris tuvo más tiempo de campaña que los candidatos presidenciales en Europa, pero decidió no aparecer en entrevistas de televisión. Esa estrategia no resultó”. Navia, profesor de la Universidad de Nueva York y de la Universidad Diego Portales, de Chile, confía en que las instituciones serán el contrapeso “que le impedirá a Trump hacer lo que quiera”. La falta de liderazgo demócrata, atribuida a la senilidad del presidente Biden, contribuyó (leer más)

Política

¿Por qué los latinos votaron a Trump?

Pregunta recurrente: ¿por qué los latinos votaron en masa a un candidato que, durante la campaña, no hizo más que tildarlos de criminales que “envenenan la sangre del país”, “tienen genes malos” o, como soltó el cómico Tony Hinchcliffe en un mitin realizado en el Madison Square Garden, de Nueva York, provienen, entre otros confines, de «una isla flotante de basura en medio del océano»? Hablaba de Puerto Rico, Estado libre asociado de Estados Unidos. La enérgica réplica de la vicepresidenta Kamala Harris, candidata demócrata, no alcanzó para frenar el aluvión de votos latinos para su rival, Donald Trump, finalmente ganador por varios cuerpos. ¿Porque te quiero te aporreo? Más o menos. La broma, se apresuraron a aclarar los republicanos, no reflejaba la opinión de Trump ni de los suyos. El discurso xenófobo, impreso durante la campaña, era difícilmente rebatible. Lo cierto es que el electorado latino hizo caso omiso del asunto. O del insulto. Trump remontó la cuesta de dos elecciones presidenciales con esa porción en contra. La pregunta recurrente, entonces, tiene una respuesta: (leer más)

Política

Europa vota en Estados Unidos

Es curioso: el mundo no vota en Estados Unidos, pero ausculta del desenlace como si fueran elecciones propias. Más curiosa aún es la escasa cantidad de personas que decide una contienda de ribetes planetarios. En las presidenciales de 2020, coronadas con la victoria de Joe Biden a pesar de los berrinches de Donald Trump y los suyos, participó el 62,4 % de los votantes. Un récord en medio siglo, según Statista. Entre votos presenciales y por correo, 100 millones de norteamericanos decidieron el futuro de 8.000 millones de personas. Tan interesante como inquietante resulta ser la pregunta que formula ahora el escritor y analista internacional español Andrés Ortega en el portal Política Exterior: “¿Nos conviene más Trump?”. Habla de las cruciales elecciones del 5 noviembre, en las cuales las encuestas oscilan entre el expresidente y la vicepresidenta Kamala Harris, sucesora de Biden en las filas demócratas. Todo dependerá de los llamados Swing States o Estados vacilantes. Siete entre los 50 del país en los que no pesa el voto popular, sino el electoral. Gana el candidato que (leer más)

Actualidad

La resurrección demócrata

Kamala Harris aplicó una máxima napoleónica durante el debate con Donald Trump: «Nunca interrumpas a tu enemigo cuando está cometiendo un error». Le siguió la corriente y, con cejas arqueadas, suspiros, mano en el mentón, sonrisas condescendientes, miradas compasivas y gestos desdeñosos, mantuvo el pulso frente a las cámaras, pendientes de su compostura y de los berrinches de su adversario. Ciertamente, la vicepresidenta borró el desempeño penoso de Joe Biden en el primer mano a mano con el expresidente, más empeñado en insistir en el supuesto fraude electoral de 2020 que en calibrar la estrategia de 2024. Con Biden era más fácil para Trump, aprovechándose de sus olvidos y de sus confusiones. Los años y los daños no perdonan. Harris, en principio, remontó una cuesta. Cuatro de cada 10 votantes de los Estados vacilantes, llamados Swing States, sabían poco o nada de la primera mujer en la historia que ejerce la vicepresidencia de Estados Unidos. Se retrató a sí misma como la primera mujer negra de ascendencia india que ocupó el cargo de fiscal en (leer más)

Actualidad

Kamala eclipsa a Trump

En solo tres lunas o 72 horas, los astros inclinaron la balanza hacia Kamala Harris. En ese lapso, la vicepresidenta de Estados Unidos alcanzó la mayoría de más de 3.800 delegados demócratas para ser candidata a presidenta, recaudó una fortuna para su campaña y, cual broche, quebró por dos puntos la paridad entre Joe Biden y Donald Trump en un sondeo de Reuters/Ipsos. La máquina comenzó a funcionar a partir de la decisión de Biden de tirar la toalla.  “¡Hemos lanzado una línea de nuevos productos de Kamala Harris!”, decía un correo electrónico del Comité Nacional Demócrata. Ofrecía a precios módicos y en tiempo récord, a 107 días de las presidenciales del 5 de noviembre, desde camisetas, gorros, tazas y otros bártulos hasta protectores de pantallas de celulares sin costo con la inscripción Harris for President. Si Trump tuvo su apogeo con la desgracia con suerte que implicó el intento de asesinato en Pensilvania y su coronación como candidato durante la Convención Nacional Republicana, Harris paladeó la gloria después de defender a capa y espada (leer más)

Economía

Una desgracia con suerte

Donald Trump es un tipo con suerte. No perdió la vida de milagro con el balazo que le rozó la oreja en el acto de Butler, Pensilvania. Zafó del juicio en el que era acusado de haberse llevado documentos confidenciales de la Casa Blanca a su residencia de Mar-a-Lago, Florida. Remató esos tres días de vértigo con su proclamación como candidato en la Convención Nacional Republicana, en Milwaukee, donde presentó a su compañero de fórmula, el senador J. D. Vance, de 39 años. La mitad de sus 78 en momentos en que la edad pasó ser un tema de campaña. Cual broche, las acciones de la red social Truth Social, de Trump Media & Technology Group, se dispararon. El mercado suele ser predictivo. Intuye ahora una victoria de Trump en las presidenciales del 5 de noviembre. En las encuestas iba codo a codo con Joe Biden, desacreditado hasta por los demócratas después del debate como candidato a la reelección. La última de The Times/SAY24 arroja una ventaja para Trump en siete Estados clave: Arizona, Georgia, (leer más)

Política

Biden versus Trump, ¿segundo round?

Joe Biden decidió ser candidato a la reelección en 2024. Le cabe el derecho, sobre todo después de la remontada de los demócratas en las elecciones de medio término de 2022. Esa media victoria a mitad de camino, algo así como un referéndum, desinfló por un rato la ambición de Donald Trump dentro de las filas republicanas por la irrupción como precandidato presidencial del gobernador de Florida, Ron DeSantis. En el léxico de Trump, Sleepy Joe pasó a ser Crooked Joe. Traducido: de dormilón, como llamaba a Biden en las presidenciales de 2020, pasó a ser torcido, el apodo despectivo aplicado a Hillary Clinton en las de 2016. Los problemas legales no amilanan a Trump en su cruzada por volver a la Casa Blanca a pesar de los disturbios del 6 de enero de 2021, cuando los suyos, los muchachos trumpistas, quisieron impedir la certificación de la victoria de Biden con el vergonzoso ataque contra el Congreso. Trump tampoco ahorra epítetos contra DeSantis. Lo llama DeSanctimonious y DeSanctus. O contra otro eventual rival de su (leer más)

Política

La desilusión con Biden

Joe Biden cumplirá 80 años el 20 de noviembre. Contrajo coronavirus. Nada alarmante, en principio. En 2024, como suele suceder en Estados Unidos después del primer período, tiene el derecho de ser candidato a la reelección. ¿Podrá? La oposición republicana objeta su avanzada edad: si gana a los 82 años, tendrá 86 cuando concluya el mandato. Lo saben los dirigentes demócratas, pero prefieren mantener silencio por respeto a la investidura. No así las bases. El desencanto con la gestión, empañada como otras por la pandemia y la economía, crece día tras día en varias franjas de la sociedad. Especialmente, en sus propias filas y, dentro de ellas, entre los jóvenes Un 64 por ciento de los votantes demócratas preferiría otro candidato en las presidenciales de 2024, según un sondeo de The New York Times. Lo resume la periodista Michelle Goldberg en esas páginas: “Joe Biden es muy viejo para ser presidente de nuevo”. Un latigazo en medio de la incertidumbre provocada por una inflación anual del 9,1 por ciento, la más alta en 40 años (leer más)

Política

Cuatro años menos

No fue una elección, sino un referéndum. Un referéndum sobre Donald Trump en una sociedad dividida, cercada por la pandemia e inquieta por la economía. La revista The National Interest se preguntaba en su portada de septiembre: “Who’s worse? (¿Quién es peor?)”. Resultó ser Trump, pero, fino detalle, obtuvo seis millones de votos más que en 2016. El presidente electo, Joe Biden, pasó a ser el candidato más votado de la historia, con 73,7 millones de votos. Lo menos pensado: superó a Barack Obama, de quien fue ladero durante dos mandatos, acaso por el momento excepcional en el cual se desarrollaron las elecciones. La imagen de Estados Unidos roza sus mínimos históricos, según el Pew Research Center. Cuatro años más o four more years era lo habitual para un presidente en ejercicio. Después de la Segunda Guerra Mundial, sólo Jimmy Carter y George Bush (padre) no reincidieron. Perdieron frente a Ronald Reagan y Bill Clinton, respectivamente. La excepción: Gerald Ford, sucesor de Richard Nixon, obligado a renunciar por el caso Watergate. Trump sucumbió con su (leer más)

Política

Lincoln en el espejo de Trump

Otro tiempo en el mismo lugar. En agosto de 1864, el presidente Abraham Lincoln, enrolado en el Partido Republicano como Donald Trump, llevaba todas las de perder. Planeaba, resignado, una transición ordenada sin imaginarse que iba ser la cara del billete de cinco dólares. El favorito era el candidato demócrata, George McClellan, general en el cual confiaban los norteamericanos para alcanzar una paz negociada de la Guerra de Secesión, en curso hasta 1865. En 156 años, salvando las distancias, las circunstancias son similares: una crisis (la pandemia, modelo 2020), nuevas tecnologías (Twitter, antes el telégrafo) y un replanteo del sistema electoral. Mientras Trump no tuvo éxito ni entre los suyos con su propuesta de posponer las presidenciales del 3 de noviembre para evitar un supuesto fraude, Lincoln se preparaba para admitir la derrota. Escenarios parecidos, reacciones diferentes. McClellan, ex general en jefe de los ejércitos de Estados Unidos, pretendía a los ojos de Lincoln casi lo mismo que el candidato demócrata, Joe Biden, a los ojos de Trump: disolver la nación. Lincoln, en contraste con (leer más)

Política

La compañera de Biden

De ganar las elecciones del 3 de noviembre, Joe Biden será el presidente más viejo de la historia de Estados Unidos. Cumplirá 78 años un par de semanas después, el 20 de ese mes. De ahí la importancia de su compañera de fórmula. Una virtual sucesora. Biden prefirió entre una docena de posibles candidatas a Kamala Harris. La decisión de completar la boleta demócrata con ella coincide con la coyuntura. La de la ira en varias ciudades contra la segregación racial y la violencia policial por el brutal crimen de George Floyd. Harris, senadora desde 2007, es la única mujer negra en el Senado. Se trata de la tercera candidata a vicepresidenta de la historia después de Geraldine Ferraro, compañera de Walter Mondale en 1984, y de Sarah Palin, compañera de John McCain en 2008. Las fórmulas mixtas, una demócrata, la otra republicana, no sumaron votos hasta ahora. Mondale perdió por paliza frente a Ronald Reagan, reelegido, y McCain no pudo evitar el fenómeno Barack Obama. Biden apostó por la hija de una científica especializada (leer más)