Economía

La vuelta a la normalidad

Superado el contencioso por la estatización de YPF con la indemnización de Repsol, la Argentina y España se aprestan a suscribir un acuerdo de asociación estratégica Dos años después de la crisis desatada por la expropiación del 51 por ciento de YPF, la relación bilateral entre la Argentina y España vuelve a encarrilarse. Era hora. El nuevo embajador de España en la Argentina, Estanislao de Grandes, escogió el mejor ámbito para anunciar una alianza de asociación estratégica entre ambos gobiernos. Fue en la recepción de bienvenida que le ofreció la Cámara Española de Comercio en la República Argentina (Cecra), presidida por Guillermo Ambrogi. Tres días antes, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, se había mostrado exultante por el éxito del acuerdo de expropiación alcanzado con la Argentina. Brufau tocó la campana en el Palacio de Bolsa de Madrid con motivo de los 25 años de cotización bursátil de la compañía en esa plaza y en Nueva York mientras el embajador De Grandes, alentado por la inminente visita a la Argentina del presidente Mariano Rajoy, transmitía (leer más)

Economía

Los españoles las prefieren rubias

El euro entró en circulación el 1 de enero de 2002, pero los españoles aún conservan 1.672 millones de esa moneda en pesetas En Salvaterra de Miño, Galicia, cerca de Portugal, sus 9.000 habitantes pagan 166 pesetas por un café, 5.000 por un perfume y 9.800 pesetas por un secador de pelo. No son los únicos: muchos españoles siguen pensando en pesetas y, lo más curioso, atesorándolas. Hasta marzo de 2014 contabilizó el Banco de España el equivalente a 1.672 millones de euros en pesetas sin canjear. Convertidos: 278.198 millones de pesetas, de los cuales 867 millones de euros (144.257 millones de pesetas) se guardan en billetes y 805 millones (133.941 millones de pesetas) en monedas. Tienen tiempo para canjearlas hasta el 31 de diciembre de 2020. El euro entró en circulación el 1 de enero de 2002. La mayoría de los países de Europa fijó plazos para canjear sus divisas por euros. En Francia venció en 2005. Dos tercios de los españoles confían más en la peseta, llamada rubia, que en el euro, dice (leer más)

Economía

Bienaventurados los ricos

La desigualdad, el desempleo, el cambio climático, la falta de liderazgo político y el escepticismo ante las medidas económicas son algunos de los retos mundiales para 2014 En tiempos de crisis vale todo y, a su vez, todo vale. Hasta adquirir una ciudadanía extranjera. La de Malta vale 650.000 euros. Está en oferta. Narcos, lavadores de dinero y afines, abstenerse. El programa, impulsado por el primer ministro Joseph Muscat y aprobado por el parlamento, tiene sus ventajas: el derecho de viajar sin trámites fronterizos a los otros 27 miembros de la Unión Europea y el de ir sin visa a 69 países, así como el de disponer de un espacio para atracar el yate. De las siete islas que forman Malta, esparcidas en el mar Mediterráneo a 80 kilómetros al sur de Sicilia, sólo tres están pobladas: la homónima, Gozo y Comino.

Política

Como te digo una cosa te digo la otra

La coherencia no siempre es el principio que rige la política internacional, como lo demuestra ahora el debate desatado por la anexión de Crimea a Rusia De pronto, el gobierno español inició una escalada contra el británico por el contencioso de Gibraltar. En agosto de 2013, un remolcador fondeado en las inmediaciones del peñón había arrojado bloques de hormigón al mar para construir un arrecife artificial. Los bloques, con pinchos de hierro, destrozaban las redes de los pescadores españoles, aquejados por la crisis. El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García Margallo, presentó una batería de denuncias por “violación del derecho internacional en aguas españolas”, “violación del derecho de la Unión Europea y sus normas medioambientales”, “delito medioambiental” y “delito penal”.

Economía

Un poco de insatisfacción

Así como la palabra escrache se ha incorporado al léxico político de España, la indiferencia de los políticos frente a los reclamos populares está abriendo una grieta profunda en todas las sociedades Inmaculada Michinina, vendedora ambulante de Cádiz, llevaba tres años esperando una licencia que le permitiera exponer sus manualidades en un mercado de esa ciudad española. Irrumpió en 2013 en el pleno del ayuntamiento: «Vosotros nos demostráis en cada pleno que pasáis de nosotros, que os importamos tres pitos –exclamó entre lágrimas–. Nosotros os hemos dado ese puesto de trabajo y no lo valoráis». Le apuntó a la alcaldesa, Teófila Martínez, del Partido Popular, acusándola de estar subida en un pedestal. Y les disparó a los políticos: «¿Para quién trabajáis, coño?». Su discurso, aupado en la crisis, recorrió como pólvora las redes sociales.

Sociedad

Las nuevas guerras de secesión

Un fantasma recorre la espina dorsal del planeta cuando los Estados Unidos y Rusia se enzarzan por países en conflicto, como Ucrania y Siria. Es el fantasma de la Guerra Fría, muerta y sepultada tras el final de la Unión Soviética. En esta remozada versión, Washington y Moscú no intercambian golpes en forma directa como Rocky Balboa e Iván Drago sobre el ring. De hacerlo, no quedaría piedra sobre piedra. Riñen a través de terceros en discordia. Entablan una proxy war (guerra por delegación) cuya pelea de fondo dirimen, en apariencia, países que quieren pueblos prósperos y países que quieren Estados poderosos.

No Picture
Economía

Mucho Estado, poco bienestar

La clase media global tiene la extraña sensación de pagar más impuestos a cambio de pocos o cada vez menos servicios. En Europa continental, la gente protesta en las calles por esa razón, más allá de que demande intervención estatal en la reactivación de la economía y la creación de empleo. En Gran Bretaña están irritados por los recortes del gasto público, lo cual significa que el Estado no administra bien sus ingresos. En América latina, la bonanza de los últimos años ha impreso mayor rigor con los contribuyentes. En los Estados Unidos, demócratas y republicanos hacen equilibrio al borde del llamado “abismo fiscal”. El Estado, atado a los humores de los mercados, no resuelve por sí solo la mayor encrucijada de estos tiempos: aquel que no tiene empleo corre el riesgo de sufrir depresión, ansiedad y sus derivados; aquel que lo tiene, pero se siente mal pagado, estresado, subestimado e inseguro, puede estar igual o peor que el otro, según un estudio de la Universidad de Melbourne, Australia, volcado en la revista Occupational and (leer más)

No Picture
Política

Partidos políticos en crisis

Cuando los indignados de España y de otros países europeos, así como de los Estados Unidos, llenaron las plazas al grito de “no nos representan”, muchos latinoamericanos se identificaron con ellos. Sintieron lo mismo: que los políticos estaban lejos de interpretar sus demandas y canalizarlas como correspondía desde el gobierno o la oposición. Ese estigma contra aquellos que debían ser la caja de resonancia de los reclamos populares no puso en riesgo a la democracia, como ocurría antes. La falta de confianza en los partidos políticos abrió una grieta con la sociedad, reflejada en una menor participación de los afiliados en períodos no signados por elecciones puntuales. En Uruguay y los Estados Unidos, seis de cada diez personas son partidarias. ¿Qué significa esta palabra, partidaria, utilizada en un revelador estudio de la Universidad Vanderblit, de Nashville, Tennessee, para evaluar la cercanía de la ciudadanía hacia los partidos políticos? Que la gente expresa sin pudor sus preferencias políticas, lo cual estimula la participación y el comportamiento electoral. En Perú, la Argentina, Guatemala, Ecuador y Chile ocurre (leer más)

Política

La rebelión de los indignados

Sábado 11 de octubre de 2008. Hördur Torfason decide apostarse con su guitarra frente al Parlamento de Islandia y preguntarles a los transeúntes qué está ocurriendo y qué pueden hacer. En medio del caos económico, la gente expresa con un micrófono su desencanto con los políticos y los banqueros. Comienza a gestarse el movimiento Voces del Pueblo. La concurrencia aumenta cada semana. En unos meses, el Parlamento se disuelve. Hay elecciones generales. En un referéndum, los islandeses resuelven no pagarles a Gran Bretaña y Holanda una deuda de 4.000 millones de dólares. Es la piedra de toque del modelo de protesta contemporánea, pero necesita un escenario mayor para globalizarse. Domingo 15 de mayo de 2011. Es San Isidro, patrono de Madrid. Falta una semana para las elecciones municipales y autonómicas. El desempleo y la crispación baten récords. Los indignados hacen suya la calle, sortean las prohibiciones y prometen quedarse en la Puerta del Sol, de Madrid, “hasta que ganéis 600 euros como nosotros”, según me dice uno de ellos. Cumplen con su palabra blandiendo un (leer más)

No Picture
Política

Setenta veces siete

Kosovo independiente es una buena carta electoral para Putin Cuando terminó la guerra de Kosovo, los soldados rusos arribaron a la provincia serbia antes que los tanques de la alianza atlántica (OTAN). Era lógico: los militares norteamericanos y europeos no habían puesto un pie en el terreno durante la represalia aérea contra el régimen de Slobodan Milosevic. Era lógico y era, también, una demostración de poder. Los bombardeos duraron 78 días. Entre el 24 de marzo y el 9 de junio de 1999 hubo 5000 víctimas de un solo lado, el serbio, y ninguna del otro. Con la ayuda de Boris Yeltsin, entonces presidente de Rusia, Milosevic sorteó la regla Galtieri: no cayó de inmediato por la derrota, sino un año y medio después. En ese lapso, los serbios no recibieron de su gobierno una admisión sobre el desenlace de la guerra. Sólo supieron que Kosovo, ocupada por 16.000 efectivos de la fuerza multinacional de paz (KFOR), adquiría el estatus de protectorado. En él, el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK), considerado terrorista, narcotraficante y (leer más)