No Picture
Política

En casa manda él, pero ella toma las decisiones

Si bien la imagen del líder masculino está intacta, se supone que las mujeres no son propensas a caer en la corrupción Le pregunté a Mary McAleese, presidenta de Irlanda, por qué no llevaba cartera como la mayoría de las mujeres: “Siempre llevo a mi marido –respondió con naturalidad–. Martin lleva el dinero, las llaves y todo eso que una suele cargar en la cartera. Yo prefiero llevar solamente a mi marido”. Era broma, pero hablaba en serio. Martin estaba sentado a su lado, impertérrito, sonriente, orgulloso de su papel de primer caballero (o cónyuge de la primera mandataria). En su país, desangrado durante años por la ira del IRA, que una mujer fuera presidenta no era novedoso: Mary Robinson, su antecesora, había sido la primera. Lo del género es relativo, en realidad. No era extraño que Martin llevara en sus bolsillos los artículos de primera necesidad de su mujer. Poder y dinero nunca dejaron de ser asuntos masculinos. En España, con una vicepresidenta primera del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y un (leer más)

No Picture
Política

No soy monedita de oro pa’ caerles bien a todos

Las diferencias entre el rey y Chávez resumieron las dificultades que tienen España y la región para vincularse entre sí Al son de una ranchera, Hugo Chávez insinuó apenas arribó a Santiago, Chile, sede de la XVII Cumbre Iberoamericana, que algo tramaba: “No soy monedita de oro / pa’ caerles bien a todos; / así nací y así soy, / si no me quieren, ni modo”, desafinó. Iba a ser la primera gota de una lluvia de agravios e indiscreciones que pretendió que fueran divertidos, pero que, en realidad, no causaron gracia a nadie. En Venezuela, la inminente reforma constitucional, pasaporte para su reelección indefinida y otras delicias del socialismo del siglo XXI, había dejado un tendal de heridos entre estudiantes universitarios que se lanzaron a rechazarla en las calles. Lejos de reparar en ello, cada vez más encerrado en su laberinto, Chávez creyó que el foro iberoamericano era algo así como una reunión de consorcio. Le dijo a su par brasileño: “Lula, ahora que eres un magnate petrolero, ¿por qué no te animas con (leer más)

No Picture
Política

Nosotros, que nos queremos tanto

Nunca hubo mejores condiciones para la integración regional y, a la vez, nunca hubo tantos enconos capaces de trabarla Dos amigos observan a una mujer. Dice uno: “Tú la ves descansando sobre el brazo de aquel hombre. Sólo que ayer descansaba así sobre el mío”. Replica el otro: “Y mañana se posará sobre el mío”. Dice uno: “Mírala sentada junto a él. Fue sólo ayer que se sentaba junto a mí”. Replica el otro: “Mañana se sentará a mi lado”. Y así, mientras la mujer bebe de la copa de su pareja, contempla su rostro y susurra a sus oídos, uno memora el pasado y el otro vislumbra el futuro con ella. Hasta que uno concluye que esa mujer es extraña. Replica entonces el otro: “Ella es como la vida, poseída por todos los hombres; y como la muerte, conquista a todos los hombres; y como la eternidad, envuelve a todos los hombres”. ¿Es América latina como la mujer descripta por Gibrán Jalil Gibrán en el cuento Ayer, hoy y mañana? Es, al menos, como (leer más)

No Picture
Economía

Algunos somos más iguales que otros

Vista desde España, la región no ha superado la distorsión entre el crecimiento de la economía y los altos índices de pobreza MADRID.– Neo significa nuevo. Neo, en la piel de Keanu Reeves, es el pirata informático que, en la profecía de la saga Matrix, resulta ser el Elegido para salvar a la humanidad de la prisión creada y mantenida por las máquinas. Neo, asociado con el liberalismo o el conservadurismo, espanta como el ajo a los vampiros y las novias. No espantan el liberalismo ni el conservadurismo por sí mismos; espantan el neoliberalismo, versión latinoamericana, y el neoconservadurismo, versión norteamericana. Uno, por el saldo desolador de las privatizaciones en el continente más incontinente del mundo; el otro, por la agresiva política exterior de George W. Bush. Neo a secas no significa nada. Neo, el muchacho inseguro de Matrix, no confía en el destino ni en el Oráculo, sino en Morfeo, su esmerado tutor, y en Trinity, dispuesta a sacrificarse por él. Si Neo fuera América latina, con sus insensatos índices de desigualdad, pobreza, corrupción, (leer más)

No Picture
Política

Separación de bienes y raíces

En medio de las protestas contra Evo Morales, el alcalde de Santa Cruz avivó la polémica con la división de Bolivia Miss Bolivia, Gabriela Oviedo, participante del concurso Miss Universo, tuvo el desparpajo de expresar en 2004 aquello que antes, en su país, se pensaba, pero no se decía. Hizo público lo privado: “Desafortunadamente, la gente que no conoce mucho sobre Bolivia piensa que todos somos indios; es La Paz la imagen que refleja eso: gente pobre, gente de baja estatura y gente india.” En Santa Cruz de la Sierra, agregó, «somos altos, somos gente blanca y sabemos hablar inglés”. En ella primaba la renuencia a aceptar a un aymara chaparrito, de tez oscura y pelo duro, en el Palacio Quemado (sede del gobierno). El aymara chaparrito, de tez oscura y pelo duro, Evo Morales, recogió el guante tres años después en el Palacio Quemado: “Sólo piensan día y noche en cómo tumbar a este indio”. No reparó en el desparpajo de Miss Bolivia, sino en la geografía humana del país. Una geografía humana surcada (leer más)

No Picture
Política

Las dos caras de la Luna

Sin reparar en las afinidades políticas, Lula impulsó el biocombustible y Chávez insistió en apuntalar el anillo energético En Santiago de Chile, mientras Ricardo Lagos aún ejercía la presidencia, Néstor Kirchner farfulló: “Es el anillo energético”. Eramos dos personas con él, de pie en medio de una multitud de comensales. No entendimos la frase. “Es el anillo energético”, repitió, y no dijo nada más durante unos segundos. Había ido a amigarse con su par chileno por la falta de provisión de gas argentino, pero, en principio, ya tenía en mente tender con Hugo Chávez el proyectado gasoducto desde Venezuela hasta la Argentina, Uruguay y, si cuadraba, la Antártida. Evo Morales aún era candidato presidencial; Luiz Inacio Lula da Silva aún no proclamaba la producción de biocombustible. En poco más de dos años, el anillo energético pasó a ser pasión de multitudes. O, en realidad, de esas multitudes que, mientras Kirchner farfullaba su nombre, no perdonaban pescados ni mariscos. En ese lapso, Chávez, Morales y él trazaron un mapa regional que no coincide con la división (leer más)

No Picture
Política

Cómo atarse los cordones con una sola mano

Cada vez hay menos diferencia entre los gobiernos de ambas tendencias, vectores de la vida política durante dos siglos En la Revolución Francesa no había zapatos para ambos pies. Aún no se fabricaban. El zapato derecho era igual al izquierdo. Sin diferencias entre sí. Los pies terminaban domándolos: pasaba a ser uno el derecho y el otro el izquierdo. Con la política ocurrió algo parecido. En la asamblea nacional constituyente de Francia se sentaron a la derecha los partidarios de la monarquía absoluta y a la izquierda los detractores del orden establecido. Hasta entonces no había corrientes de opinión identificadas de ese modo. Tenían, como los zapatos, el molde derecho y debían calzarlo en el pie izquierdo. No existían las hormas, supongo. Dos siglos después, con un zapato para cada pie, la derecha y la izquierda sobreviven más en la forma que en el contenido. En Europa, cuna de ambas vertientes, varios motes sustituyeron los modelos primitivos. En Gran Bretaña, Francia, y Alemania, entre otros países, no pocos candidatos de un polo enriquecen sus programas (leer más)

No Picture
Política

Toco y me voy

Por unos días, la región quedó presa de una falsa opción entre la impotencia de uno y la competencia del otro En vísperas de la gira de George W. Bush por la región, Tabaré Vázquez y Luiz Inacio Lula da Silva se reunieron en la estancia presidencial de Anchorena, en las afueras de Colonia. Firmaron convenios de cooperación; sonrieron para la foto. Luego echaron migas a la prensa con los reclamos del gobierno uruguayo, compartidos con el paraguayo, por las asimetrías del Mercosur. Es decir, por la poca atención que los socios grandes prestan a los socios chicos. Nada nuevo bajo el sol. Ambos expusieron su parecer y, con ello, procuraron demostrar que habían afianzado el bloque. ¿De qué habían hablado? De la inminente visita de Bush a sus respectivos países. Si no, la reunión en sí, con el despliegue y el gasto que implica, no hubiera sido más que una formalidad. Con la demorada visita, Lula quiso pagarle a Tabaré Vázquez una deuda de ausencias. En la XVI Cumbre Iberoamericana, realizada en noviembre de (leer más)

No Picture
Política

La isla de la fantasía

La influencia de los gobiernos de los Estados Unidos, Venezuela, Brasil y España será decisiva en la inminente transición En vísperas de la parada militar del 2 de diciembre en la plaza de la Revolución, la gran incógnita no era la presencia de Fidel Castro. Ya no. Que estuviera poco iba a cambiar la situación. Desde el 31 de julio había delegado el mando en su hermano Raúl. Excepto esporádicas apariciones con el diario oficial Granma de la fecha correspondiente sólo para demostrar que seguía vivo, todo se centraba en el secreto mejor guardado de la isla: su estado de salud, librado a la decisión del destino de mantener el pulgar erguido o inclinarlo hacia abajo. Faltaba después de 47 años. Faltaba y, con su ausencia, abonaba la intriga sobre el desenlace. El desenlace de Cuba, más que el suyo. Febriles comenzaron a ser los contactos reservados con los gobiernos de Hugo Chávez, por un lado, y de George W. Bush, por el otro. Febriles y, en ocasiones, precipitados. Sobre la mesa, aún dominada por (leer más)

No Picture
Política

Cuatro presidentes y un funeral

En el país de las dos vigilias, el pasado volvió a aflorar, y a dividir, por la deuda del general con la historia Pinochet no era el dictador, sino el general. El general a secas. Del dictador no se hablaba en Chile. Había adquirido el mote fuera. Lo cual, a oídos de un chileno sorprendido en el exterior con la asociación libre entre su país y el caballero, como supo llamarlo Tony Blair, no resultaba grato ni simpático. Resultaba paradójico que el espejo de la modernización de la economía de América latina reflejara una imagen tan distorsionada y que coincidiera, a su vez, con gravísimas violaciones de los derechos humanos, primero, y con sospechas de corrupción, después. El general no era Chile, pero Chile era del general. En 1999, mientras estaba detenido en las afueras de Londres, parecía omnipresente. Parecía, aclaro, porque, por creyente que fuere, carecía de mérito para atribuirse un don de Dios. Su rostro, severo, fisgoneaba desde los balcones, las paredes, los diarios y las revistas. Fisgoneaba desde todos los rincones, seguro, (leer más)

No Picture
Política

Solos en la madrugada

Lula marcha hacia la reelección, lo cual favorece algunos intereses, pero, a su vez, sienta precedente sobre la corrupción En otro tiempo, el fenomenal escándalo de corrupción en el cual quedó envuelto en Partido de los Trabajadores (PT) hubiera arrasado con la furia de un tsunami la estantería gubernamental de Brasil. En la intimidad, Luiz Inacio Lula da Silva temió en más de una ocasión la posibilidad de ser sepultado por el lodo de las denuncias lanzadas desde mayo de 2005 por el diputado Roberto Jefferson sobre el mercadeo de cargos, la transferencia de recursos federales a caciques parroquiales y la financiación de campañas con fondos no declarados (provenientes de la caixa dois). Superó el trance, sin embargo. Y resultó ileso. Fortalecido, incluso. A punto de ser reelegido, Lula sorteó el mayor escándalo de corrupción de la historia moderna. ¿Su fórmula? Tomó distancia, desde un primer momento, tanto de las imputaciones como de su partido, fundado por él mismo en 1980. Y dejó que rodaran algunas cabezas, como la de su secretario privado, José Dirceu, (leer más)

No Picture
Política

El viejo y el mal

En la resistencia contra una eventual invasión norteamericana, halló el régimen una forma de mantenerse sin su líder En algún momento iba a ocurrir. La duda no iba a ser qué, ni quién, ni cuándo, ni cómo, ni por qué, ni para qué. La duda iba a ser dónde. ¿Dónde está Fidel Castro? Una duda provocó, también, el deshielo de la Guerra Fría tras la caída del Muro de Berlín: ¿dónde está la izquierda? La duda era planteada en inglés: what’s left? Tenía dos acepciones: ¿qué es izquierda?, por un lado; ¿qué queda?, por el otro. En síntesis, ¿qué queda de la izquierda? Esa duda, trasladada a Cuba, halla su propia traducción: ¿qué queda de Fidel Castro, más allá de su suerte, después de Fidel Castro? Queda la duda, precisamente. Sobre todo, después de 47 años de asociación libre entre un hombre que no tiene repuesto, Castro, y un hecho que tampoco tiene repuesto, la revolución. Castro y la revolución trascendieron la isla con mayor ímpetu que los balseros que, una vez consumado el derrocamiento (leer más)

No Picture
Política

Se dobla, pero no se rompe

Más allá del acercamiento de Vázquez a Bush, los otros países no renunciaron al bloque por sus acuerdos con los EE.UU. En rigor, Hugo Chávez nunca perdonará a George W. Bush. Sobre todo, desde que denunció que había estado detrás del efímero golpe de Estado de abril de 2002, razón del silencio norteamericano frente a la condena de la Organización de los Estados Americanos (OEA), y que, en realidad, había pretendido deshacerse de él. Liquidarlo. Frente a ello, el primer embajador de los Estados Unidos en Caracas de la era bolivariana, John Maisto, propuso una fórmula conciliadora: reparen en sus manos, no en su boca; es decir, no juzguen sus palabras, sino sus acciones. Era la única forma de evitar que la confrontación pasara a mayores. El entonces secretario de Estado, Colin Powell, no creía en ello: entendía que la democracia perdía su esencia cuando un líder elegido por el pueblo usaba métodos cercanos a la autocracia. De ahí, su renuencia a aplicar la fórmula de Maisto y su rechazo a admitir la resaca de (leer más)

No Picture
Política

Suicidio en defensa propia

Problemas entre los hermanos «mayores» y los «menores» Por apenas un mes de diferencia, Luiz Inacio Lula da Silva no coincidió con Néstor Kirchner en una visita a China. Viajaron en mayo y en junio de 2004, respectivamente. En mayo de ese año viajó a China, también, el presidente de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos. Si Jorge Batlle, aún presidente de Uruguay, hubiera ido, el anfitrión, Ju Hintao, habría tenido una postal completa del Mercosur. Debió armar un rompecabezas, empero. O atender por separado a cada uno de ellos, socios de un club, a veces prenda de hermandad, a veces factor de desunión, con más predicamento en el vecindario que fuera de él. ¿Era una locura que viajaran los cuatro juntos (Batlle incluido) o que, al menos, Brasil y la Argentina, orgullosos en apariencia de una remozada alianza estratégica signada por la presunta afinidad ideológica entre Lula y Kirchner, aterrizaran en el mismo avión en el país que, con su apertura comercial y sus compras de materias primas, iba a ser vital para la recuperación económica (leer más)

No Picture
Política

Una fortaleza que nació de la exclusión

Con rencores ancestrales y posiciones de izquierda, el presidente de Bolivia coronó el ciclo de Marcos y Rigoberta Menchú LA PAZ.– Por exceso de diagnósticos y ausencia de terapias, Evo Morales cerró un ciclo. El ciclo de las plegarias no atendidas, o de los gritos desoídos, que inauguró el 1° de enero de 1994 el subcomandante Marcos en las montañas del sur de México. En ese momento, la globalización no detenía su marcha frente a la cruda realidad de tzotziles, tojobales, tzeltales y choles mientras Rigoberta Menchú, campesina de la etnia maya quiché cuyos parientes habían sido torturados y asesinados por militares y escuadrones de la muerte en Guatemala, insistía en su campaña de denuncias de violaciones de los derechos humanos después de haber sido reconocida con el Premio Nobel de la Paz en 1992, quinto centenario del Descubrimiento de América. En un continente dominado, y doblegado, por la desigualdad, la pobreza y la exclusión, Morales halló otra fórmula, emparentada con su rechazo epidérmico a los Estados Unidos, por haber intentado erradicar los cultivos de (leer más)