Siembra miedos y cosecharás votos

Un manual escolar de Texas, a tono con la prédica de Donald Trump, describe a los mexicanos como una amenaza para la cultura y la política de la sociedad norteamericana




El manual de la discordia
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Por Jorge Elías

Un hombre de unos cincuenta años de edad come pastas con albóndigas. El perro espera su parte. De fondo, la televisión relampaguea y anuncia que el presidente Bill Clinton ha firmado un decreto por el cual el inglés deja de ser la lengua de los Estados Unidos, más allá de que no tenga lengua oficial. El hombre se atraganta y, presa de un espasmo, corre al teléfono de pared. Teclea como puede, ahogándose, el 911, número de emergencias. La voz femenina del contestador le indica que marque uno para castellano, dos para coreano…El hombre cae de bruces, quizá como sus compatriotas si algo así sucediera. El perro devora las sobras. Cual corolario, el mensaje procura ser decisivo: “La inmigración está fuera de control”.

Eso ocurría en 2000. Doce millones de dólares invirtió Pat Buchanan, candidato presidencial por el Partido de la Reforma (de Ross Perot, en realidad) en el aviso televisivo con el cual intentaba captar acaso las mismas voluntades que Donald Trump en 2016. Las voluntades de aquellos que ven en los mexicanos una panda “perezosos, una amenaza para la cultura y la política de la sociedad norteamericana, históricamente portadores de graves problemas, como el crimen, las drogas y la pobreza”. La bochornosa descripción no es de Buchanan ni de Trump, sino de los autores de un libro escolar que han propuesto los responsables de Instrucción Pública del Estado de Texas, limítrofe con México.

Buchanan, católico, conservador, militó toda su vida en el Partido Republicano. Fue asesor y redactor de discursos de Richard Nixon, director de comunicaciones de Ronald Reagan y conductor de CNN. En la lucha contra la inmigración halló su bandera. En los mítines de las primarias presidenciales de 1996, en la cuales era precandidato, preguntaba si había algún “José”, mote despectivo de los latinos, en la sala. Recuerdo haber levantado la mano en Nashua, New Hampshire, sin sufrir consecuencias. En las ruedas de prensa de Trump ha habido incidentes con colegas de origen latino por su aversión a los inmigrantes de cualquier grupo y factor, más acentuada que la de Buchanan.

Buchanan y Trump: tal para cual
Buchanan y Trump: tal para cual

En dos décadas, el resentimiento ha crecido. En Arizona, la gobernadora Jan Brewer levantó ampollas en 2010 al conferir amplias facultades a la policía para actuar con mano dura contra los inmigrantes ilegales. Todo sospechoso de violar la ley corría el riesgo de ser expulsado. Cobró relevancia el sheriff del condado de Maricopa, Joe Arpaio, tan famoso por sus redadas contra los indocumentados que, se rumoreaba, un cartel mexicano ofrecía un millón de dólares por su cabeza. En medio de esa locura, la abanderada del Tea Party o Motín del Té, Sarah Palin, ex candidata a vicepresidenta republicana, defendía con fervor patriótico la medida de la gobernadora Brewer y elogiada en dificultoso castellano sus “cojones”.

No se trata, creo yo, del rechazo al otro, al pobre tipo que cruzó el “borde” (frontera) como “mojado” con la descarada ayuda de “coyotes” (guías clandestinos) hasta quedar a merced de la “migra” (patrulla fronteriza) y de los “minutemen” (milicias civiles). Se trata de despertar el miedo al otro, descripto en el controvertido manual texano Mexican American Heritage (La herencia de los mexicanos norteamericanos), de Jaime Riddle y Valarie Angle, como personas que “adoptaron una narrativa revolucionaria que se opuso a la civilización occidental y querían destruir esta sociedad”. Eso, dice, ha causado “numerosos problemas económicos y de seguridad” en los Estados Unidos.

La Agencia de Educación de Texas jura que siguió los procedimientos habituales para el llamado a presentar materiales para los currículums mexicano-norteamericanos del ciclo escolar 2017-2018. Los libros elegidos por los miembros de la Junta de Educación forman parte del material recomendado para todo el Estado, pero los distritos escolares no tienen obligación de adoptarlos. Pueden usar los fondos estatales para adquirir los libros que deseen. El libro en cuestión ha sido producido por Momentum Instruction, compañía operada por una activista cristiana que en 2008 cuestionó la constitucionalidad de las escuelas públicas y que, de ser coherente, pondrá su ladrillo en el muro de Trump frente a México.

 

@JorgeEliasInter | @Elinterin
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