Política

La guerra santa

¿Qué puede hacer el papa Francisco como jefe de la Iglesia Católica y, sobre todo, como jefe de Estado en una guerra de matices políticos, económicos y, en palabras de Vladimir Putin, religiosos? Tres días antes de la invasión, el 21 de febrero, Putin procuró convencer a los suyos: «Ucrania no es sólo un país vecino para nosotros. Es una parte inalienable de nuestra historia, cultura y espacio espiritual». En ese espacio, el espiritual, llamó «rusos y cristianos ortodoxos» a quienes viven la región del Donbass, independizada de prepo por la Duma (Parlamento ruso). Quiso liberarlos del yugo ucraniano. Por una súplica de obispos ucranianos, Francisco bendijo y confió a la humanidad, en especial a Ucrania y a Rusia, el corazón inmaculado de la Virgen María. Rogó por la paz en compañía de todos los obispos del mundo. Invocó las profecías que, según la Iglesia Católica, les fueron reveladas a tres niños en el pueblo portugués de Fátima cuando apareció la Virgen María. Ocurrió en 1917, el año de la Revolución Rusa. Uno de los (leer más)

Política

Siembra miedos y cosecharás votos

Por Jorge Elías Un hombre de unos cincuenta años de edad come pastas con albóndigas. El perro espera su parte. De fondo, la televisión relampaguea y anuncia que el presidente Bill Clinton ha firmado un decreto por el cual el inglés deja de ser la lengua de los Estados Unidos, más allá de que no tenga lengua oficial. El hombre se atraganta y, presa de un espasmo, corre al teléfono de pared. Teclea como puede, ahogándose, el 911, número de emergencias. La voz femenina del contestador le indica que marque uno para castellano, dos para coreano…El hombre cae de bruces, quizá como sus compatriotas si algo así sucediera. El perro devora las sobras. Cual corolario, el mensaje procura ser decisivo: “La inmigración está fuera de control”. Eso ocurría en 2000. Doce millones de dólares invirtió Pat Buchanan, candidato presidencial por el Partido de la Reforma (de Ross Perot, en realidad) en el aviso televisivo con el cual intentaba captar acaso las mismas voluntades que Donald Trump en 2016. Las voluntades de aquellos que ven en (leer más)