Política

Duelo de titanes

Para tiempos de monarcas con matrícula democrática, Nicolás Maquiavelo dejó escrito: “El príncipe de nuestros días debe predicar la paz y la lealtad, pero por dentro debe ser enemigo de una y de la otra”. Con fingida mano de seda, el hombre más poderoso del mundo siguió ese consejo. Le entregó una novedosa llave dorada de la Casa Blanca al hombre más rico del mundo. Un desenlace histórico y envenenado resultó ser el despido del empleado especial más fulgurante del gobierno de Estados Unidos. La luna, o Marte, les dijo que había llegado el final después de más de 130 días de armoniosa convivencia. El adiós, con un discurso de Donald Trump cargado de elogios, desató mil demonios en Elon Musk. Minutos antes, sin necesidad de cobrar viáticos en su afán de podar gastos federales desde el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), Musk volaba en sus aviones, pernoctaba en sus residencias y se relacionaba con sus hijos. La piedra de toque fue el Proyecto de Ley Grande y Hermoso (One Big, Beautiful Bill Act) que (leer más)

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El final de la empatía

El mundo vive algo más que un momento bisagra. La irrupción de líderes de ultraderecha afines a Donald Trump está modificando vertiginosamente el mapa político con recortes de libertades individuales e inclusive violaciones de los derechos humanos que, quizás a raíz de la realidad vista a golpes de tuits, pasan inadvertidos. “Se está atacando el multilateralismo, los derechos humanos y la protección a los sectores más vulnerables”, sostiene Santiago Cantón, abogado argentino radicado en Ginebra que se desempeña como secretario general de la Comisión Internacional de Juristas, en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV. Cantón, exsecretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y primer relator especial para la libertad de expresión de las Américas, entre otros cargos, agrega: “El multilateralismo hace que los Estados dialoguen entre sí constantemente, algo fundamental para vivir en sociedad en todos los países. Ahora estamos frente a un cambio de época muy grave y muy peligroso. Es el final de la empatía”. La migración pasó a ser el tema primordial de la mayoría de las gestiones (leer más)

Política

El nuevo sheriff de la ciudad

Estados Unidos avanza; Europa atrasa, según el vicepresidente norteamericano, J. D. Vance. Poco cortés cuando lamentó la pérdida de valores de Europa. En especial, la defensa de la libertad de expresión en clara alusión a la restricción de políticas alternativas. «Expresar opiniones no constituye una interferencia electoral, incluso cuando se expresan fuera de tu propio país e incluso cuando estas personas son muy influyentes», taladró. Defendió de ese modo las  arengas de Elon Musk, el hombre más rico del mundo, en un mitin de Alternativa para Alemania (AfD), la ultraderecha alemana, en vísperas de las elecciones anticipadas del 23 de febrero. El nuevo sheriff de la ciudad, como llamó Vance a Donald Trump en la Conferencia de Seguridad de Múnich, no respeta fronteras. Si en su primer mandato apoyó sin medias tintas el Brexit, en esta ocasión pone todas las fichas en aquellos que comparten su unívoca visión del mundo y reparte soluciones solo con una de las partes en conflicto. Por Ucrania, con Vladimir Putin. Sobre Gaza, con Benjamin Netanyahu. Caso aranceles, consigo mismo (leer más)

Política

Del codo al codazo

En dos meses y monedas de confinamientos y desescaladas sólo hubo consenso en la distancia social y el uso de máscaras, no siempre respetado por los líderes. También hubo otro consenso: afloraron las disputas previas como si la nueva normalidad fuera apenas un cambio de hábito. En España, el primer gobierno de coalición desde el retorno de la democracia debió acudir cada dos semanas al Congreso de los Diputados para extender el estado de alarma bajo el asedio de la oposición. En Francia, el partido de Emmanuel Macron, La República en Marcha, perdió la mayoría en la Asamblea Nacional después de haber ganado las últimas legislativas. Una crisis fenomenal, para cual nadie estaba preparado, resultó ser el preludio del saludo con el codo y, al menor descuido, del codazo en las costillas entre gobiernos y partidos de oposición. Ocurrió en Argentina, con el presidente Alberto Fernández y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en una foto impensable antes de la pandemia con el opositor jefe de gobierno de la ciudad de (leer más)

Economía

China muestra músculo

En el día a día de la guerra tecnológica y comercial entre Estados Unidos y China, todo parece fríamente calculado. Quizá Donald Trump no quiso admitir que Xi Jinping tenía un par de ases en la manga: la suspensión de la compra de productos agrícolas norteamericanos y la devaluación al mínimo en 11 años de su moneda, el yuan, cual contrapeso frente a la imposición de nuevos aranceles a sus productos. O quizá prefirió que ocurriera para denunciar la manipulación de divisas que desató una tormenta en el mercado financiero global y avanzar otro casillero en el tablero de la confrontación. El juego que mejor juega y que más le gusta. Trump hizo saltar por los aires la tregua alcanzada en la cumbre del G20 de Osaka, Japón. Estados Unidos había acusado a China de devaluar en forma artificial el yuan, pero no había formalizado la denuncia. Por primera vez en un cuarto de siglo, Estados Unidos recurrió al Fondo Monetario Internacional. La debilidad del yuan encareció los productos norteamericanos en el mercado chino. ¿Era (leer más)

Política

El rédito político del odio

De haber ocurrido en Europa o en Estados Unidos, la masacre provocada por Brenton Tarrant, ciudadano australiano de 28 años, pudo haber conmovido a la opinión pública primero y engrosado las estadísticas después. Ocurrió en Nueva Zelanda, donde los tiroteos masivos son tan raros como los crímenes de odio. Tarrant cargó las armas en su coche, condujo hasta dos mezquitas cercanas de Christchurch, se puso un casco con una cámara y, cual videojuego, disparó contra todo aquel que se cruzara en su camino. Mató a 50. En vivo y en directo por las redes sociales. Por la masacre, la primera ministra Jacinda Ardern planteó endurecer la ley sobre la venta de armas: la edad mínima para poseerlas es de 16 años y, de tratarse de semiautomáticas, de 18. Tarrant usó cinco armas. Tenía licencia para portarlas. Curiosamente, mientras Nueva Zelanda restringe las armas, otro país, en otro continente, Brasil, uno de los más violentos del planeta, en el cual hubo 10 muertos en un tiroteo masivo en un colegio público, el presidente Jair Bolsonaro quiere (leer más)

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El horror en Barcelona

La célula de radicales islamistas que perpetró el atropello de una multitud en La Rambla de Barcelona y el ataque en la localidad costera de Cambrils está «totalmente desarticulada» para el gobierno de España.  No así para el gobierno catalán. La policía regional continúa buscando sospechosos e incluso allanó la casa de un imán (religioso musulmán) por su posible conexión con los ataques, que dejaron 14 muertos y 126 heridos. Además: La opositora Asamblea Nacional de Venezuela realizó su primera sesión desde que la oficialista Asamblea Nacional Constituyente se atribuyó la mayoría de sus facultades para legislar. Representantes diplomáticos de doce países participaron de la sesión en una clara muestra de respaldo a las instituciones democráticas y de rechazo a la “opción militar” planteada por Donald Trump. Horas antes, el presidente Nicolás Maduro confirmó que pretende ser reelegido en 2018 y la ex fiscal general Luisa Ortega Díaz huyó a Colombia. Aquello que parecía la continuidad de la línea política inaugurada por Rafael Correa en Ecuador se quebró en forma abrupta. El actual presidente, Lenín (leer más)

Política

La sombra de Trump

El provocador de ultraderecha Milo Yiannopoulos iba a dar una conferencia en la Universidad de California en Berkeley, San Francisco. Debieron cancelarla por violentas protestas de los estudiantes. Apenas se enteró, Donald Trump disparó desde Twitter: “Si la UC (Universidad de California) Berkeley no permite la libertad de expresión y ejerce la violencia contra personas inocentes que tienen puntos de vista diferentes, no habrá fondos federales”. Escribió en mayúsculas lo último, “no habrá fondos federales”, de modo de reforzar la amenaza. Traducido: no toquen a Alt-Right (Derecha Alternativa) o lo pagarán caro, carísimo. ¿Qué llevó al presidente de los Estados Unidos a salir en defensa del periodista británico Yiannopoulos, editor de tecnología del sitio de extrema derecha Breitbart News? El insoslayable influjo de su ex director ejecutivo, Steve Bannon, ahora jefe de estrategia de la Casa Blanca. El poder detrás del poder o, quizás, el arquitecto del caos. La sombra de Trump, más allá de que desde su arribo a Washington se haya despachado con igual vehemencia que su jefe contra la prensa. La tildó (leer más)