Actualidad

Ucrania queda lejos o Putin está cerca

Detrás de los encuentros y de los desencuentros de toda cumbre internacional siempre quedan dudas. Los 27 de la Unión Europea (UE) mantienen una posición más o menos unánime sobre la invasión de Rusia a Ucrania. En otros términos, la guerra no es en Ucrania, sino contra Ucrania. Quizá porque la padecen en carne propia cerca de sus fronteras y asimilen a simple vista el dolor de los refugiados. En la otra orilla del Atlántico, los 33 de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC) muestran diferencias. Matices. E, inclusive, visiones opuestas, como las de Nicaragua, Cuba y Venezuela, o sesgadas, como la de Brasil. El régimen de Daniel Ortega bloqueó el comunicado conjunto y quedó fuera de la firma, renuente a condenar los estragos provocados por Vladimir Putin en Ucrania. Que tampoco figuraron finalmente. Alzó la voz el presidente de Chile, Gabriel Boric, ante la posibilidad de que cualquier país podía ser blanco de una agresión similar. En vano. Su par de Colombia, Gustavo Petro, forjado en la guerrilla, admitió que (leer más)

Política

Entre un extremo y el otro

Dice el diccionario de la Real Academia Española (RAE) sobre el significado de la palabra autocracia: “Forma de gobierno en la cual la voluntad de una sola persona es la suprema ley”. Sinómino de Cuba, Venezuela, Nicaragua, El Salvador y siguen las firmas en una región, América Latina y el Caribe, en la que regímenes diversos con credenciales democráticas dudosas amagan con defender la multipolaridad, al mejor estilo de Rusia y de China, en desmedro de la unipolaridad, espejo del predominio de Estados Unidos. Entre un extremo y el otro, la tribuna, polarizada, no admite un término medio. Un discurso doméstico para amansar a las fieras, las antiimperialistas, y otro externo para acallar a los acreedores, los imperialistas, en un siglo, el XXI, en el cual izquierdas y derechas confluyen en una maraña de negocios despojados de ideologías. Sonaba mejor hace un ratito, no más, la pertenencia a la izquierda, sinónimo de resistencia y de rebeldía, que a la derecha, emparentada con el nefasto legado de las dictaduras militares y, últimamente, con los gobiernos autocráticos (leer más)

Economía

El ganador de una guerra ajena

Alfombra roja para Xi Jinping y salvavidas del mismo color para Vladimir Putin. La premisa: terminar con las sanciones unilaterales contra Rusia y respetar la integridad territorial de todos los países. ¿Incluido Ucrania, al cual Rusia le arrebató la mayor parte de la península de Crimea, concretamente la República Autónoma de Crimea y la ciudad de Sebastopol, así como también los territorios del este y del sur de las provincias de Donetsk y de Lugansk? Puntos suspensivos sobre la propuesta de paz china abrazada por Putin el 21 de marzo como la base de supuestas negociaciones en la cuales falta la voz de la otra parte. La de Volodomir Zelenski. En este enjambre de idas y venidas, con una cumbre maquillada por una amistad sin límites en Moscú, predominan los intereses, Xi hizo suyo el papel de gran mediador en la guerra de Ucrania días después de lograr que se reconciliaran enemigos íntimos como Arabia Saudita e Irán por medio del establecimiento de relaciones diplomáticas. De prosperar el plan chino de 12 puntos para terminar (leer más)

Videos

Las cuentas y los cuentos chinos

En una década al frente de China, el presidente Xi Jinping amasó más poder que cualquiera de sus antecesores como secretario general del Partido Comunista y presidente de la Comisión Militar Central, los otros dos baluartes de la dictadura. Xi asumió el cargo el 14 de marzo de 2013 con una impronta personalista, autoritaria y nacionalista con la cual desmanteló el liderazgo colectivo de China. “El mandato autoritario se está convirtiendo en un totalitarismo”, explica el periodista y escritor Juan Pablo Cardenal, editor de Análisis Sínico, en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV. Cardenal, corresponsal en China entre 2003 y 2014 y coautor de los libros La silenciosa conquista china (Crítica, 2011) y La imparable conquista china (Crítica, 2015), traducidos a 12 idiomas, investigó las inversiones, las infraestructuras y los préstamos chinos en 40 países de cuatro continentes. Como apunta en su artículo Una China ideológicamente hostil a Occidente, “Xi Jinping logra afianzar una autoridad omnipresente solo comparada a la que disfrutó Mao Zedong, considerado el padre de la patria china”. China, dice (leer más)

Política

El divorcio de las naciones

Si las fronteras son las cicatrices de la historia sobre los mapas, las separaciones territoriales por cuestiones políticas, económicas o raciales reflejan diferencias irreconciliables. Un camino sin retorno que, en países polarizados, pueden llevar a la estupidez de recrear guerras civiles. En Estados Unidos, la representante republicana Marjorie Taylor Greene, enrolada en la derecha radical alentada por el expresidente Donald Trump, propuso un divorcio nacional, textuales palabras, entre Estados rojos (republicanos) y azules (demócratas). Delirante, pero real. Una cosa es el Brexit, del cual muchos británicos se sienten decepcionados, y otra, muy distinta, es el separatismo dentro de los países, como el que se plantea Cataluña de España o Escocia del Reino Unido. La iniciativa de la representante Taylor Greene tiene poco sentido en un país que, a pesar de sus discrepancias internas, marca el pulso del planeta para bien o para mal. La división coyuntural, latente en las cloacas de las redes sociales de medio mundo con improperios contra aquel que no piensa igual, ¿llevaría a los rojos a mudarse de los Estados azules (leer más)

Sociedad

El apagón anímico

El segundo año de la pandemia fue más difícil que el primero, según el índice anual de Gallup sobre las vivencias positivas y negativas de las personas. En 2021, dice, el mundo se convirtió en un lugar un poco más triste y la gente se mostró más preocupada y estresada que en 2020. Al año siguiente, más allá la liberación de algunas restricciones como los confinamientos, la situación empeoró. El síndrome de burnout (literalmente quemado) no perdona. El 42 por ciento de las personas con empleos de escritorio se sienten agotadas, dice un sondeo de Future Forum realizado en Estados Unidos, el Reino Unido, Japón, Australia, Alemania y Francia. ¿Estamos todos quemados? En Argentina, sin ir más lejos, prospera la insatisfacción. La preocupación, la incertidumbre, el miedo y la desconfianza encabezan la tabla de las perspectivas sobre el futuro en el informe mensual de Taquion. El título no deja lugar a dudas en vísperas de las elecciones primarias y generales: El año de la desconfianza. Va en línea con otras encuestas que también reflejan la (leer más)

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Cómo sentar a Rusia en el banquillo

Balance provisional de la guerra en Ucrania: 7.199 civiles muertos y 11.756 heridos, según los datos del 13 de febrero de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) que recoge Ignacio Hutin en el informe A un año de la invasión rusa a Ucrania: derechos humanos y crímenes de guerra, publicado por CADAL, y comenta en el programa Cuarto de Hora. Un año, que se cumple el 24 de febrero, en el cual más de 14 millones de ucranianos debieron abandonar sus hogares. De ellos, 6,5 millones se desplazaron hacia otras regiones de Ucrania, cinco millones hallaron refugio en países de la Unión Europea y 2,8 millones emigraron a Rusia y Bielorrusia. La guerra continúa y la economía global sufre las consecuencias: la reducción de los suministros de grano, fertilizantes y energía se combina con más inflación e incertidumbre. Dice Hutin, consejero consultivo de CADAL, que los civiles y los no combatientes son intocables según el Derecho Internacional Humanitario, la rama del Derecho Internacional que se aplica únicamente en el (leer más)

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Nostalgia rusa de poder

Aquello que iba a ser una operación militar especial, según la jerga rusa, terminó siendo una guerra en toda regla. Como dice Ignacio Hutin, consejero académico de CADAL, en el programa Cuarto de Hora, “Rusia y, sobre todo, Putin están intentando volver a la mesa grande a la política internacional”, pero “el lugar hegemónico de la Unión Soviética no existe desde hace más de 30 años”. Rusia esperaba el 24 de febrero una victoria relámpago contra la vecina Ucrania, república independiente a la cual le arrebató la península de Crimea en 2014. Pasaron ocho meses en los cuales millones de ucranianos se vieron obligados a abandonar sus hogares mientras se acerca el invierno y crecen los temores nucleares. Hutin, magíster en Relaciones Internacionales y licenciado en Periodismo especializado en Liderazgo en Emergencias Humanitarias, en Europa Oriental, la Eurasia post soviética y los Balcanes, sostiene que perder Ucrania significaría para Rusia un “golpe muy duro para el orgullo nacional”. Las fuerzas de Vladimir Putin utilizan drones para degradar el suministro de energía de Ucrania, sumiendo a (leer más)

Actualidad

Juegos a dos bandas

En vísperas del encuentro entre Vladimir Putin y Xi Jinping en Samarcanda, capital del antiguo sultanato de Uzbekistán y corazón de Asia, estalló otra guerra. La de Azerbaiyán y Armenia por Nagorno Karabaj. Un desafío para Rusia, garante del cese el fuego acordado después de seis semanas de combates y de 6.500 muertos en 2020. Si bien ninguno de los dos se atribuyó el primer tiro, el presidente azerí, Ilham Aliyev, con el apoyo de su par turco, Recep Tayip Erdogan, aprovechó la ocasión para marcar el terreno y desnudar la debilidad del primer ministro armenio, Nikol Pashinian, asediado en casa por su plan de ceder el territorio en disputa. El precio para Armenia significaría renunciar a un enclave cuyos habitantes consideran propio desde siempre. En especial, desde que terminó la guerra separatista en 1994, más allá de que en los papeles pertenezca a Azerbaiyán. La tregua precaria, tras dos días y más de 200 muertos, no supuso el final de una causa delicada que ambos asocian con la reivindicación de sus derechos. El conflicto (leer más)

Actualidad

Sentimientos encontrados con Gorbachov

Poco antes del amanecer del siglo XXI, dos mundos convivían en el mundo. El Muro de Berlín separaba al comunismo del capitalismo. Veinte años después de su caída, en 2009, Mikhail Gorbachov grabó un disco romántico en memoria de Raisa Maximovna, su difunta esposa. Había muerto en 1999 mientras recibía tratamiento contra la leucemia en Alemania, reunificada desde 1989 gracias a su marido y al canciller de la región occidental, Helmut Kohl. Gorbachov, el padre de la glasnost (apertura) y de la perestroika (transformación), interpretó siete de los 10 títulos del álbum Canciones para Raisa con el músico ruso Andréi Makarévich. Eran las favoritas de ella. Eran, en su voz cascada, el tributo a 45 años de matrimonio. Esa prueba de amor conmovió más a la gente que su evolución ideológica o las gestiones secretas con el presidente de los Estados Unidos, George Bush, así como con su antecesor, Ronald Reagan, y el papa Juan Pablo II, entre otros, para tumbar el Muro de Berlín, terminar con la Guerra Fría y aventar los fantasmas de (leer más)

Actualidad

La guerra sin fin

Seis meses y unos días después del comienzo de la guerra en Ucrania, Rusia prevé reforzar sus tropas: Vladimir Putin firmó un decreto para aumentar un 10 por ciento el número de efectivos en 2023. Indicio de la duración indefinida de la operación militar especial, como la llama el Kremlin. Iba a ser relámpago y terminó siendo eterna. En la guerra, incorporada en el ideario colectivo como un tsunami fraticida después de la tormenta pandémica, coexisten la violencia en el frente de 2.400 kilómetros y la normalidad en los cafés de Kiev, como observan los corresponsales extranjeros. Lo usual en todo conflicto: la naturalización como si no hubiera un mañana. “Es una guerra que se libra en trincheras y duelos de artillería, pero definida en gran parte por los caprichos políticos de norteamericanos y europeos, cuya disposición a soportar la inflación y la escasez de energía podría determinar la siguiente etapa”, concluye The New York Times. En apenas medio año, Putin logró acallar a la disidencia interna. Su par ucraniano, Volodymyr Zelensky, optó por reforzar (leer más)

Actualidad

El nacionalismo goza de buena salud

A velocidad de vértigo, el catalejo del mundo viró de la guerra en Ucrania a la convulsión en China. Más precisamente en Taiwán, donde las maniobras militares con el lanzamiento de misiles ordenadas por el presidente chino, Xi Jinping, después de la controvertida visita a la isla de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, crea zozobra por la posibilidad de una respuesta de la Séptima Flota norteamericana, encabezada por el portaaviones USS Ronald Reagan, mientras realiza operaciones de rutina en el mar de Filipinas. El nacionalismo, causante de las peores tragedias del siglo XX, goza de buena salud, Y existe un peligro. Que se arme la de San Quintín, nombre que responde a la guerra entre las coronas francesa y española en 1557. No está fuera del radar de Estados Unidos y de China en medio de la otra guerra. La de Ucrania, que involucra a Rusia, aupado por China, y a Estados Unidos, espada del gobierno de Volodymyr Zelensky dentro de la OTAN. China actúa a veces en (leer más)

Sociedad

Seremos 8.000 millones en noviembre

La ONU le puso fecha: 15 de noviembre. Si acierta el informe Perspectivas de la Población Mundial, ese día nacerá el ciudadano número 8.000 millones. En 1950 éramos 2.600 millones. De 5.000 millones en 1987 pasamos a ser 6.000 millones en 1999 y 7.000 millones en 2011. ¿En qué contexto seremos 8.000 millones, con una peste en curso y una guerra en particular, la de Ucrania, que está provocando la peor crisis alimentaria en décadas mientras sube el precio de la energía, trepa la inflación y crece el desencanto con puntos cruciales como el colapso de Sri Lanka, el asesinato del ex primer ministro japonés Shinzo Abe y las implosiones de gobiernos europeos. En 2023, India superará a China en la cantidad de habitantes. Estimada, en número redondos, en 1.400 millones. Lejos están Estados Unidos, con 337 millones; Indonesia, con 275 millones; Pakistán, con 234 millones, y Nigeria, con 216 millones. Más lejos aún, en perspectiva, se encuentran los 27 miembros de la Unión Europea, cuya tasa de muertes fue mayor que la de nacimientos (leer más)

Otras voces

¿Qué nos enseñó el COVID-19?

Desde los manglares de Bengala Occidental hasta el vasto archipiélago que conforma Indonesia, y desde la bulliciosa ciudad portuaria de Guayaquil, Ecuador, hasta las costas tropicales del sur de Togo, los riesgos sistémicos de la pandemia de COVID-19 han quedado expuestos en términos humanos muy crudos. Millones de personas que ya tenían dificultades para llegar a fin de mes, que a menudo trabajaban en la economía informal del sector agrícola y que sobrevivían por debajo del umbral de pobreza, tuvieron que hacer frente a una serie de nuevos riesgos que no podrían haber previsto. Entre ellos, la falta de empleo, el endeudamiento, la violencia civil y doméstica, el descarrilamiento de la educación de los hijos y menores oportunidades. Las mujeres sufrieron de forma desproporcionada debido a los prejuicios de género existentes en la sociedad. Estas experiencias humanas no son sólo un catálogo de sufrimiento en lugares del mundo que a menudo no aparecen en los titulares. En realidad, ponen de manifiesto un desafío muy real: cómo comprender y gestionar mejor los riesgos sistémicos en cascada (leer más)

Cultura

Una ambigüedad inquietante

La decisión de Vladimir Putin de reconocer la independencia de las provincias ucranianas de Donetsk y Luhansk y de lanzar al rato su mentada operación militar especial contra Ucrania siguió un patrón. El de “desnazificar” a un país con un presidente judío. Absurdo, pero real, excusa de la propaganda de guerra. El descalabro no comenzó en 2022, sino en 2014, cuando Putin ordenó a los suyos ocupar y anexar la península de Crimea. O mucho antes, en realidad, cual réplica de la táctica de Rusia en las últimas dos décadas para mantener su influencia en los dominios de la antigua Unión Soviética. El resentimiento de Putin encuentra un eje en la “ampliación de la OTAN hacia el sur de Europa central”, de modo de rodear a Rusia y uno de sus aliados, Serbia, como expone Alberto Hutschenreuter, doctor en Relaciones Internacionales, en el libro Ni guerra ni paz, publicado por la Editorial Almaluz. Se trata de una “anomalía estratégica” y de “un factor de inestabilidad continental”, señala Hutschenreuter “La expansión, agrega Hutschenreuter, conferenciante de la (leer más)