
Apocalipsis García
En un país en apuros, acosado por fantasmas, la posibilidad de que de sea de nuevo presidente espanta a los inversores Durante el destierro en Bogotá, Alan García se comparaba con Perón mientras abrigaba la esperanza de volver a Lima. Y decía que Alberto Fujimori era como Carlos Menem por el afán de ser reelegido, o re-reelegido, después de haber torcido la letra constitucional con tal de consumar su segundo mandato y de torcerla nuevamente, en el caso del Perú, con tal de que no hubiera dos sin tres. Menem no alcanzó, o no pudo alcanzar, el tercer período consecutivo. Fujimori, como Perón, crió un López Rega: Vladimiro Montesinos. Que terminó arrancándole los ojos. García estaba seguro de que el Perú, nueve años después, no iba a ser el mismo. Tampoco él: asumió en varias ocasiones el mea culpa por la hiperinflación, el desabastecimiento, la fuga de capitales y el aislamiento en los que hundió al país durante su presidencia, acosada por Sendero Luminoso y por el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). Pero regresó y, (leer más)