Cada vez más lejos de estar más cerca
Mientras el uno por ciento más rico tiene tanto patrimonio como el resto del mundo, la clase media acusa el impacto de la desigualdad y desconfía de los políticos Jorge Elías Cada vez que hay elecciones en cualquier confín del planeta, sean generales o partidarias, surge la misma duda: ¿voto por el mejor o por el menos malo? Voto últimamente por el menos dañino para mis intereses. Esos intereses pueden dividirse entre aquellos que pretenden aumentar los impuestos sobre los ingresos altos y usar esos fondos para fortalecer políticas más solidarias o aquellos que se encuentran en las antípodas porque, aducen, esas políticas reducen incentivos para crear riqueza. Desde 2015, por primera vez en la serie histórica, el uno por ciento de la población mundial posee tanto dinero líquido o invertido como el 99 por ciento restante. Esa enorme fisura, denunciada en 2011 por los indignados de Occupy Wall Street con el lema “We are the 99% (Somos el 99%)”, lejos de suturarse, se ha ampliado desde la crisis global de 2008. En el (leer más)