No Picture
Política

Lamento boliviano

Fue el colapso de un sistema tras varias crisis que, con sus muertos, precipitó el desenlace por la exportación de gas Adherida al saco, a la altura del bolsillo interior izquierdo, Gonzalo Sánchez de Lozada siempre lleva una imagen de la Virgen de Socavón, patrona de los mineros bolivianos, y una pluma de plata labrada con la cual ha firmado todos sus decretos. Entre ellos, el centrado en la venta de gas. Con él pretendía compensar las pérdidas por la erradicación de cultivos de coca en el Chapare, recomendada por el gobierno norteamericano desde 1998. De cada cinco dólares que iban a ingresar por la venta de gas a los Estados Unidos vía México, previa salida por Chile o Perú, el Estado boliviano había aceptado percibir menos de 50 centavos. Una propina. La ecuación no cerraba, más allá del apego a los recursos naturales de los líderes de la rebelión. Tampoco cerraba otra ecuación: el gobierno de Sánchez de Lozada urgía a la Aduana por el ingreso de 60 vehículos de origen japonés para uso (leer más)

No Picture
Política

Hasta la vista, Davis

El triunfo de Schwarzenegger implica, en principio, un espaldarazo para Bush en un Estado adverso para su partido Antes de que Ronald Reagan, clase B, fuera Ronald Reagan, clase A, y de que Bill Clinton fuera Bill Clinton, o el mejor de su clase, según uno de sus biógrafos, Marilyn Monroe había sido amante del tío de la mujer de Arnold Schwarzenegger. De JFK, una marca registrada. Por el costado demócrata latía el costado republicano de Schwarzenegger, anhelando recorrer la huella del cowboy que supo ser gobernador de California, primero, y presidente de los Estados Unidos, después, más allá de haber incurrido con sus relaciones impropias, traducidas en denuncias por acoso sexual, en la inconducta del gobernador de Arkansas que supo ser, también, presidente de los Estados Unidos. En abril de 2001, Schwarzenegger se reunió con Karl Rove. El cerebro político de George W. Bush, sospechoso ahora de haber ventilado información secreta sobre la guerra contra Irak, no reparó en los bíceps de su interlocutor ni en la taquilla de sus películas, sino en sus (leer más)

No Picture
Economía

Un plomero a la derecha

Bush busca al responsable de una revelación que, en medio del caos de la posguerra en Irak, podría afectar su reelección La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar, después, los remedios equivocados. ¿Bromeaba Groucho Marx? George W. Bush buscó problemas, equiparando a Osama ben Laden, no hallado en Afganistán, con Saddam Hussein, no hallado en Irak. Los encontró (a los problemas, no a ellos): el régimen de Bagdad era sospechoso de poseer armas químicas. Hizo un diagnóstico falso, aceptando el indicio de la compra de uranio a Níger (negado por sus propios espías) como prueba de la existencia del arsenal. Y aplicó, después, los remedios equivocados: declaró una guerra preventiva en compañía de pocos ante las dudas de muchos contra un enemigo que había hecho menos méritos para ir al infierno que el dictador norcoreano Kim Jong Il, entre otros. Devastado Irak, y ocupado, las armas químicas no han aparecido. Sólo campea una presunción: Hussein planeaba fabricarlas. Presunción que no ha provenido, esta vez, de los inspectores (leer más)

No Picture
Política

Pero sigo siendo el rey

Francia, como antes en el Consejo de Seguridad, se muestra reticente a contribuir con tropas en un escenario indomable En algún ensayo refleja el historiador Paul Kennedy la sorpresa de una anciana en la plaza del mercado de Cambridge. ¡Madre mía!, exclama. Creía hasta el 12 de septiembre de 2002, un año y un día después de los atentados terroristas en los Estados Unidos, que las Naciones Unidas sólo servían para ayudar a los pobres de África. Con su precipitada declaración de guerra contra Irak, George W. Bush estaba iluminándola, subrayando ante la Asamblea General que era necesario exterminar dictadores, o plagas, como Saddam Hussein: ¿Las Naciones Unidas serán irrelevantes?, preguntó con tono de desafío. A los oídos de varios embajadores, entre ellos los latinoamericanos, el desafío con tono de pregunta de Bush no sonaba convincente. Ni se sostenía: Corea del Norte era más peligrosa que Irak por el desarrollo de su arsenal nuclear y Arabia Saudita estaba más cerca de Al-Qaeda, o de Osama ben Laden, que el régimen del tirano prófugo. Ningún otro, (leer más)

No Picture
Política

Polvo en el viento

Cenizas han quedado, otra vez, de los esfuerzos por la paz en Medio Oriente, región en la cual no ha reparado Bush Desde un helicóptero israelí partió un misil. Dio en el blanco: un coche, en la Franja de Gaza. Murieron Ismail Abu Shanab, uno de los líderes de Hamas, y dos de sus guardaespaldas. Era el fin de otra tregua precaria. Dos días antes, en Jerusalén, un terrorista suicida había liquidado a 20 israelíes. En represalia, al parecer, por el asesinato, en Hebrón, de Mohammad Sider, cabecilla de la Jihad Islámica. Y así sucesivamente, cual cuenta regresiva, hasta el 28 de septiembre de 2000. El día D. Del comienzo de la segunda intifada (sublevación palestina), en realidad. En un mes y monedas de otra tregua precaria, la hoja de ruta se destrazó, o se destrozó, a sí misma, recobrando, la violencia, sus círculos perversos entre los atentados terroristas en Israel y los asesinatos selectivos en Palestina. Sin más determinación política, después de la prueba de laboratorio con un primer ministro palestino aprobado por la (leer más)

No Picture
Política

Realmente no estoy tan solo

La Argentina, entre 12 países, es el único cuyos jóvenes no rechazan los valores que intentan exportar los norteamericanos Dos años y dos guerras después, George W. Bush no ha hallado respuesta para la pregunta clave: ¿por qué nos odian? La formuló el 21 de septiembre de 2001 frente a ambas cámaras del Capitolio en compañía de Tony Blair. Habían transcurrido apenas 10 días de los atentados. Es decir, el mundo aún estaba consternado por la tragedia. Pudo dirigirse a los árabes en esa ocasión: ¿por qué nos odian? Por las libertades de religión, de expresión y de elección, supuso (en ese orden). Como correlato de Irak, sin embargo, ha podido reformular la pregunta: ¿por qué nos odian los demás? Tampoco ha hallado respuesta, sino excusas circunstanciales: a los Estados Unidos les resulta sumamente difícil definir su interés nacional ante la ausencia del poderío soviético, según la consejera de seguridad nacional, Condoleezza Rice. ¿Por qué nos odian, pues? El Departamento de Estado contrató en su momento a Charlotte Beers, ex presidenta de agencias de publicidad (leer más)

No Picture
Política

Errores de cálculo

El atentado contra la ONU en Bagdad y la ruptura de la tregua en Medio Oriente tienen un solo objetivo: la política norteamericana Finalizó la guerra, según alardeó George W. Bush en el portaviones Abraham Lincoln. Era la palabra del jefe, vestido para la ocasión con uniforme verde oliva: “Las principales operaciones de combate han terminado”, dijo. En la víspera, sin embargo, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, había dejado de una pieza a sus propios soldados en Bagdad, advirtiéndoles que ahora, en lugar de volver a casa, debían “erradicar las redes terroristas que operan en el país”. ¿Qué redes terroristas?, se preguntaron, mirándose entre sí. Fue profético: ya no debían buscar armas químicas (¿armas químicas, dijo?) ni ir detrás de Saddam Hussein (disculpe, ¿quién?), sino aventurarse en una guerra de guerrillas que iba a desembocar en actos terroristas. Imprevisibles, como la bomba que destrozó la sede temporal de la misión de las Naciones Unidas en Bagdad (y mató a Sergio Vieira de Mello) y, cual posdata, el atentado suicida simultáneo contra un autobús repleto (leer más)

No Picture
Política

¿Qué tú sabes de democracia?

En uno de los momentos más duros de su régimen, Castro es, curiosamente, vitoreado en el exterior como si fuera un héroe En 44 años de gobierno, Fidel Castro ha sobrevivido a 10 presidentes de los Estados Unidos, empezando por Eisenhower. Lapso en el cual ha sido asesinado uno, Kennedy; malogrado otro, Nixon, y reincidentes otros, Reagan y Clinton, entre otros que tampoco han podido con él. Ha sobrevivido, también, a la Guerra Fría, enrolado en el bando opuesto, y a las dictaduras militares, jugando a dos bandas. Y ha sobrevivido, a diferencia de Saddam, al segundo Bush, el hijo, enarbolando banderas con mástiles oxidados que casi todo el mundo ha arriado. Desde que rondaba los treinta, la edad mítica a la que otros han muerto, bajo las barbas de Castro pende una duda: ¿cómo deshacerse de él y, a la vez, cómo preservarlo? El otro día, el miércoles, cumplió 77 años. Y encontró en Chávez, su único incondicional, un oído presto para hablar de béisbol (Cuba le había ganado 3 a 1 a los (leer más)

No Picture
Política

Otro ladrillo en la pared

Todos los caminos conducen a Al-Qaeda, mientras el padre de todos los atentados, Ben Laden, sigue siendo una incógnita Entre el martillo norteamericano y el yunque islámico, la realidad fragua, golpe a golpe, la silueta del nuevo mundo. Menos seguro, como auguró Bush. Más dañino, como convino Blair. Más o menos parecido al conocido antes del fatídico 11 de septiembre. Cada vez más familiarizado, empero, con las paradojas: un general de apellido Sánchez (no Motors), y nombre Ricardo (no Richard), comandante de las tropas de ocupación en Irak, promete mano blanda, o advierte la inutilidad de la mano dura, en coincidencia con el coche bomba que detonó en la embajada de Jordania en Bagdad y, cual broche, con la invasión de gente de a pie, o no tanto, que terminó el trabajo sucio, destrozando los retratos del rey Abdallah II y de su finado padre, Hussein. Tan visceral es el odio entre árabes por haber apoyado al Gran Satán en la segunda Guerra del Golfo, en el caso de Jordania, que ni el refugio concedido (leer más)

No Picture
Política

Verdades en huelga

Más allá de la falta de pruebas sobre las armas, Bush ha replanteado la disyuntiva entre el imperio y el imperialismo Por formación, o por deformación, algunos de los inspiradores de la guerra contra Irak creen que la gente necesita mentiras reconfortantes. O, invirtiendo el foco, verdades ocultas. Que, administradas con prudencia extrema, aquilatan el capital intelectual de una elite. De eso, dicen, se trata el poder. Esa clase política, identificada con el movimiento ultraconservador norteamericano de mediados del siglo XX, ha emergido de golpe. Por un golpe: la voladura de las Torres Gemelas. Y, consustanciada con la decisión de George W. Bush de no dejar piedra sobre piedra en parajes remotos en tanto persista la amenaza terrorista contra el interés nacional, no ha reparado en las formas ni en los modales. De ahí que Richard Perle, director del Consejo de Defensa de los Estados Unidos, haya afirmado, y firmado, el acta de defunción de las Naciones Unidas. Con desparpajo y arrogancia, agradeciéndole a Dios su muerte. Que cuadra, a su vez, con otra muerte (leer más)

No Picture
Política

Seamos idealistas: hagamos lo posible

El tercer mundo demostró que está lejos de aceptar el «intervencionismo benévolo» que plantean Blair, Clinton y compañía Promesas, no realidades, invocaba un graffiti latinoamericano. Las mismas, quizá, que han procurado evitar Lula, Ricardo Lagos y Néstor Kirchner. Marcados, más que todo, por realidades, no por promesas, en un contexto pendiente en forma casi exclusiva de la seguridad, o del interés nacional, de los Estados Unidos (están con nosotros o están contra nosotros, versión George W. Bush) en el cual lejos, lejísimo, parece haber quedado aquella cosa llamada utopía que Eduardo Galeno supo definir como una excusa para caminar: “Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá”. Después de tanto caminar, Lula, así como sus pares de la región, no llegó al poder, sino al gobierno. Y no armó una revolución; ganó una elección. ¿Dónde ha quedado la utopía, entonces? El realismo político no significa abandonar nuestros sueños, esgrimió en Gran Bretaña. Había estado poco antes con Bush en la Casa Blanca, (leer más)

No Picture
Política

El paradigma del miedo

Bush y Blair enfrentan cuestionamientos por haberse dejado llevar por informes que no condujeron al arsenal de Saddam En el comienzo de todo, George W. Bush creó el miedo y la sospecha. E invocó la libertad en sendas operaciones, o guerras, antiterroristas: Libertad Duradera, o Perdurable, en Afganistán, y Libertad Iraquí, de modo de que, más allá del miedo y de la sospecha como correlatos de la voladura de las Torres Gemelas, prevaleciera la libertad como uno de los valores más caros a Occidente. La libertad, sin embargo, ha mellado otro valor. Tan caro, quizá, como ella: la verdad. Deshonrada, finalmente, en donde iban a aparecer armas de destrucción masiva, arsenales nucleares, misiles Scud capaces de pulverizar Israel, fanáticos decididos a morir matando y pruebas implacables de los vínculos de un dictador impiadoso como Saddam Hussein con un asesino confeso como Osama Ben Laden. Deshonrada, también, la verdad, en los vanos argumentos de Bush ante el Capitolio, de Colin Powell ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, de Tony Blair ante la Cámara (leer más)

No Picture
Política

El arte de la imprudencia

Resucitó rencores personales, relegando con ellos el replanteo entre la vieja Europa y la nueva Europa en un momento decisivo Más allá de las dudas, y de las críticas, por su autoridad moral para presidir la Unión Europea (UE), Silvio Berlusconi tenía una oportunidad, acaso única, de dejar de lado las rencillas personales (problemas legales irresueltos y conflictos de intereses también irresueltos) y encarar una agenda por sí misma ambiciosa: firma de la primera Constitución Europea, impulso de la red de transportes transeuropeos, finalización de las negociaciones de ampliación, endurecimiento de la política de inmigración y reconciliación con los Estados Unidos después de las rajaduras que produjeron las diferencias por la guerra contra Irak. Su debut en el cargo rotativo, sin embargo, no pudo ser peor: comparó en el Parlamento Europeo al eurodiputado alemán Martin Schulz, de filiación socialdemócrata como el canciller Gerhard Schröder, con un esbirro de las SS, recomendándole que desempeñe el papel de guardia, o de capo, de un campo de concentración en una película. Réplica absurda, resucitando estereotipos odiosos, frente a (leer más)

No Picture
Política

La vergüenza de haber sido o el favor de ya no ser

Mientras Lula y Bush renuevan su agenda, la Argentina vislumbra su espacio en un escenario cada vez más complejo Si de piel se trata, nada más autóctono que Hugo Chávez, Alejandro Toledo y Lucio Gutiérrez. Si de cambios se trata, nada más radical que Vicente Fox, después de las siete décadas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en México, o Ricardo Lagos, después de los horrores de Pinochet en Chile. Si de perseverancia se trata, nada más monótono que Fidel Castro, en Cuba, o el Partido Colorado, en Paraguay. Si de excentricidades se trata, nada más elocuente que Abdalá Bucaram. Si de corrupción se trata, nada más emblemático que Alberto Fujimori (etcétera, etcétera, etcétera). Si de pragmatismo se trata, nada más flexible que el peronismo: de Carlos Menem a Néstor Kirchner. Hasta un presidente que habla mejor inglés que español tenemos, Gonzalo Sánchez de Lozada. Si de milagros se trata, sin embargo, nada más parecido a las mieles prodigadas por Bush a Lula. Recibido en la Casa Blanca, el viernes, con los honores de una reunión (leer más)

No Picture
Política

La ignorancia es la fuerza

El pretexto de la coalición para atacar a Irak es una incógnita en medio de signos de realidad virtual cercanos a Matrix Cada tanto falla el sistema. Por un error del programa, tal vez. O algo así. Y tambalean todas las estanterías: en 2003 no hay Ministerio de la Verdad, como en el 1984 de George Orwell, pero un tocayo de él, de inicial intermedia W, da crédito a informes secretos, alentados por impaciencia propia o por avidez ajena, y declara una guerra cuasi unilateral contra un ser brutal (símil del renegado Emmanuel Goldstein, enemigo del pueblo y del Gran Hermano) que, en las pantallas contemporáneas, acecha con sus bigotazos espesos y su mirada ladina. Es la cara del mal. Realidad virtual o no, Bush dice en su ultimátum, 48 horas antes de los bombardeos, que el régimen de Irak posee, y esconde, algunas de las armas más letales jamás antes creadas. Asienten Tony Blair y José María Aznar, socios, y pioneros, en la recopilación de los informes secretos por medio de sus servicios secretos. (leer más)