
El precio de la violencia
Cada día son asesinadas 98 personas con armas de fuego en Brasil. Eso significa que alguien muere por esa causa cada nueve minutos y medio. El espeluznante promedio, divulgado por el Ministerio de Salud brasileño sobre la base de un estudio de la oficina de las Naciones Unidas contra las drogas y los crímenes (Undoc), coloca al coloso de América del Sur al tope en los índices de violencia entre las diez mayores economías del mundo. Si bien la ley establece controles en la venta de armas y prohíbe portarlas en la vía pública, hay 15 millones de unidades en poder de ciudadanos comunes y organizaciones delictivas. Cuando un desquiciado liquida a mansalva a inocentes en un colegio de los Estados Unidos, como ha ocurrido en Newtown con 20 niños y ocho adultos, incluido el autor, todo el mundo se replantea el derecho de portar armas con fines defensivos, deportivos o de supervivencia que garantiza la Segunda Enmienda de la Constitución de ese país. Nadie repara en que esos episodios suelen ser aún peores en (leer más)