Borrón y cuenta nueva
La salida de las tropas de EE.UU. de Afganistán supone el final de las guerras de Bush Tras la muerte de Osama ben Laden en Paquistán, más de la mitad de los norteamericanos opina por primera vez en casi una década que deben volver a casa los soldados que pelean contra el régimen talibán en el semillero de Al-Qaeda, Afganistán. Es la conclusión del último sondeo del Pew Research Center. Pudo ser una de las razones por las cuales Barack Obama anunció un repliegue más rápido del previsto por los militares comprometidos en esa misión. La cuenta regresiva de la guerra declarada por George W. Bush un mes después de la voladura de las Torres Gemelas comenzará en julio. Supone el comienzo del fin de la era dominada por la lucha contra el terrorismo. En el actual atasco, los soldados norteamericanos y sus aliados de la alianza atlántica (OTAN) no han ganado ni han perdido. La Operación Libertad Duradera, bendecida por las Naciones Unidas en 2001, tenía un propósito alcanzado a medias: evitar que Al-Qaeda (leer más)