Actualidad

Viejas rencillas, nuevo escenario

Tres días después de la masacre en la sala de conciertos de las afueras de Moscú, Vladimir Putin admitió la autoría de islamistas radicales, pero insistió en atribuirle algún tipo de responsabilidad a Ucrania. No podía desdecirse después de machacar desde el primer momento en la huida de los cuatro detenidos, todos tayikos (ciudadanos de Tayikistán), hacia el país con el cual Rusia está en guerra desde 2022. De todos modos, no mencionó al Daesh, Estado Islámico o ISIS ni reparó en que podría tratarse del Estado Islámico del Gran Jorasán (ISIS-K, sus siglas en inglés), filial que opera en Afganistán, Pakistán, el este de Irán y Asia central. El atentado, el peor en dos décadas, tuvo el sello del terrorismo islámico en su afán de humillar a los gobiernos por su incapacidad para defender a los ciudadanos a pesar de las fortunas que invierten en seguridad. En Rusia coincidió con el décimo aniversario de la anexión de Crimea, pensínsula arrebatada a Ucrania como ahora los llamados Nuevos Territorios, y con la enésima reelección en (leer más)

Actualidad

Estados golpeados

En octubre de 2021 hubo un golpe de Estado en un Estado golpeado: Sudán. Cayó el primer ministro, Abdalla Hamdok. Quedó bajo arresto domiciliario. Lo repusieron al mes siguiente frente a un dilema: la suspensión de millones de dólares de ayuda internacional. Hamdok renunció el segundo día de 2022. No pudo formar gobierno. Habían pasado 42 días después del acuerdo que alcanzó con la junta militar mientras disfrutaba de una apacible jubilación. Las calles estallaron con una consigna que no respeta fronteras: que se vayan todos. Civiles, militares y afines. La hoja de ruta de la transición consistía en democratizar un país sometido durante tres décadas a la dictadura de Omar al Bashir, depuesto durante el año de las protestas a cuatro bandas, 2019. La de Sudán resultó ser la sexta asonada militar de 2021 después del ciclo iniciado el 1 de febrero en Myanmar, antes Birmania, en el sudeste asiático. Le siguieron otras en Mali, Guinea-Conakry y Chad mientras en Níger hubo un intento fallido al igual que en Sudán un mes antes de (leer más)

Videos

Convulsión y acuerdos en Medio Oriente

Otro hito en el conflictivo Medio Oriente: Israel y Bahréin acordaron establecer relaciones diplomáticas, tal como lo supuso el periodista español Javier Fernández Arribas, periodista y director del portal Atalayar, durante el programa televisivo De Ida y Vuelta, que conduce la politóloga colombiana Clara Riveros. Un acierto después del acuerdo histórico al cual arribaron Israel y Emiratos Árabes Unidos, que, a su vez, puede extenderse a otros países árabes y, según Fernández Arribas, podría tener repercusiones positivas en Palestina en tanto y en cuanto la Franja de Gaza y Cisjordania “se entiendan entre ellos”. Acuerdos que contrastan con la convulsión en el Líbano por las catastróficas explosiones en el puerto de Beirut. Durante el programa, del cual participaron el escritor colombiano Luis Fayad, autor de novelas como La caída de los puntos cardinales y de cuentos como Un espejo después, y el periodista argentino Jorge Elías, Clara Riveros también puso sobre la mesa las protestas en Bielorrusia contra la enésima reelección del presidente Aleksandr Lukashenko, el golpe de Estado en Mali y el creciente poder (leer más)

Sociedad

Amazonía: ¿catástrofe brasileña o mundial?

Cuando Jair Bolsonaro se trenzó con Emmanuel Macron por la ayuda económica del G7 para aplacar los incendios y la deforestación de la Amazonía invocó la soberanía. La soberanía sobre una fuente imprescindible de oxígeno, colosal sumidero de dióxido de carbono, que impacta en las corrientes oceánicas y en el clima mundial. La selva amazónica, compartida por Brasil y otros ocho países, perdió más de un 20 por ciento de su terreno en las últimas seis décadas. Sólo en agosto hubo unos 31.000 focos de incendio, casi el triple que en el mismo mes de 2018. Arrasaron una superficie equivalente a 4,2 millones canchas de fútbol. Bolsonaro apeló al orgullo nacional frente a la alarma mundial. Culpó de los incendios a las organizaciones no gubernamentales, amonestó a su par de Francia por haber tratado a Brasil como “una colonia o una tierra de nadie” y, tras meses de humo, prohibió temporalmente las quemas a agricultores, ganaderos, madereros, mineros y petroleros. Nada nuevo, pues cada año arrasan miles de hectáreas. Las de 2019 superaron las previsiones (leer más)

Política

La insoportable levedad del poder

El poder ha dejado de ser imperecedero, como muchos creían y como algunos aún creen. Cada vez dura menos. Es más fácil de alcanzar que en otros tiempos, pero también es más difícil de ejercer y, sobre todo, de preservar. El mundo observa con asombro al movimiento de los chalecos amarillos que apareció el 17 de noviembre en Francia. No sólo por los destrozos y los saqueos cometidos por su ala radical, sino por la tozudez en los reclamos. De menor a mayor: desde las protestas contra el aumento del impuesto a los combustibles y la pérdida del poder adquisitivo hasta la dimisión del presidente Emmanuel Macron. Son tiempos de volatilidad. Macron tiene otro problema: Argelia. Las protestas que desde el 22 de febrero han movilizado a los argelinos contra la candidatura a un quinto mandato del presidente Abdelaziz Buteflika, enfermo y postrado en una silla de ruedas desde 2013, han sido las primeras de esa magnitud desde su independencia de Francia en 1962. La desestabilización de la antigua colonia, con la que Francia comparte (leer más)

Política

Plan de evasión

En un viernes sangriento de Ramadán, especial para los musulmanes, el Estado Islámico exhibe su escaso respeto por la vida en cuatro atentados sincronizados en tres continentes que agudizan el drama de los desplazados y de los refugiados En el mes del Ramadán, rito máximo de los musulmanes, el grupo radical Estado Islámico (EI) o ISIS, musulmán sunita, ingresó a sangre y fuego en la ciudad siria de Kobane y alentó a los suyos a liquidar enemigos. Eran personas de a pie que, durante el sangriento viernes 26 de junio de 2015, cayeron como muñecos en parques de diversiones durante atentados sincronizados en Francia, Túnez y Kuwait. Tanta crueldad, con su ristra de muertos y heridos, procuró escudarse en una cita de la revista Dabiq, órgano de propaganda del EI: “Nadie mejor que Alá maquina complots”. Al Shabab, filial de Al-Qaeda, también mató ese día a decenas de soldados en Somalia. Parte del mundo está pagando el desatino de haber declarado la guerra contra a Irak tras la voladura de las Torres Gemelas y, casi (leer más)

Política

Tiempos violentos

El atentado terrorista en Túnez delata la intención de los fundamentalistas de hacer descarrilar el proceso de democratización posterior a la Primavera Árabe La masacre terrorista en el museo tunecino del Bardo puso de nuevo en evidencia la fragilidad de los sistemas de seguridad. En este caso, los del único país del norte de África en el cual, durante la Primavera Árabe, prosperó la democracia tras la caída de una dictadura. El asesinato de una veintena de turistas a tiro de piedra de Europa ha sido reivindicado por el Estado Islámico (EI). Fue el atentado más grave desde la revolución de 2011. Tuvo un blanco preciso: el turismo extranjero, principal fuente de ingresos del país. Pone cuesta arriba la gestión del primer ministro Habib Essid, elegido en febrero de 2015 por la Asamblea de Representantes del Pueblo. Menos trascendencia adquirió casi a la misma hora la matanza de más de 150 personas en Saná, capital de Yemen, tras brutales ataques del grupo sunita EI contra mezquitas chiitas. Poca gente va de vacaciones a ese país. (leer más)

Política

Tercera Guerra, primera parte

Cuando cayó el Muro de Berlín afloró una pregunta: “What’s left?”. Traducido: “¿Qué queda?”, “¿qué es izquierda?” o, fusionado, “¿qué queda de la izquierda?”. Veinticinco años después, aflora la misma pregunta para la Primavera árabe, iniciada en Túnez y diseminada en otros países en 2011: ¿qué queda de aquellas protestas laicas y políticas, no religiosas, que apuntaban al establecimiento de democracias, con alternancia en el poder e instituciones capaces de mediar entre el legado oprobioso de las dictaduras y las monarquías y los dictados radicales del Islam? En Túnez, Egipto y Libia cayeron los dictadores vitalicios, antes apañados por los gobiernos occidentales. En Siria estalló la guerra civil. En Irak, los milicianos del Estado Islámico (EI) garabatean ahora en las fachadas de las casas de los cristianos la decimocuarta letra del alfabeto árabe, nun (ن). Es la inicial de nasrani (nazareno). Los nazarenos, devotos de Jesús de Nazaret, son presas del pánico frente a la limpieza religiosa, pariente de la étnica, que ha emprendido el grupo sunita, separado de Al-Qaeda. Los moradores de las casas (leer más)