China conquista América
La presunta crisis terminal del capitalismo, mil veces declamada y celebrada por presidentes de países de América latina que no dejan de ser capitalistas a pesar de su retórica anticapitalista, no parece entusiasmar a China. En el gigante asiático, uno de los pocos que se jacta de su sistema comunista, las fortunas de la nieta del padre de la Revolución Cultural, Mao Tse-tung, y de otros millonarios dignos de la revista Forbes crecen en forma impúdica, ahondando la desigualdad. De cada viaje a Pekín y Shanghai regreso con la impresión de haber visto el lujo y la miseria, pocas veces el término medio, en el país más poblado del planeta. En parte, China es más capitalista que los Estados Unidos, Europa y algunos de sus vecinos asiáticos, como Japón y Corea del Sur. La idiosincrasia y la geografía configuraron un país milenario que siempre actuó a la defensiva, actitud plasmada en las artes marciales y en la Gran Muralla. Su autoproclamado “ascenso pacífico” se ve acompañado ahora de la incursión diplomática y económica en dominios (leer más)