Actualidad

El estado de la desunión

Cuando Joe Biden sale de la Oficina Oval, los agentes del Servicio Secreto avisan en voz baja en los pasillos: “El Celtic está en el Óvalo”. Eso significa que deben estar alertas, revela el periodista Evan Osnos en una extensa entrevista con el presidente de Estados Unidos publicada en la revista The New Yorker. El Celtic quiso demostrar en su tercer discurso anual del Estado de la Unión frente a ambas cámaras del Congreso que, a sus 81 años, está en condiciones físicas y psicológicas para reincidir cuatro años más en el Óvalo y seguir siendo el comandante en jefe a pesar de sus frecuentes olvidos y despistes. Con su compromiso con la guerra contra Ucrania tras la sospechosa muerte en prisión del líder opositor ruso Alexei Navalny, el anuncio de normas más rígidas para controlar la inmigración y la restauración del derecho al aborto, entre otros asuntos, Biden procuró exhibir el contraste con su virtual rival republicano, Donald Trump, habilitado por la Corte Suprema para competir en noviembre. El máximo tribunal rechazó un fallo (leer más)

Política

Biden versus Trump, ¿segundo round?

Joe Biden decidió ser candidato a la reelección en 2024. Le cabe el derecho, sobre todo después de la remontada de los demócratas en las elecciones de medio término de 2022. Esa media victoria a mitad de camino, algo así como un referéndum, desinfló por un rato la ambición de Donald Trump dentro de las filas republicanas por la irrupción como precandidato presidencial del gobernador de Florida, Ron DeSantis. En el léxico de Trump, Sleepy Joe pasó a ser Crooked Joe. Traducido: de dormilón, como llamaba a Biden en las presidenciales de 2020, pasó a ser torcido, el apodo despectivo aplicado a Hillary Clinton en las de 2016. Los problemas legales no amilanan a Trump en su cruzada por volver a la Casa Blanca a pesar de los disturbios del 6 de enero de 2021, cuando los suyos, los muchachos trumpistas, quisieron impedir la certificación de la victoria de Biden con el vergonzoso ataque contra el Congreso. Trump tampoco ahorra epítetos contra DeSantis. Lo llama DeSanctimonious y DeSanctus. O contra otro eventual rival de su (leer más)